Margarita tuvo siempre un gran amor por el Santísimo Sacramento. Siendo
joven, sus padres le animaban a salir con los amigos pero con 25 años entró en
el monasterio de la Visitación de Paray-le-Monial. Dos años después tuvo una
visión en la que Jesús le mostró su Sagrado Corazón. La monja sufrió mucho por
la incomprensión de los que le rodeaban ante las visiones. Antes de morir pudo
ver difundida la devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Noticia digital (15-X-2014)
Margarita de Alacoque nació el 22 de julio de 1647, siendo bautizada
tres días después. Era la quinta de los siete hijos de Claude Alacoque y
Philiberte Lamy.
El padre de Margarita murió pronto y ella tuvo que irse internada con
las clarisas. Fue allí donde comenzó una vida de ofrecimiento a Dios y llena de
sufrimientos. Sufriendo ella entendía mejor a «Aquel que ha sufrido por
nosotros», reconocía.
Siendo todavía una adolescente se quedó paralizada de cintura para
abajo. Se curó milagrosamente poco después por intercesión de la Virgen. Ella
siempre confesó un cuidado especial de María. «La Santísima Virgen tuvo siempre
grandísimo cuidado de mí; yo recurría a Ella en todas mis necesidades y me
salvaba de grandísimos peligros...»
Por eso, cuando con 25 años entró en el monasterio de la Visitación de
Paray-le-Monial, se añadió el nombre de María. Dos años después de entrar sor
Margarita María, estando recogida en adoración ante el Santísimo Sacramento,
tuvo una visión de Jesucristo. Estas visiones se repetirían todos los primeros
viernes de mes a lo largo de dos años.
Una de las visiones más importantes tuvo lugar durante la octava del Corpus
Christi de 1675. En aquella ocasión Jesús se le manifestó con el corazón
abierto, rodeado de llamas y espinas y con una herida abierta de la que brotaba
sangre y de la que salía una cruz. «He aquí el Corazón que ha amado tanto a los
hombres, que no se ha ahorrado nada, hasta extinguirse y consumarse para
demostrarles su amor. Y en reconocimiento no recibo de la mayoría sino
ingratitud», le dijo Cristo.
Durante los primeros años tras las visiones, sor Margarita María fue
incomprendida y criticada pero en sus últimos años de vida la monja pudo ver
difundida la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Los que un día habían
criticado las visiones se convirtieron en sus principales difusores.
Santa Margarita María de Alacoque murió a los 43 años de edad el 17 de
octubre de 1690. Fue canonizada el 13 de mayo de 1920 por el Papa Benedicto XV.
Sus restos reposan bajo el altar de la capilla de Paray-le-Monial.
José Calderero
@jcalderero
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