DE CUERPOS CELESTES Y ESPANTOS EN EL CIELO

Está el ciberespacio revuelto con nombres y disquisiciones astronómicas que son poco
inteligibles pero bastante espeluznantes para el común de los mortales: el pasado 2 de marzo se vieron (y filmaron, y colgaron en la red) en China dos soles, algo bastante novedoso porque por aquí solamente tenemos uno que suele apretar de los suyo; además se están produciendo enormes explosiones en el sol, y nos avisan de otra mayor que achicharrará la impudicia de los nudistas playeros.

Y por si fuera poco, el 9 de noviembre pasará el asteroide 2005YU55 entre la Tierra y la luna y el astronauta español Duque ha declarado que las autoridades no se están ocupando del asteroide Apophis, que pasará demasiado cerca de la Tierra dentro de 19 años.

Por otra parte se discute sobre el gran cuerpo celeste que se acerca a la Tierra, cuyas conjunciones (su alineación con la Tierra y el Sol) ha coincidido ya con tres desgracias; el terremoto de Chile, el de Nueva Zelanda y el maremoto de Japón. Según la publicación china Gran época, "en los dos terremotos de mayor magnitud de ambos años, 8,8 y 9,0 grados Richter - el 27 de febrero 2010 en Bío Bío, Chile, y el 11 de marzo 2011 en Honshu, Japón -, el cometa estaba en las únicas dos alineaciones que tuvo en ambos años en que la Tierra se encontraba entre la línea recta del Sol con el Cometa. La única alineación que se produjo entre el cometa Elenin y la Tierra con el sol en el medio en los años 2010 y 2011 ocurrió el pasado 3 de septiembre, en coincidencia con el terremoto de Nueva Zelanda. En la próxima alineación, entre el 26 y 28 de septiembre de este año, será el cometa el que estará entre la Tierra y el Sol. Se desconoce el potencial efecto de esto, ya que no hay estadísticas de otro caso similar con otro cometa".

Los blogs astronómicos hablan y discuten de Tyche, Planeta X, Nemesis, Nibiru, Hercólobus y el cometa Elenin, mientras alguien (¿tal vez la NASA?), echa leña al fuego diciendo que la estrella Betelgeuse, una estrella vecina tan grande que si fuera el sol llegaría hasta Neptuno, está por estallar y convertirse en nova, cosa que, la verdad, y en el estado actual de nuestros conocimientos, lo mismo puede ser esta tarde que dentro de un millón de años.

En cuanto a los cuerpos celestes: -Tyche es una conjetura de los astrónomos Wiltmire y Mathese en 1999 para explicar irregularidades de las órbitas de los cometas; un planeta de gas en
órbita exterior, cuatro veces el tamaño de Jupiter y 13 veces más pesado.

-El Planeta X (Equis, no Diez) es la conjetura que hizo Lowell en 1906 para explicar las alteraciones de las órbitas de Urano y Neptuno con la existencia de un gran planeta exterior de nuestro sistema solar.

-Némesis sería un hipotético compañero del sol a cosa de un año luz de distancia. Ninguno de ellos se ha visto nunca; son conjeturas astronómicas para explicar irregularidades que en algún caso se han explicado cuando se pudo observar con mejores instrumentos.

Distinto es el caso de Nibiru, un invento novelado (no una conjetura) de Zecharia Sitchin para una enana marrón, una estrella muy densa, pero ya apagada, que estaría cerca pero invisible; y Hercólobus sería un planeta tan novelesco como Nibiru, que inventó Joaquín Amortegui, quien escribió que en 1999 se le vería al amanecer como una gran estrella.

Lo malo es que, junto a estos inventos y conjeturas, aparece en la Red (todavía no en el cielo a simple vista) una cosa más seria, que es un cometa que se acerca; el cometa Elenin, descubierto en diciembre pasado por Leonidas Elenin, y que arrastra tras de sí un buen racimo de pedruscos, y que tendrá su perihelio (su máxima cercanía al sol) en torno al próximo 11 de septiembre; un
cometa extraño que va cambiando de ruta y de velocidad.

El cometa Elenin, al que los antiguos hubieran llamado heraldo de desgracias, ofrece dos motivos de inquietud: uno, el cortejo de rocas que arrastra y que podrían quedar atraidas por la masa terrestre y caer como lluvia de estrellas; y otro, que por debajo de la delgada corteza terrestre, algo de menos de 1/300 de radio terrestre, el pesado núcleo terrestre se mueva al sentir la gravedad de la masa del cometa.

El 8 de marzo de este año, tres días antes del tsunami, una astrónoma colgó un video en Youtube advirtiendo que el cometa Elenin ya había estado en conjunción el 27 de febrero de 2010, el 10 de diciembre de 2010, y volvería a estarlo el 15 de marzo y el 11 de septiembre de 2011. El 11 de marzo fue el maremoto, y la señora se queja amargamente que nadie tomara medidas cuando ella había avisado.

Por lo demás, esa creciente tribu de internautas que sospecha que alguien nos está engañando, los que ahora llaman "conspiranoicos", cree que el cometa Elenin es una pantalla para ocultarnos que lo que se nos viene es algo mucho peor, una estrella enana marrón capaz de provocar inmensas mareas gravitatorias. Según ellos, NASA lo sabe pero no lo dice, y los rusos, después
que su presidente informó al Papa en diciembre pasado, se dedican a construir a toda prisa 5.000 refugios atómicos adicionales para antes de 2012. En apoyo de sus sospechas, los conspiranoicos arguyen que no es creíble que un astrónomo aficionado descubriera un cuerpo celeste de magnitud 19ª, o sea, una mota de polvo en el Universo visible.