El cardenal arzobispo de Barcelona, Luis Martínez Sistach, ha explicado
a Radio Vaticano que en el Sínodo de los obispos se está constatando que
los problemas que me parecían de nuestro Occidente se dan también en otros
continentes». Subraya, además, el clima de «comunión, fraternidad y
pastoralidad» que se está viviendo, y apunta que en su grupo se están
presentando bastantes enmiendas a la Relatio
Especiales web (16-X-2014)
Si algo ha aprendido el cardenal Luis Martínez Sistach, arzobispo de
Barcelona, en el Sínodo de los obispos sobre la familia, es que «los problemas
que me parecían más de nuestro Occidente europeo y de los países más
desarrollados económicamente... No, no: se ha constatado que son problemas de
casi todos los continentes: África, América, etc. Porque la globalización ha
llegado a todas partes, y los problemas que tenemos, tan acuciantes, de
situaciones matrimoniales, de jóvenes que se unen y no se casan, o de que la
gente tarda mucho en casarse y disminuyen los matrimonios canónicos... se dan
también en otros continentes».
Así lo ha explicado el cardenal español en una entrevista a Radio
Vaticano. En ella, también ha subrayado el «clima de comunión, de
fraternidad, de pastoralidad» que se está viviendo estas semanas. «Esta
dimensión de pastoralidad, de Iglesia madre y maestra, que se acerca y quiere
ver la realidad, que quiere acercar a Dios a las familias y las personas, y a
las familias y las personas a Dios, está presente porque el Sínodo es una
institución de Iglesia, y por lo tanto participa de lo que es la Iglesia. Y
también porque la mayor parte de los padres sinodales son obispos, pastores,
Presidentes de las conferencias episcopales, que aportan el parecer y la
situación del matrimonio y la familia en sus diversos países», ha añadido.
LA RELATIO «NO ES UN DOCUMENTO CERRADO»
En la entrevista, el cardenal Sistach ha hecho hincapié también en que
la Relatio post disceptacionem «no es un documento cerrado ni firme,
sino un documento de trabajo, porque todos los grupos lingüísticos estamos
trabajándolo y haciendo enmiendas. Y hemos presentado bastantes. Al principio
presentábamos algunas de orden sistemático. Después, hemos sido muy conscientes
de que tenemos un documento que tenemos que mejorar, pero no vamos a cambiarlo»
porque esos cambios no podrían ser incorporados a tiempo por los «pobres
responsables de esto, el Relator general y sus colaboradores». Por eso, «nos
hemos limitado a modificar contenidos del documento y a presentar algunos modos
nuevos que no figuraban».
En su grupo lingüístico, del que es moderador, se está viviendo la misma
comunión y fraternidad que en el aula sinodal, y el «deseo de buscar entre
todos lo que conviene más a la Iglesia para el bien de las personas, de los
matrimonios y de las familias». Por ejemplo, el cardenal Sistach, ha comentado
que «todos los modos -textos- que hemos preparado, y hemos preparado muchos, se
aprueban por unanimidad. Yo les digo en broma que alguien diga que no o vote en
blanco. Pero no, salen así». Eso no implica que no haya libertad ni «que
renunciemos a nada». Hay «libertad total para hablar y presentar modos. Alguna
vez se han hecho propuestas y no han sido aceptadas».
RV / Alfa y Omega
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