El famoso teórico comunista Antonio Gramsci, autor entre otros
conceptos de los conceptos de hegemonía cultural o de intelectual orgánico,
tuvo tiempo para pensar también en las novelas de detectives. En concreto, en
una de las cartas que escribe a su esposa, Tania, desde la cárcel, Gramsci hace
referencia a las novelas del Padre Brown escritas por Chesterton y las
contrapone a Conan Doyle y su personaje Sherlock Holmes.
He de reconocer que yo he disfrutado con los dos detectives, pero los comentarios de Gramsci me parece que merecen atención.
Transcribo aquí la carta:
Carta 62
He de reconocer que yo he disfrutado con los dos detectives, pero los comentarios de Gramsci me parece que merecen atención.
Transcribo aquí la carta:
Carta 62
Prisión de Turín, 6 de octubre de
1930
Querida Tania,
Me alegró la visita de Charles.
Me dijo que te has recuperado bien, pero me gustaría tener noticias más precisa
de su salud. Gracias por todo lo que me has enviado. No me han dado aún los dos
libros: la bibliografía fascista y los relatos de Chesterton que leeré con
ganas por dos razones. En primer lugar, porque creo que serán tan interesantes
como los de la primera serie y también porque voy a tratar de imaginar la
impresión que deben de haberte causado. Te confieso que encontraré en esto un
placer extremo. Me acuerdo con precisión de tu estado de ánimo al leer la
primera serie: tenías una feliz disposición a recibir las impresiones más
inmediatas y menos complicadas. Por otra parte, no habías otra logrado darte
cuenta de que Chesterton ha escrito una fina caricatura de las novelas de
detectives propiamente dichas. El Padre Brown es un católico que se burla de la
manera de pensar mecánica de los protestantes y el libro es esencialmente una
apología de la Iglesia romana frente a la Iglesia Anglicana. Sherlock Holmes es
el policía protestante que descubre hablando desde el exterior, basándose en la
ciencia, en el método experimental, en la inducción. El Padre Brown es el
sacerdote católico que, a través de las refinadas experiencias psicológicas
suministradas por la confesión y los trabajos de casuística de los sacerdotes,
y sin embargo sin olvidar la ciencia y la experiencia, pero basándose sobre
todo en la deducción y la introspección, derrota a Sherlock Holmes de forma
evidente, haciéndolo aparecer como un niño pequeño pretenciosa, mostrando toda
su estrechez y mezquindad. Por otra parte, Chesterton es un gran artista,
mientras que Conan Doyle era un escritor mediocre, a pesar de que le nombraron
baronet por sus méritos literarios; hay en Chesterton una distinción a
establecer entre el contenido, la intriga policial y la forma, y también en
la materia tratada encontramos una sutil ironía que hace las historias más
deliciosas. ¿Qué piensas tú? Recuerdo que leías estas historias como si fueran
hechos reales y que las hacías tuyas hasta el punto de expresar tu admiración
por el Padre Brown y su maravillosa delicadeza con una ingenuidad que me
divertía mucho. No te ofendas por esto, pues en mi placer había un punto de
envidia por tu capacidad de recibir impresiones frescas y puras.
Te beso... con cariño.
Antonio
Jorge Soley
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