La razón
por la que la Santísima Virgen María es Reina se fundamenta teológicamente en
su divina Maternidad y en su función de ser Corredentora del género humano.
En el
mundo entero se repite con frecuencia y resuena en muchos corazones el rezo de
la Salve: Salve Regina…, Dios te salve Reina… Es el reconocimiento y la
proclamación de su realeza. Verdaderamente María es Reina.
Ella
nació Reina porque fue predestinada abaeterno para que lo fuera. Y fue
predestinada para ser Reina porque fue elegida para la singularísima y
trascendental misión de ser la Madre de Cristo Rey y Mediadora universal de
todas las gracias.
¿QUÉ ES UNA REINA?
El
término reina (rey) deriva del verbo latino regere, que significa ordenar las
cosas a su propio fin. Por tanto, el rey (reina) tiene el oficio de regir o
gobernar a la sociedad a su cargo para que ésta alcance su fin, con un
verdadero primado de poder y excelencia (cfr. Santo Tomás de Aquino, De
regimini principium, I,1)
El
significado de la palabra rey (reina) tiene múltiples acepciones. Así, por
ejemplo:
a) Se
puede ser reina de tres formas: la que es reina en sí misma, la que es esposa
del rey, y la que es madre del rey. En este caso, María es reina por los dos
últimos títulos: por su relación con Dios y con Cristo.
b)
También cabe considerar el reinado en diversos grados: El Rey Supremo del
Universo, el rey que domina sobre otros reyes (Rey de reyes), y el rey de un
reino determinado. En el primer sentido lo es Dios, en el segundo Cristo y, en
el tercero, cualquiera que lo reciba por derecho de herencia, conquista o
elección. Según estas consideraciones, María es Reina de reinas y también ?en
cierto modo? es reina por derecho de conquista.
c) Por
último, también puede entenderse el término reina (rey) en sentido metafórico.
Así, se da éste título a aquél o aquello que excede de un modo singular a sus
semejantes. Por ejemplo, se dice rey al león, a un deportista, a la rosa reina
de las flores, etc. En este sentido la Virgen María es Reina por su plenitud de
gracia y la excelencia de sus virtudes. En las letanías del Rosario la
llamamos: Reina de los Santos, de los Ángeles, de los Mártires, de las
Vírgenes, de los Confesores, etc.
LA REALEZA DE CRISTO Y DE MARÍA
Entre
Cristo y María hay un perfecto paralelismo que es la razón fundamental de su
realeza. Por este motivo la Virgen María es Reina: por su íntima relación con
la realeza de Cristo, pues éste lo es por derecho propio y aquella lo es por
razón de cierta analogía.
Cristo es
Rey tanto por derecho propio como por derecho de conquista. En el primer caso
lo es como hombre y como Dios. Jesucristo en cuanto hombre, por su Unión
Hipostática con el Verbo, recibió del Padre “la potestad, el honor y el reino”
(cfr. Dan. 7,13?14) y, en cuanto Verbo de Dios, es el Creador y Conservador de
todos cuanto existe, por lo mismo, tiene pleno y absoluto poder en toda la
creación (cfr. Jn. 1,1ss). En el segundo caso es Rey por derecho de conquista
en virtud de haber rescatado al género humano de la esclavitud en la que se
encontraba, al precio de su sangre, mediante su Pasión y Muerte en la Cruz
(cfr. 1 Pe. 1,18?19).
De la
unión con Cristo Rey deriva, en María Reina, tan esplendorosa sublimidad, que
supera la excelencia de todas las cosas creadas; de esta misma unión nace su
poder regio, por el que Ella puede dispensar los tesoros del reino del Divino
Redentor; en fin, en la misma unión con Cristo tiene ori gen la eficacia
inagotable de su materna intercesión con su Hijo y con el Padre (cfr. Pío XII,
Enc. Mystici corporis , 29?VI 1943).
FUNDAMENTO TEOLÓGICO DE LA
REALEZA DE LA VIRGEN MARÍA
La razón
por la que la Santísima Virgen María es Reina se fundamenta teológicamente en
su divina Maternidad y en su función de ser Corredentora del género humano.
a) Por su
divina Maternidad: Es el fundamento principal, pues la eleva a un grado
altísimo de intimidad con el Padre celestial y la une a su divino Hijo, que es
Rey universal por derecho propio.
