VATICANO, 18 Nov. 16 / 07:54 am (ACI).- En una entrevista publicada
hoy por el diario
Avvenire de los obispos italianos, el Papa Francisco explicó cómo
surgió la idea de convocar el Jubileo de la Misericordia.
“Simplemente
hice aquello que me inspiraba el Espíritu Santo”, dijo el Santo Padre, y señaló que “se
trataba solo de ser dócil al Espíritu Santo, de dejarle hacer a Él”.
“La Iglesia es el Evangelio,
es la obra de Jesucristo, y en la Iglesia las cosas entran en el momento
adecuado”, indicó.
El Año de la Misericordia fue inaugurado el 8 de diciembre de 2015, y
culminará el domingo 20 de noviembre, con el cierre de la Puerta Santa de la
Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
El Papa dijo además que espera que este Año de la Misericordia haya
permitido “a muchas personas descubrir que Jesús les ama mucho, y que se dejen
abrazar por Él”.
“La misericordia es el nombre de Dios, y también su
debilidad, su punto débil”, refirió.
Para el Santo Padre, el Año de la Misericordia “ha
sido un proceso que ha madurado a lo largo del tiempo por obra del Espíritu
Santo” desde el Concilio
Vaticano II.
En este sentido, el Papa indicó que la Iglesia existe “como instrumento para comunicar a los hombres el diseño
misericordioso de Dios”. “En el Concilio, la Iglesia sintió la responsabilidad
de estar en el mundo como signo vivo del amor del Padre”.
Francisco destacó también que al menos un siglo debe pasar para que el
cuerpo de la Iglesia absorba bien los frutos de un Concilio, y señaló que “estamos a la mitad” tras el Vaticano II,
clausurado en 1965.
El Santo Padre se refirió además a la Lumen gentium, una de las cuatro
constituciones promulgadas durante el Concilio Vaticano II, y señaló que con
ella, la Iglesia “resalta las fuentes de su
naturaleza: el Evangelio”.
De esa forma, dijo, “se mueve el eje de la
concepción cristiana de un cierto legalismo, que puede ser ideológico, a la
persona de Dios, que se ha hecho misericordia por medio de la encarnación de su
Hijo”.
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