25 DE ABRIL DEL 2012
SIN EXCLUIR A NINGUNO DE MIS HIJOS, VENGO
NUEVAMENTE POR TODOS Y PARA TODOS.
Viene el
instante en que los que no Me comprenden, aquellos que no Me llevan en su ser,
que no Me conocen, que no Me permiten darme a Ellos, cerrarán la puerta de su
corazón y se lanzarán en contra de Mis fieles.
Les he
llamado a orar, a vivir esa oración constante, siendo Mi mismo acto dado con
todo Amor a los hermanos, disponiéndose a ser el auxilio, la comprensión, el
amparo, la caridad para quienes lo necesiten. Siendo Palabra que corrige, que
da luz, sin consentir lo pecaminoso, sino actuando con un amoroso y severo
rigor, primero para ustedes mismos y luego de corregido en ustedes, hacia los
hermanos.
Vienen
instantes en los que la humanidad debe escuchar lo que no ha deseado escuchar,
lo que se ha negado a escuchar. El estado de esta generación es nefasto; Mis
Mensajeros Celestiales: sus compañeros, les asisten sin que les atiendan esta
realidad de su vida. ¡Cuántos peligros son alejados de cada uno de ustedes por
sus Custodios¡ Los Mensajeros Celestiales no descansan, viven el dolor ante la
negativa de la humanidad que aleja la conversión y se anexa al dueño de la
mentira y la confusión.
San Miguel,
Jerarca Celestial, junto a miríadas de Sus Legiones, miran expectantes las
reacciones de la humanidad, reacciones de negación ante Mi Madre, que en todos
los países de la Tierra, peregrina rescatando almas que el demonio mantiene en
cautiverio.
Son
instantes en los que la falta de humildad lleva a la negación del estado de
oscuridad en la que se mueven.
Hijos,
atiendan, esta generación vivirá lo que nunca antes otra generación ha vivido…
el peso del pecado ha logrado verter el Cáliz Amargo sobre la misma humanidad.
La vida de
paz viene para todos los fieles, vivan y prediquen la verdad, ámenme en la
Eucaristía, fortalézcanse para lo venidero.
Sean
defensores de la vida y de los inocentes. Sólo a través de Mi Amor retomarán el
rumbo de la paz. Les Bendigo.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
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