Los padres sinodales ya han comenzado a trabajar en pequeños grupos
sobre la base de la Relatio post disceptationem, leída por el Relator
General, el cardenal Peter Erdo, subrayando que del Sínodo debería emerger más
claramente que «el matrimonio indisoluble, feliz, fiel y para siempre es
hermoso y es posible»
Especiales web (14-X-2014)
La Relatio post disceptationem, leída por el Relator General, el
cardenal Peter Erdo, con las aportaciones realizadas al Sínodo la semana
pasada, es el documento de trabajo sobre el que debaten ahora los miembros del
Sínodo reunidos en Círculos menores. Este trabajo de los Círculos menores se
presentará a la Asamblea sinodal el próximo jueves 16 de octubre.
En general, la Relatio post disceptationem ha sido apreciada por
su capacidad de retratar adecuadamente las intervenciones de estos días
en el Aula, captando el espíritu de la Asamblea y destacando la acogida como
tema principal de los trabajos, señala la Nota de prensa hecha pública por la
Oficina de Prensa del Vaticano. Del documento, se dice, emerge el amor de la
Iglesia por la familia fiel a Cristo, pero también su capacidad de estar cerca
del ser humano en cada momento de su vida, de comprender que, detrás de los
desafíos pastorales, hay muchas personas que sufren. La mirada del Sínodo -se ha
reiterado- tendría que ser la del pastor que da la vida por sus ovejas, no la
del que las juzga a priori.
Además, dado que la Relación recoge diversos puntos de vista para
proporcionar una base de trabajo a los Círculos menores, se han sugerido
algunas ideas adicionales. Por ejemplo, teniendo siempre presente que la
Iglesia debe acoger a los que atraviesan por dificultades, sería bueno hablar
más de las familias que se mantienen fieles a las enseñanzas del Evangelio,
animándolas y dándoles las gracias por el testimonio que ofrecen. Del Sínodo
debería emerger más claramente que el matrimonio indisoluble, feliz, fiel y
para siempre es hermoso, es posible y está presente en la sociedad, evitando
así de centrarse principalmente en las situaciones familiares imperfectas.
También se ha hablado de acentuar más el tema de la mujer, de su tutela
y su importancia para la transmisión de la vida y de la fe; de integrar alguna
reflexión sobre la figura de los abuelos en el hogar; de incluir una referencia
más específica a la familia como Iglesia doméstica y a la parroquia como
una familia de familias, así como a la Sagrada Familia como modelo de
referencia. En este contexto, también se ha tratado de cómo valorar la
perspectiva misionera de la familia y de su anuncio del Evangelio en el mundo
contemporáneo.
Es necesario profundizar y aclarar la cuestión de la gradualidad,
que podría dar origen a una serie de confusiones. Por ejemplo, en cuanto al
acceso a los sacramentos para los divorciados que se han vuelto a casar, se ha
dicho que es difícil aceptar excepciones sin que, en realidad, se conviertan en
una regla común.
Asimismo se hizo notar que la palabra pecado no está casi
presente en la Relatio. Y también se recordó el tono profético de las
palabras de Jesús, para evitar el riesgo de conformarse a la mentalidad de este
mundo.
En relación a los homosexuales se puso de relieve la necesidad de
aceptación, pero con la prudencia adecuada, con el fin de no crear la impresión
de una evaluación positiva de esa orientación por parte de la Iglesia. La misma
atención se solicitó por cuanto respecta a las convivencias.
Igualmente se apuntó a la necesidad de reiterar la importancia del sacramento
del Bautismo que es esencial para comprender plenamente la sacramentalidad del
matrimonio y también su identidad como ministerio en el anuncio del
Evangelio.
En cuanto a la agilización de los procedimientos para las causas de
nulidad matrimonial, ha suscitado alguna perplejidad la propuesta de dar más
competencias al obispo diocesano, cargando así demasiado peso sobre sus
hombros. Se ha solicitado una reflexión más profunda y articulada sobre los
casos de poligamia -en especial los de aquellos que se convierten y quieren
recibir los sacramentos- y sobre la difusión de la pornografía (de forma
particular en la web) como un riesgo real para la unidad familiar. Por
último, en relación con la apertura a la vida por parte de las parejas, se hizo
hincapié en la necesidad de abordar con más detalle y decisión no sólo el tema
del aborto, sino también el de maternidad subrogada.
El Vaticano también ha hecho público que el Sínodo Ordinario de los
Obispos sobre la Familia convocado para el año que viene llevará por lema: La
vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo,
y se llevará a cabo en el Vaticano del 4 al 25 de octubre de 2015.








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