VATICANO, 09 Feb. 17 / 08:21 am (ACI).- En una audiencia a los
participantes de la plenaria de la Congregación para la Educación Católica, el
Papa Francisco habló de 3 claves a tener en cuenta en el mundo de la educación:
“humanizar la educación, “cultura del diálogo”,
“sembrar esperanza”.
El Pontífice recordó que “la universidad es
un ámbito privilegiado para pensar y desarrollar el compromiso de
evangelización y las escuelas católicas constituyen una contribución muy válida
a la evangelización de la cultura, también en los países o en las ciudades
donde una situación adversa nos estimula a usar la creatividad para encontrar
los caminos adecuados”.
1.- HUMANIZAR LA
EDUCACIÓN
El Santo Padre explicó que “frente a un
individualismo invasor que hace humanamente pobres y culturalmente estériles,
es necesario humanizar la educación”.
Por ello, “la universidad y la escuela
tienen sentido pleno solo en relación a la formación de la persona”.
“Las instituciones educativas tienen la misión de
ofrecer horizontes abiertos a la trascendencia” y la
educación debe estar “al servicio de un humanismo
integral”.
La Iglesia,
dijo el Papa, “como una madre educadora mira siempre
a las nuevas generaciones en la perspectiva de la formación de la persona
humana tanto desde el punto de vista de su fin último como desde el bien de las
sociedades de cuyo miembro es el hombre”.
2.- CULTURA DEL DIÁLOGO
“Nuestro mundo se ha convertido en una aldea global
con múltiples procesos de interacción, donde cada persona pertenece a la
humanidad y comparte la esperanza de un futuro mejor con toda la familia de pueblos”, afirmó Francisco.
El Pontífice, al mismo tiempo, lamentó que “tenemos
muchas formas de violencia, de pobreza, de sufrimiento, de discriminación, de
marginación y de acciones restrictivas de las libertades fundamentales, se crea
así una cultura del descarte”.
En este contexto, afirma, “las instituciones
educativas católicas están llamadas a situarse a la vanguardia para practicar
la gramática del diálogo que forma el encuentro y la revalorización de la
diversidad cultural y religiosa”.
3.- SEMBRAR ESPERANZA
“El hombre no puede vivir sin esperanza”, aseguró el Obispo de Roma.
“La educación es generadora de esperanza. De hecho,
la educación es un dar a luz, es un hacer crecer, si se sitúa en la dinámica
del dar la vida. Y la vida que nace
es la fuente más fecunda de la que brota la esperanza, una vida siempre en
búsqueda de la belleza, de la bondad, de la verdad y de la comunión con los
demás para un crecimiento común”.
El Papa se mostró convencido de que “los
jóvenes de hoy tiene, sobre todo, necesidad de esta vida que construye el
futuro. Por lo tanto, el verdadero educador es como un padre y una madre que
transmiten una vida capaz de un futuro”.
Para lograrlo, el Pontífice sugiere “escuchar
a los jóvenes”, y aseguró que la Iglesia lo hará de forma particular “con el próximo Sínodo de los Obispos dedicado a ellos”.
Por Álvaro de Juana
y Miguel Pérez Pichel
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