"No necesitan médico los sanos, sino los
enfermos." (Lc 5, 31)
Los fariseos se escandalizan de Jesús porque come
con pecadores. Leví acaba de seguir la llamada de Jesús y lo invita a su casa,
junto a sus amigos publicanos y cambistas, considerados pecadores por los
fariseos. Jesús les responde que quienes necesitan médico son los enfermos, no
los sanos y que él ha sido enviado para hacer que los pecadores se conviertan.
El Papa Francisco escandalizó a algunos, cuando
dijo que debíamos ir a la periferia y que prefería un cristiano sucio de barro
por mezclarse con los alejados, que uno impoluto encerrado en su iglesia. Los
médicos y sanitarios sabemos que nuestro deber está entre los enfermos aunque
corramos peligro de contagio. Una Iglesia encerrada en ella misma, que no sabe
ir donde se la necesita de verdad, no es una Iglesia cristiana, no es la
Iglesia de Jesús. Nuestro deber es curar como hacía Jesús. Para ello debemos
estar donde están los enfermos.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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