En la Sagrada
Escritura se dice del Hijo que la Virgen concebirá: “Hijo del Altísimo será
llamado Y a Él le dará el Señor Dios el trono de David su padre y en la casa de
Jacob reinará eternamente y su reinado no tendrá fin” (Lc. 1,32?33). Y a María
se le llama “Madre del Señor” (Lc. 1,43); de donde fácilmente se deduce que
Ella es también Reina, pues engendró un Hijo que era Rey y Señor de todas las
cosas. Así, con razón, pudo escribir San Juan Damasceno: “Verdaderamente fue
Señora de to das las criaturas cuando fue Madre del Creador” (cit. en la Enc. Ad
coeli Reginam, de Pío XII, 11?X?1954).
b) Por
ser Corredentora del género humano: La Virgen María, por voluntad expresa de
Dios, tuvo parte excelentísima en la obra de nuestra Redención. Por ello, puede
afirmarse que el género humano sujeto a la muerte por causa de una virgen
(Eva), se salva también por medio de una Virgen (María). En consecuencia, así
como Cristo es Rey por título de conquista, al precio de su Sangre, también
María es Reina al precio de su Compasión dolorosa junto a la Cruz.
`Ta
Beatísima María debe ser llamada Reina, no sólo por razón de su Maternidad
divina, sino también porque cooperó íntimamente a nuestra salvación. Así como
Cristo, nuevo Adán, es Rey nuestro no sólo por ser Hijo de Dios sino también
nuestro Redentor, con cierta analogía, se puede afirmar que María es Reina, no
sólo por ser Madre de Dios sino también, como nueva Eva, porque fue asociada al
nuevo Adán” (cfr. Pío XII, Enc, Ad coeli Reginam).
NATURALEZA DEL REINO DE MARÍA
El reino
de Santa María, a semejanza y en perfecta coincidencia con el reino de
Jesucristo, no es un reino temporal y terreno, sino más bien un reino eterno y
universal: ?”Reino de verdad y de vida, de santidad, de gracia, de amor y de
paz” (cfr. Prefacio de la Misa de Cristo Rey).
a) Es un
reino eterno porque existirá siempre y no tendrá fin (cfr. Lc. 1,33) y, es
universal porque se extiende al Cielo, a la tierra y a los abismos (cfr. Fil.
2,10?11).
b) Es un
reino de verdad y de vida. Para esto vino Jesús al mundo, para dar testimonio
de la verdad (cfr. Jn. 18,37) y para dar la vida sobrenatural a los hombres.
c) Es un
reino de santidad y justicia porque María, la llena de gracia, nos alcanza las
gracias de su Hijo para que seamos santos (cfr. Jn. 1,12?14); y de justicia
porque premia las buenas obras de todos (cfr. Rom. 2,5?6).
d) Es un
reino de amor porque de su eximia caridad nos ama con corazón maternal como
hijos suyos y hermanos de su Hijo (cfr. 1 Cor. 13,8).
e) Es un
reino de paz, nunca de odios y rencores; de la paz con que se llenan los
corazones que reciben las gracias de Dios (cfr. Is. 9,6).
Santa
María como Reina y Madre del Rey es coronada en sus imágenes ?según costumbre
de la Iglesia? para simbolizar por este modo el dominio y poder que tiene sobre
todos los súbditos de su reino.
La
oración Colecta de la Memoria de Santa María Reina dice: “Oh Dios, que nos han
dado como Madre y como Reina, a la Madre de tu Unigénito; concédenos, por su
intercesión, el poder llegar a participar en el Reino celestial de la gloria
reserva da a tus hijos”.
“La
Virgen Inmaculada … asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada
por el Señor como Reina universal, con el fin de que se asemejase de forma más
plena a su Hijo, Señor de señores y vencedor del pecado y de la muer te”.
(Conc. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n.59).
Juan
Gustavo Ruiz Ruiz
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