Los
sacramentales recogen una gran variedad de bendiciones y han permanecido como
una parte de la vida de la Iglesia a lo largo de los siglos.
El Concilio Vaticano II sobre la Sagrada Escritura nos dice en su artículo 60: “La santa madre Iglesia instituyó, además, los
sacramentales. Estos son signos sagrados creados según el modelo de los
sacramentos, por medio de los cuales se expresan efectos, sobre todo de
carácter espiritual, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los
hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se
santifican las diversas circunstancias de la vida.”
Es importante entender que los
sacramentales NO son lo mismo que los
sacramentos. Los primeros fueron creados e instituidos por nuestra Santa
Madre Iglesia y operan por medio de su intercesión (i.e. son signos de la oración
de la Iglesia) para disponernos a recibir el efecto de los sacramentos tal a
como nos dice el Concilio.
Y más
importante aún es saber que los
sacramentos son necesarios para alcanzar la salvación, a diferencia de
los sacramentales.
¿QUÉ SON LOS
SACRAMENTALES?
De manera más sencilla, los
sacramentales son los ritos de
bendición y consagración que se encuentran en el Ritual y en el
Pontifical Romano.
A pesar de que tienen raíces bíblicas, muchos se
sorprenden al saber que el número de sacramentales ha cambiado a lo largo de
los siglos.
La
Iglesia, en su sabiduría, puede cambiar, modificar, añadir o sustraer
sacramentales de acuerdo a las circunstancias culturales.
¿CUÁNTOS SACRAMENTALES
EXISTEN?
Así que, ¿Cuántos sacramentales
existen? ¿Hay alguna lista donde podamos ir y consultar los sacramentales
disponibles? Antes de discutir cualquier lista de sacramentales, debemos
conocer brevemente la historia detrás de la compilación de sacramentales de la
Iglesia.
Aunque los sacramentales han
estado presentes desde el inicio de la Iglesia misma, no tenemos ninguna
compilación sino hasta el siglo V.
En ese tiempo, la Iglesia Romana
comenzó a juntar los textos litúrgicos de los sacerdotes en un volumen único
llamado "Sacramentario". Éste
incluía, además del texto para celebrar la Misa, "las
oraciones [que los obispos] quieren al consagrar una iglesia y muchos
exorcismos, bendiciones y consagraciones que se encuentran ahora en el
Pontifical Romano y el Ritual".
Este tipo de libro litúrgico fue
generalmente usado hasta la Edad Media, cuando el Rituale Romanum fue introducido para separar las oraciones de la
Misa de las diversas bendiciones sacramentales.
Durante la Edad Media, cada
diócesis tenía su propio Ritual de forma que hacía falta uniformidad. Es por
tal razón, que el Papa Pablo V instituyó el Rituale Romanum en 1614 para ser utilizado ampliamente en la
Iglesia.
Este libro fue revisado en 1752 y
contenía una larga colección de bendiciones para varios objetos.
Desde ese momento, el Ritual ha sido revisado en múltiples
ocasiones y refinado hasta el día de hoy.
La lista de bendiciones
sacramentales se ha reducido a lo largo de los siglos y se han brindado
instrucciones más directas.
Sin embargo, cada diócesis (y
orden religiosa) está aún autorizada a elaborar su propio suplemento para el Ritual y puede instituir sus propios
sacramentales con la aprobación del
Papa.
Dado que los sacramentales son instituidos por la Iglesia y son adaptados a la
cultura, el número de sacramentales ha fluctuado y nunca ha habido un
número permanente.
Los sacramentales están
destinados a santificar nuestra vida cotidiana y dependen grandemente en la
situación actual. Lo que era aplicable en el siglo V puede que no
necesariamente aplique hoy en día. Ellos no tenían computadoras, por ejemplo, y
una bendición para el Internet hubiese sido algo extraño para ellos.
Es por
esto, además, que es casi imposible elaborar una lista completa de todos los
sacramentales actualmente en uso. Se debería contactar a cada diócesis y orden
religiosa en el mundo para determinar qué sacramentales han instituido.
TIPOS DE SACRAMENTALES
Sin embargo, al menos podemos
categorizarlos para tener una idea de lo que son y cuántos hay. Primero que
todo, la Iglesia define bendiciones sacramentales (de personas, comidas,
objetos y lugares) así como exorcismos, que están destinados a alejar la
presencia del maligno de lugares, personas y objetos.
Las bendiciones de personas incluyen, entre otros: "Bendición
del abad o abadesa de un monasterio, consagración de vírgenes y viudas, el rito
de profesión religiosa y la bendición de ciertos ministerios de la Iglesia
(lectores, catequistas, acólitos, etc.)”.
Las bendiciones de objetos diseñados para uso sagrado incluyen: "La
dedicación o bendición de una iglesia o altar, la bendición de los óleos
santos, recipientes, vestimentas, campanas, etc.”.
Las bendiciones sacramentales incluyen también aquellas cosas que rodean la
“piedad popular” tales como las estaciones de la cruz, rosarios,
medallas, etc.
Hay
además, numerosas bendiciones de objetos usados cotidianamente como campos de
deportes, escuelas, bibliotecas, equipos de pesca, máquinas de comunicación,
hornos, etc. Para una lista mucho más amplia de sacramentales, pueden revisar
el Ritual Romano o el Bendicional.
CONCLUSIÓN
En conclusión, los sacramentales recogen una gran variedad de bendiciones
y han permanecido como una parte de la vida de la Iglesia a lo largo de los
siglos.
La Iglesia instituye estas
bendiciones no para complicar nuestras vidas o para hacerla menos bíblica, sino
para infundir nuestras vidas diarias con gracias espirituales adicionales que
nos ayudarán a ser Cristianos virtuosos.
A medida que avanzamos,
mantengamos siempre en mente ese fin y no hagamos estos rituales sólo por
hacerlos.
La peor cosa que podemos hacer es utilizar estas bendiciones sacramentales como una especie de libro
de “hechizos” o “encantamientos” que trabajan de forma “mágica” para alcanzar
un objetivo deseado.
A Satanás le gusta burlarse de
Dios y por eso ha influenciado las artes negras de tal forma y es por esto que
magos y brujos tienen algo similar al Ritual,
pero de una manera mucho más perversa y maligna.
El
demonio busca controlar y poseer el mundo, mientras Dios busca santificar el
mundo y nos anima a volver siempre a Él.
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