Como estudiante de último año de la Escuela Superior, Jim tenía un promedio
de .427 en el bate y estaba al frente de su equipo de carreras. También era
corredor en su equipo de balompié para las semifinales del estado. Más tarde
Jim continuó como lanzador de los Yankees de Nueva York.
Ese es un logro extraordinario para cualquier atleta. Pero es algo casi
increíble para Jim, quien nació sin su mano derecha.
Un pequeño niño que apenas tenía parte de los dos dedos en una de sus
manos, en una ocasión se acercó a Jim en el club después de uno de los juegos
de los Yankees y le dijo:
-Me llaman Basura en el campamento. ¿Los muchachos alguna vez se burlaron
de ti?
- Si -Jim respondió-. Los muchachos solían decirme que mi mano parecía un
pie.
Y entonces formuló al niña la pregunta más importante:
-¿Hay algo que no puedas hacer?
El niño respondió:
-No.
-Bueno, yo también lo creo -le respondió Jim.
Hoy, lo que otros ven como una limitación lo es solo si tú piensas que así
es. Con certeza, Dios no te ve limitado, sino como quien tiene un potencial
ilimitado.
¡Cuando nosotros comenzamos a vernos como Dios nos ve, no hay récords que
no podamos romper!
La adversidad resquebraja a algunos hombres; a otros los hace romper
récords.
Proverbios 24:10
Si eres débil en el día de angustia, tu fuerza es limitada.
Si eres débil en el día de angustia, tu fuerza es limitada.
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