Tu presencia es indispensable en la formación humana y espiritual de tus hijos, pero también, para dar carácter al estudiante del futuro. Adiestrar, instruir, educar… ¡qué gran tarea!
Involucrarte
en la educación de tus hijos, ser protagonista diaria de la evolución de su
inteligencia, enseñarles a desarrollar su creatividad e ir desarrollando paso a
paso las formas que darán carácter al estudiante del futuro ¡que reto más
grande y que acto de generosidad tan gratificante!
¿Han
comenzado tus hijos el kindergarten?, ¿Has pensado lo importante que es
aprender y descubrir con ellos el fascinante mundo de la educación? , ¿sabes la
dimensión de la tarea que tienes por delante?. Si hasta hoy lo has formado en
virtudes humanas como el orden, la disciplina, la introducción a la
generosidad, etc. hoy es el momento de empezar a profundizar en cada una de
esas virtudes, para que todo el potencial humano y espiritual de tu hijo salga
a la luz, ayudándole a ser un estudiante feliz con cada esfuerzo por realizar y
terminar las cosas bien hechas.
Por
supuesto, sin tu sí generoso, esto es algo que no se dará automáticamente, pues
involucrarse de lleno en la educación de tus hijos pequeños, vendrá acompañado
con una serie de “tendrás…” que no fácilmente, todas las que somos madres
estamos dispuestas a dar.
Los
“tendrás…”
“La
educación durante toda la vida permite, ordenar las distintas etapas, preparar
las transiciones, diversificar y valorizar las trayectorias”. (Informe de la
Unesco)
La
preparación para entrar al que es prácticamente el umbral de la educación,
puede ser una verdadera aventura o un verdadero dolor de cabeza para ti como mamá.
Pues la “gran tarea” por delante, no te pide uno, ni tres, ni cuatro años, sino
más que eso, “tendrás” que estar dispuesta a recorrer con ella, él o ellos, las
diferentes etapas que van desde el kindergarten y culminan con el bachillerato.
Claro, al
llegar a cierta etapa en sus estudios, si has puesto mucho de tu tiempo y
cuidado será un estudiante independiente, pero aún así, tendrás que estar muy
dispuesta a seguir “estando presente” para ayudarle en su proceso formativo
humano y espiritual. Ves a lo que me refiero con los “tendrás”. Veamos algunos
de ellos:
–
Dependiendo de tu país y el sistema educativo, lo primero que “tendrás” que
hacer, es anotarte como voluntaria para la junta de padres y los que tienen a
su cargo vigilar que todas las actividades de la escuela se lleven a cabo como está
planificado; por otro lado, también estas juntas de padres se encargan de
organizar fiestas especiales, cumpleaños de maestros, celebraciones importantes
y otros eventos. Estando en una de estas juntas, tendrás la oportunidad de
conocer a otros padres que piensan y sienten como tú, acerca de la educación de
sus hijos.
–
“Tendrás” que ofrecerte de voluntaria por lo menos una vez a la semana para
ayudar en el salón de clases de tus hijos pequeños. Un niño de cinco años
todavía no tiene la madurez emocional que se necesita para seleccionar amigos,
por lo tanto, tú tienes que seguir vigilando muy de cerca quienes son sus
amiguitos y cuáles son sus costumbres. Con tu participación una vez por semana,
no sólo ganarás simpatía con su maestra, sino también podrás observar el
comportamiento de cada uno de los niños y así decidir con quién tu hija tendrá
días de juego después de la escuela.
–
“Tendrás” que ponerte a revisar las lecciones estudiadas de cada jornada todos
los días. Como un niño de kindergarten apenas está aprendiendo a leer y a
descubrir por sí mismo el mundo del conocimiento, es importante que desde “ya”,
aprenda que estudiar es un placer, un regalo, un juego maravilloso y la
oportunidad más grande que te da la vida para llegar a ser todo lo que tú
quieras ser. Es reforzar junto a él, ella o ellos, que uno de los derechos que
tenemos como hijos de Dios es descubrir, aprender y desarrollar la
inteligencia. El estudio hace todo esto, encárgate de que lo interioricen muy
bien. Quince minutos de lectura diaria, con hora fija para hacer las tareas, y
el talante alegre que observen en ti, serán cruciales para las actitudes que
tendrá o no tendrá en el futuro.
–
“Tendrás” que estar dispuesta a involucrarte en actividades extra escolares.
Como son los programas para el desarrollo del carácter, los deportivos; los
grupos de música o danza, etc. Todo esto requiere una enorme dosis de voluntad,
generosidad, paciencia que no se cansa y conciencia de que es necesario estar
presente en la vida de tus hijos. Los niños lo observan y sienten todo. Conozco
una mamá que trabaja y tiene una lista enorme de obligaciones, sin embargo,
desde que su hija comenzó la escuela, decidió lo que era importante en ese
momento. Me comentaba el otro día que “nada la hace sentir más plena y feliz”
que ver la cara de alegría de su niña, cuando la ve llegar todas las semanas a
su salón de clases para ayudar a su maestra.
Todo lo
anterior amiga, es para ayudar a que te animes seriamente en involucrarte en la
educación de tus hijos pequeños. Ten la seguridad que al hacerlo, también tu
estarás ayudando a tu propia formación y preparación, pues estarás
familiarizada e inmersa en ese proceso educativo. Llegarás a ser una madre
verdaderamente profesional, que se toma su papel muy en serio. No lo dudes:
“ellos merecen el esfuerzo”.
Hay
muchos consejos más que quisiera darte, pero me parece que hay uno
especialmente importante cuando se trata de educar hoy para el futuro. Se trata
de la educación de la voluntad.
Ya lo
sabes, es con esta virtud, como tú misma te impones metas y las logras; es ella
la que te motiva a terminar lo que comienzas, a perder esos kilos de más, y
ahora te impulsará a involucrarte en la educación de tus hijos.
A medida
que tus hijos te vean luchar y avanzar con ellos por el apasionante camino de
las primeras letras, estarás descubriendo -y al mismo tiempo enseñando- como se
lleva a cabo el proceso de querer aprender, querer mejorar y querer esforzarse
por llegar a ser una persona completa. Todo esto está anclado en la voluntad de
poder hacer.
Profundizaras
junto con tus hijos en el “cómo” se adquieren las virtudes y en el “cómo” se
llega a ser una mujer u hombre de carácter. Generalmente las palabras no son
suficientes para ayudar a los niños a interiorizar, si te ven “haciendo” eso
que dices es tan importante, ten por seguro que llevas muchos pasos adelante.
La
educación amiga, tiene la misión de permitir a todos sin excepción, hacer
fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que
implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto
personal.
¡Anímate
a ser una gran protagonista en la educación de tus pequeños!
SheilaMorataya-Fleishman
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