A medida que avanzan las investigaciones y las audiencias de las personas que formaban parte de una red que traficó con venezolanas embarazadas y cuyos bebés recién nacidos fueron vendidos en Europa, las autoridades colombianas presumen que varios de los menores habrían sido utilizados en rituales satánicos.
SECTAS SATÁNICAS:
LAS QUE MEJOR PAGAN
El diario colombiano El Heraldo pudo
establecer que la información, a modo de hipótesis, surgió de las labores
investigativas, ya que en algunos de los casos los
menores fueron vendidos por más de 30.000 euros (unos 130
millones de pesos colombianos).
“Esa
cifra es muy alta y realizando labores de investigación hemos identificado que
en varias partes del mundo se ha dado la misma situación y resulta que los menores van a dar a manos de personas que
realizan rituales satánicos”, dijo una fuente a este medio.
La hipótesis cobró fuerza
cuando una de las personas capturadas señaló que la red a la que pertenecía
tenía vínculos con varias organizaciones en Europa que le habían detallado
cómo comercializaban a los menores.
“Esa
persona nos indicó que una de las redes en Europa les dijo que ellos vendían
los menores a quien mejor pagara, y que unas de las mafias que mejor pagan son aquellas que están involucradas
con sectas satánicas que beben sangre de menores”, detalló la fuente.
De igual forma, pudieron determinar que otros de los menores fueron
vendidos para que parejas del mismo sexo los adoptaran. Este medio pudo
establecer también que posterior a las capturas de las cinco personas, dos de
ellas se escaparon antes de que se iniciaran las audiencias.
ASÍ ACTUABAN
Según se conoció, el modus operandi de
esta banda se basaba en el abordaje de mujeres en
gestación y en estado de vulnerabilidad. “La organización abordaba a las mujeres en
estado de gestación y una vez que
nacían los menores eran entregados para ser vendidos, al tiempo que eran
registrados de manera irregular para posteriormente sacarlos del país hacia
Ecuador y posiblemente llevados a Europa”, relató una fuente que
detalló que la red era liderada por una mujer venezolana, una mujer ecuatoriana
y un ciudadano colombiano.
Tras varios meses de
investigación, la Fiscalía General de la Nación y Migración Colombia con el
apoyo del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) y el Ejército Nacional
llevaron a cabo diligencias de allanamiento, el pasado 30 de abril, a través de
la ‘Operación Natus’, y lograron la captura de seis
personas y el rescate de un bebé que fue entregado al
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para el restablecimiento de
sus derechos.
La organización, según las
autoridades, tenía su radio de acción en Cúcuta,
en el Norte del departamento de Santander y junto a la frontera con Venezuela,
y estaba conformada por al menos unos seis integrantes y era liderada por tres
de ellos. El operativo contó, además, con el apoyo de los Servicios de
Seguridad Diplomática de la Embajada de Estados Unidos.
Secretaría RIES
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