Encuentro en el diario español La Gaceta un
artículo sobre David Reimer un chico que desde que nació fue tratado como niña
con la intención de "probar" que la sexualidad es algo que cada uno
construye y no depende de cuestiones naturales. ¿Funcionó el experimento? ¿Es
la sexualidad algo meramente cultural? De eso trata el artículo y el reportaje
que encontré en YouTube y que inserto a mitad del artículo:
***
LA OTRA CARA DE LA TRANSEXUALIDAD
´Cobayas
humanas´, origen de la ideología de género
La base de la teoría de género
tiene un nombre: David Reimer. Su historia muestra el verdadero rostro de la
ideología de género y de sus promotores, cuyo objetivo no es la defensa de los
"derechos sexuales" como pretenden hacer creer, sino el ataque a las
bases de la cultura occidental a través de la ingeniería social. David Reimer
fue obligado por sus padres y el doctor John Money, padre de la ideología de
género, a criarse como si fuera una niña para poder demostrar que las
diferencias entre el hombre y la mujer son tan sólo culturales.
La traumática historia de David
Reimer comienza el 22 de agosto de 1965. Ese día nacieron en el hospital St.
Boniface de Winnipeg (Canadá) dos gemelos, Bruce y Brian Reimer, a los que
tuvieron que realizar una circuncisión por un problema de fimosis. A los siete
meses, los pequeños fueron operados y, mientras realizaba la intervención, el
médico cometió una negligencia y a uno de los dos gemelos, Bruce, le quemó el
pene más allá de la reparación quirúrgica.
Esta negligencia médica fue la
que desencadenó la pesadilla de Bruce. Buscando desesperadamente ayuda, los
padres de los pequeños acudieron al doctor John Money, dedicado a la
"reasignación sexual" por aquel entonces en el Hospital Johns Hopkins
de Baltimore y director de una clínica pionera en cirugía transexual.
El Dr. Money había sido uno de
los primeros en oponer el género al sexo biológico, asegurando que las
diferencias entre el hombre y la mujer son culturales e independientes del
sexo. Money fue definido por The New York Times como "un agente
provocador de la revolución sexual" y no se cansó de aparecer en los
medios de comunicación de la época para defender "la liberación
sexual".
Por esta razón, cuando el pequeño
Bruce llegó a sus manos, vio la oportunidad de demostrar las teorías que
defendía. Sin mostrar ningún tipo de escrúpulo por experimentar con la vida de
un ser humano, Money aconsejó a los padres del pequeño el cambio de sexo en el
que él mismo era experto. "Yo puedo proporcionaros una vagina, pero para
que el cambio sea completo necesito vuestra colaboración", fue la petición
de Money a los jóvenes padres de Bruce, que apenas tenían 20 años y a los que
este doctor les parecía "un dios". Así que con 22 meses, a Bruce le
extirparon los testículos y sus padres se dedicaron desde entonces a criarla
como si fuera una niña. A los 11 años, el primer intento de suicidio
De esta forma, Bruce se convirtió en Brenda y su
caso se conoció por todo Estados Unidos gracias a la propaganda que de él hizo
el Dr. Money. En su libro publicado en 1972, Man & Woman, Boy & Girl,
Money alardeó del "éxito rotundo" de su experimento y se dedicó a
proclamar a los cuatro vientos que este caso era "la prueba
concluyente" de que "no se nace hombre o mujer, sino que uno se
convierte en hombre o mujer".
Sin embargo, el Dr. Money no hacía
otra cosa que vender humo, ya que el éxito del que alardeaba no era tal. La
pequeña Brenda nunca quiso ser una niña: cambiaba las muñecas que le regalaban
por las peleas con sus amigos e incluso intentaba orinar de pie en el baño. Los
primeros años de colegio sólo consiguieron empeorar la situación: sus
compañeros se burlaban de la pequeña llamándola "marimacho" y
"gorila" por su comportamiento masculino. Poco a poco, Brenda
desarrolló conductas agresivas que dificultaron su educación. A los 11 años, intentó
suicidarse al comenzar su tratamiento de estrógenos para que le crecieran los
pechos.
Ajeno a la realidad del pobre
niño que había sido obligado a ir contra su propia naturaleza, el mundo aceptó
de buen grado las teorías del Dr. Money y la ideología de género fue
imponiéndose poco a poco en la mentalidad de la sociedad. De tal forma, que hoy
en día se ve con naturalidad que una persona decida obviar su propia naturaleza
y cambie su sexo. Ser hombre o mujer puede ser una decisión personal. Sin embargo,
muy pocos recuerdan que esta ideología se construyó sobre el dolor de un niño
al que forzaron a perder su identidad.
Por si la frustración de este
niño obligado a ser niña para probar una teoría no fuera suficiente, fue
obligado a ver escenas de sexo explícitas, tanto en la consulta del Dr. Money
como en su propia casa, y a simular actos sexuales con su propio hermano. Estos
actos formaban parte de su "liberación sexual", así como el
acostumbrarse a que sus padres fueran frecuentemente desnudos por la casa.
Volver a recuperar la identidad perdida
En 1980, el padre de este
"niño experimento" decidió contarle la verdad sobre su origen y, por
primera vez, Brenda sintió algo de paz al entender que "no estaba
loca". Tras conocer la verdad, Brenda decidió volver a su sexo biológico y
lo primero que hizo fue cambiarse el nombre. Eligió llamarse David porque este
es el personaje bíblico que, siendo un niño, vence al gigante y poderoso
Goliat.
Así comenzó su lucha por
recuperar lo que le habían arrebatado. Empezó a inyectarse testosterona, le
crecieron los primeros pelos en el rostro y a los dieciséis años se sometió a
la primera operación para la creación de un pene. Mientras esperaba la mayoría
de edad, permaneció escondido dos años en el sótano de su casa.
Sin embargo, este camino tampoco
fue fácil de recorrer. David se sentía frustrado por su historia personal y su
pasado le perseguía, hasta el punto de volver a intentar suicidarse en dos
ocasiones. Finalmente, el trauma psicológico unido al suicidio de su hermano
gemelo pudieron con él y se suicidó a los 38 años de edad, después de haber
conseguido reconstruir en parte su vida al casarse y ser padre de tres niños.
David
Reimer fue una víctima de la ideología de género. El padre de estas teorías,
John Money, experimentó sin escrúpulos con su vida y le convirtió en una cobaya
humana con el consentimiento de sus padres. El dolor de un niño vendido como
"el triunfo del género frente al sexo" ayudó a la extensión de una
ideología que aún hoy intenta imponerse en la sociedad. Frente al intento de
hacer creer que ser hombre o mujer se elige porque sólo es una estructura
cultura, es importante recordar que a David Reimer le arrebataron su identidad
y su vida quedó destrozada.
Jorge
Enrique Mújica, LC
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