"En verdad, en verdad te digo: el que no nazca
de lo alto, no puede ver el Reino de Dios."
Cuando Jesús habla del Reino de Dios, no habla del
otro mundo. Los judíos no podían nombrar el nombre de Dios; de ahí que se
utilice esa metáfora de reino de los cielos en muchas traducciones de la
Biblia.
Creer es volver a nacer. Porque la Fe auténtica
supone un cambio total y radical en el creyente. La Fe no es tan solo, creer
unas verdades. La Fe configura todas las dimensiones de la vida del creyente;
engloba toda la historia personal. Por eso, en el Evangelio, el acceso a la Fe
se considera un "nuevo nacimiento". Volver a nacer implica hacer vida
en nosotros, los valores que Jesús nos ofrece en el Evangelio: el amor, la
solidaridad, la justicia, la espiritualidad profunda... Creer no son palabras
ni ideologías. Creer es transformar nuestra vida.
Por desgracia nuestra Fe está, a veces, muy lejos
de esto. No es de extrañar que con nuestra vida, en vez de atraer a los demás a
la Fe, los alejamos de ella. La Iglesia tiene y ha tenido a lo largo de la
historia un "lado negativo", porque está formada por hombres. Nuestra
reacción debe ser el seguimiento radical de Jesús. Es decir, volver a nacer.
Cambiar nuestra vida.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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