Satanás presenta las cosas como si fueran buenas, pero su intención es
la de destruir al hombre, quizá con motivaciones humanistas. Los ángeles
luchan contra el diablo y nos defienden, explicó el Papa Francisco este lunes
en la Misa de Santa Marta
Noticia digital (30-IX-2014)
Durante la Misa en Santa Marta, en la fiesta de los santos arcángeles
Miguel, Rafael y Gabriel, el Papa se refirió a la «lucha entre el demonio y
Dios», teniendo en cuenta las imágenes fuertes de las lecturas del día: la
visión de la gloria de Dios relatada por el profeta Daniel con el Hijo del
hombre, Jesucristo, ante el Padre; la lucha del arcángel Miguel y sus ángeles
contra «el gran dragón, la serpiente antigua, que es llamado diablo» y que
«sedujo a toda la tierra habitada», pero que fue derrotado, como afirma el
Apocalipsis; y el Evangelio en que Jesús dice a Natanael: «Veréis el cielo
abierto y los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre».
«Esta lucha -explicó el Papa- se produce después de que Satanás trata de
destruir a la mujer que está a punto de dar a luz al hijo. Satanás siempre
trata de destruir al hombre: aquel hombre que Daniel veía allí, en la gloria, y
que Jesús decía a Natanael que vendría en la gloria. Desde el inicio la Biblia
nos habla de esto: de esta seducción para destruir, de Satanás. Tal vez por
envidia. Nosotros leemos en el Salmo 8: Tú has hecho al hombre superior a
los ángeles, y esa inteligencia tan grande del ángel no podía llevar sobre
sus espaldas esta humillación, que una criatura inferior fuera hecha superior;
y trataba de destruirlo».
«SATANÁS ES ASTUTO»
Por tanto, Satanás trata de destruir a la humanidad, a todos nosotros:
«Muchos proyectos, excepto los pecados propios, pero muchos, muchos proyectos
de deshumanización del hombre, son obra suya, sencillamente porque odia al hombre.
Es astuto: lo dice la primera página del Génesis; es astuto. Presenta las cosas
como si fueran buenas. Pero su intención es la destrucción. Y los ángeles nos
defienden. Defienden al hombre y defienden al Hombre-Dios, al hombre superior,
Jesucristo que es la perfección de la humanidad, el más perfecto. Por esto la
Iglesia honra a los ángeles, porque son los que estarán en la gloria de Dios
-están en la gloria de Dios- porque defienden el gran misterio escondido de
Dios, es decir que el Verbo ha venido en la carne».
«El deber del pueblo de Dios -afirmó el Papa- es custodiar en sí al
hombre: al hombre Jesús», porque «es el hombre que da vida a todos los
hombres». En cambio, en sus proyectos de destrucción, Satanás inventa
«explicaciones humanísticas que van, propiamente, contra el hombre, contra la
humanidad y contra Dios».
«LA LUCHA ES UNA REALIDAD EN LA VIDA CRISTIANA»
«La lucha -continuó el Papa- es una realidad cotidiana en la vida
cristiana: en nuestro corazón, en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestro
pueblo, en nuestras iglesias… Si no se lucha, seremos vencidos. Pero el Señor
ha dado esta tarea principalmente a los ángeles: luchar y vencer. Y el canto
final del Apocalipsis, después de esta lucha, es tan bello: Ahora se ha
cumplido la salvación, la fuerza y el Reino de nuestro Dios y el poder de su
Cristo, porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, aquel que
los acusaba ante nuestro Dios día y noche».
En fin, el Papa invitó a orar a los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
y a «rezar esa oración antigua, pero tan bella, al arcángel Miguel, para que
sigua luchando para defender el misterio más grande de la humanidad: que el
Verbo se ha hecho Hombre, ha muerto y resucitado. Éste es nuestro tesoro. Que
Él siga luchando para custodiarlo».
Radio Vaticano
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