La vida en realidad es sencilla pero
nosotros la complicamos. Nos gustan las cosas complejas. Dios en sencillo en
todas sus enseñanzas. La religión las complica.
Leí que si un abogado hubiera escrito
solamente esta frase del Padre Nuestro: «El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy», se leería así:
«Con los debidos respetos, solicitamos y
pedimos que, debido a que es necesario hacer una provisión adecuada, en este día
y fecha arriba escritos, para satisfacer las necesidades nutricionales de los
peticionarios, y para organizar los métodos de almacenamiento y distribución,
como se juzgue conveniente y necesario, así como apropiado para asegurar la
recepción por y para dichos peticionarios de tal cantidad de productos (llámese
pan) se nos conceda la cantidad suficiente de estos productos».
Gracias a Dios que él en su bondad ha
hecho la vida cristiana sencilla. ¿Ya tomaste lo sencillo
de Dios y lo hiciste parte de tu vida?
Si no. Pruébelo hoy.
Qué bueno es saber que el Creador de todo
lo que existe no se ha colocado lejos de nosotros o ha colocado barreras para
que lo alcancemos, sino que aún un niño en su sencillez lo puede tocar por
medio de la oración.
¿Lo has alcanzado hoy? Detén ahora lo que
haces y dile algo en oración y en forma sencilla le hablas y él en forma
sencilla se responde.
Que estén tus ojos abiertos de noche y de
día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará
allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. 1 Reyes 8:29
Yo he oído tu oración y tu ruego que has
hecho en mi presencia. 1 Reyes 9:29
Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi
pueblo: Así dice el Señor, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y
he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa
del Señor. 2 Reyes 20:5
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