Le dijo que no creía en Dios porque no lo
encontraba ni veía en ningún lado. El Anacoreta sonriendo le señaló:
- Pues es raro, porque a Dios lo puedes ver en el
amor de una madre, en el cariño de unos esposos, en la confianza de los amigos,
en el esfuerzo de quien se entrega a los demás...A Dios lo podemos ver en
multitud de sitios. Sólo hay que saber verlo...
Enviat per Joan Josep Tamburini
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