¡Oh poderosa Santa Rita!
Dulce y
poderosa abogada de los casos imposibles, socorredora cuando se ha perdido toda
esperanza, refugio y aliento en el dolor y sufrimiento, valiosa mediadora ante
Dios Padre, dame tu milagroso auxilio para que acabe mi sufrimiento y
desesperación.
Santa mujer que siempre das asistencia al que con esperanza lo solicita; con toda la confianza en tu celestial poder, recurro a ti en este problema urgente e imprevisto que oprime dolorosamente mi corazón.
Habla,
ruega, pide, intercede por mí.
Presentada es mi angustiosa suplica, seguro que Él me escuchará, y yo me valdré de este favor para mejorar mi vida y mis costumbres, para cantar en la tierra y en el cielo las misericordias Divinas. Amén
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