REDACCIÓN CENTRAL, 01 Nov. 17 / 02:45 pm (ACI).- En esta
época se ha difundido la posición proaborto de que el niño por nacer no debe
ser considerado un ser humano si es que no es capaz de sentir dolor en el
vientre materno. Sin embargo, la dignidad de la persona humana no depende de
una capacidad para el dolor, sino en el derecho a la vida y su dignidad como Hijo de Dios.
El National
Catholic Register recogió todo lo que la ciencia ha descubierto
hasta el momento sobre lo que experimenta el feto, a través de los sentidos, en
el útero materno.
1. ANGUSTIA
Los fetos a las 8 semanas muestran signos fisiológicos de angustia en
respuesta a los estímulos, y a las 20 semanas son capaces de retroceder ante
los factores estresantes y experimentar un aumento de las hormonas del
estrés. La exposición excesiva a factores estresantes en el útero puede
llevar a problemas emocionales y de conducta más adelante en la vida.
2. DOLOR
Un artículo de 2006 en el British Medical Journal hizo la afirmación sin
reservas de que “es imposible que un feto sienta
dolor”.
Declaraciones más recientes del Royal College of Obstetricians and
Gynecologists, el Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y otras
autoridades reconocen que los fetos pueden experimentar dolor al menos en el
tercer trimestre.
Incluso antes del tercer trimestre, la angustia fisiológica y las
reacciones aversivas son evidencia de algún tipo de trauma. Tal vez no sea
un dolor consciente, pero eso no significa que no sea desagradable.
3. VISTA Y PREFERENCIAS
VISUALES
Se sabe desde hace mucho tiempo que los sonidos del mundo exterior
llegan a los bebés en el útero, pero es menos conocido que la luz también puede
llegar a ellos. La luz suficientemente brillante pasa a través de la pared
abdominal; si es demasiado brillante, los bebés se apartarán de ella.
Sin embargo, no siempre se estremecen ante la luz y, a veces, están más
interesados en lo que ven que en otras ocasiones.
Hemos sabido por un tiempo que los recién nacidos demuestran una
preferencia por mirar caras sobre otras cosas. El año pasado, un estudio
pionero proyectó imágenes claras a través de la pared uterina y descubrió que,
incluso antes de que nacieran, los bebés ya prefieren las imágenes similares a las facciones que otro tipo de
imágenes.
4. RECONOCIMIENTO DE
AUDICIÓN Y LENGUAJE
Sabemos desde hace un tiempo que los bebés pueden reconocer voces
familiares (sobre todo la voz de su madre, pero también otras voces que oyen a
menudo), así como canciones y rimas infantiles.
Recientemente ha aprendido más sobre el aprendizaje de
idiomas en el útero. Los bebés por nacer no solo aprenden a reconocer palabras particulares y retienen esa
memoria después del parto, sino que también pueden diferenciar entre idiomas familiares y desconocidos, de modo
que los fonemas y patrones del habla de, por ejemplo, el idioma chino, no serán
familiares para un bebé acostumbrado a escuchar ruso y viceversa.
5. GUSTO Y OLOR DENTRO
DEL ÚTERO
Lo que sea que mamá coma o beba no llega al bebé solo a través del
cordón umbilical. Lo que sabe también afecta el sabor del líquido
amniótico que los bebés prueban y tragan (¡También lamen la pared uterina
y la placenta!).
Cuando el líquido amniótico tiene un sabor dulce, los bebés ingieren
más, una preferencia que comienza a las 15 o 16 semanas . También hay afinidades integradas
para los gustos de la sal, pero, más allá de estas preferencias naturales, los
bebés también aprenden sobre el sabor en el útero.
A las 21 semanas, los fetos que usan su sentido del gusto y el olfato
pueden experimentar sabores complejos.
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