MARYLAND, 14 Nov. 16 / 05:30 pm (ACI).- El Arzobispo de Louisville y
aún Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Mons.
Joseph Kurtz, compartió su experiencia de haberse encontrado con un niño de 8
años con síndrome de Down de quien aprendió una sencilla pero clara lección.
En conferencia de prensa realizada en Baltimore este lunes 14 de
noviembre, en el marco de la asamblea plenaria del episcopado estadounidense,
Mons. Kurtz contó el encuentro que tuvo con el pequeño, un refugiado en la
ciudad de Kharkiv in Ucrania, en donde estuvo en junio de 2015.
Al reunirse con el niño y su familia, el Prelado relató
que el pequeño “instintivamente saltó a mis brazos,
me miró con una gran sonrisa y me dijo en un lenguaje que solo mi corazón
entendió: ‘Te amo’”.
“La lección es obvia: nosotros los obispos y todos
los que servimos al Señor necesitamos abrir nuestros corazones a la alegría que
otros puedan darnos. La alegría y el
amor no son solo para ser dados sino también para ser recibidos”, dijo el Prelado que en esta asamblea termina su periodo al mando del
Episcopado estadounidense.
Para Mons. Kurtz, este pequeño “y confiado
hijo de Dios merece una oportunidad”, así como muchos niños en Estados
Unidos necesitan “una oportunidad también”.
El Arzobispo también recordó haberse reunido con una docena de menores
que llegaron solos al país y que estaban bajo custodia federal. Ellos, dijo, “solo querían trabajar, estudiar y estar con sus
familias”, además de “rezar a Dios por
ayuda”.
“Ya sea el pequeño con síndrome de Down de Kharkiv
en mis brazos o la docena de jóvenes con sueños en sus corazones, nosotros los obispos necesitamos esos momentos de
inspiración y aliento que nos vienen de Dios”, compartió el Prelado.
El Arzobispo dijo que estos y otros desafíos que tienen ahora alientan
el “diálogo respetuoso” con la
administración del Presidente electo, Donald Trump.
“Unidos al Papa Francisco, confiamos y estamos
confiados, mientras escuchamos una vez más el eco de las palabras de Jesús: lo
que hiciste por el más pequeño, a mí me lo hicisteis”.
“Ya sea al proteger a un niño en el vientre de su
madre o a una familia que busca un futuro mejor como migrante y que viene de
otro país, es nuestra tarea no pensar
en nuestros propios intereses sino en el bien común”, destacó.
En toda la campaña electoral, lamentó, “hubo
una falta de civilidad sin precedentes”, sin embargo, precisó, “ahora es tiempo de caminar hacia adelante con respecto
por aquellos que sirven en la esfera pública”.
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