A
solicitud de varios católicos, y con verdaderas ganas de reflexionar un poquito
más sobre este tema, pongo nuevamente a su disposición esta publicación tomada
de la Revista Católica Parroquial – Comunidad que Anuncia – No. 10 del 30 de
Abril de 1995. No esta demás mencionar que esta revista es compartida por las
siguientes Parroquias: Parroquia Santuario Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
Parroquia San Antonio de Padua, Parroquia Cristo Rey, Parroquia Santa Beatriz,
Parroquia San Pablo y Nuestra Señora del Carmen. Para mejor ilustración y
reforzando todo esto, como complemento veremos luego lo que nos dice la Biblia
Católica Latinoamericana sobre la Evolución del Hombre.
Amigo
católico, la Iglesia está tratando de andar con la Fe y la Razón de la mano… tú
también eres Iglesia. ¿Ya era tiempo no crees? ¡Anímate a andar con la verdad!
Veamos que podemos aprender de esto…
A
propósito de la Teoría de la Evolución: ¿EXISTIERON REALMENTE ADÁN Y EVA?
Según
la Biblia: Dios formó a Adán, el primer hombre, con barro del suelo. De una
costilla suya hizo a Eva, su mujer. Y luego los colocó en medio de un Paraíso
fantástico. Ambos vivían desnudos sin avergonzarse y Dios por las tardes solía
bajar a visitarlos y charlar con ellos. Génesis 2.
Esta
historia que nos entusiasmaba cuando éramos niños, nos pone en serias
dificultades ahora que somos grandes. La ciencia moderna ha demostrado que el
hombre ha ido evolucionando a partir de seres inferiores, desde el
AUSTRALOPITECUS, hace unos tres millones de años, pasando por el HOMO HABILIS,
el HOMO ERECTUS y el HOMO SAPIENS, hasta llegar al hombre actual.
Hoy
sabemos pues, que el hombre no fue formado ni de barro ni de una costilla, que
al principio no hubo una sola pareja sino varias, y que los primeros hombres
eran primitivos, no dotados de sabiduría y perfección
¿POR
QUÉ ENTONCES, LA BIBLIA RELATA ASÍ LA CREACIÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER?
Sencillamente
porque se trata de una Parábola, de un Relato Imaginario, que pretende dejar
una enseñanza a la gente.
La
compuso un anónimo catequista hebreo, a quien los estudiosos llaman YAHVISTA,
el que escribe sobre Yahvé-Dios, alrededor del siglo X antes de Cristo. En ese
entonces no se tenía ni idea de la Teoría de la Evolución. Pero como su
propósito no era el de dar una explicación científica ni religiosa sobre el
origen del hombre, eligió este CUENTO en el que cada uno de los detalles tiene
un mensaje religioso, según la mentalidad de aquella época. Trataremos ahora de
averiguar que quiso enseñarnos el autor, con esta narración.
LA
CREENCIA POPULAR
El
primer detalle que llama la atención es que el hombre haya sido creado de
barro. Dice el Génesis – Primer Libro de la Biblia – que en el principio,
cuando la Tierra era aún un inmenso desierto: YAHVÉ-DIOS AMASÓ AL HOMBRE CON
POLVO DEL SUELO, Y SOPLÓ SOBRE SUS NARICES ALIENTO DE VIDA: Y RESULTO UN SER
VIVO.
Para
entender esto, hay que tener en cuenta que a los antiguos siempre les había
llamado la atención ver cómo, cuando moría una persona, poco tiempo después se
convertía en polvo, llegando a la conclusión de que el cuerpo humano estaba
fundamentalmente hecho de polvo.
La
idea se extendió por todo el mundo oriental, a tal punto que la encontramos
inserta en la mayoría de los pueblos. Los Babilonios, por ejemplo, contaban
como sus dioses habían amasado con barro a los hombres, y los Egipcios
representaban en las paredes de sus templos a la divinidad amasando con arcilla
al Faraón. Griegos y Romanos compartían igualmente esta opinión.
Cuando
el YAHVISTA – escritor sagrado – quiso contar el origen del hombre, se basó en
aquella misma creencia popular. Pero agregó una novedad a su relato: que el ser
humano no es únicamente de polvo sino que posee en su interior UNA CHISPA
ESPECIAL DE VIDA que le viene de Dios, que lo distingue de todos los demás
seres vivos y que lo convierte en sagrado.
Y
no solo el Rey o Faraón, sino también el hombre de la calle. Eso quiso decir
cuando contó que Dios le sopló la nariz. Empezaba, así a revolucionarse la
concepción antropológica de la época.
La
imagen de Dios Alfarero, de rodillas en el suelo amasando barro con sus manos y
soplando en las narices de un muñeco, puede resultarnos algo extrañas. Sin
embargo en la mentalidad de aquella época era todo un homenaje a Dios.
En
efecto, de todas las profesiones conocidas en la sociedad de aquel entonces, la
más digna y perfecta, era la de Alfarero. Como impresionaba ver a ese hombre
que, con un poco de arcilla, despreciable y sin valor, que podía hallar tirada
en cualquier parte, era capaz de moldear y crear valiosos objetos: vajillas,
vasos refinados y exquisitos utensilios, con gran maestría.
El
YAHVISTA, sin pretender enseñar científicamente como fue el origen del hombre,
puesto que no lo sabía, quiso indicar algo más profundo: que todo hombre,
quienquiera que sea, es una obra directa de Dios. No es un animal más de la
creación, sino un ser superior, misterioso, sagrado e inmensamente grande,
porque Dios en persona se tomó el trabajo de hacerlo.
La
imagen de Dios Alfarero quedó consagrada en la Biblia como una de las mejores
logradas. Y a lo largo de los siglos reaparecerá muchas veces para indicar la
extrema fragilidad del hombre y su total dependencia de Dios, como en la
célebre frase de Jeremías: COMO BARRO EN MANOS DEL ALFARERO, ASÍ SON USTEDES EN
MIS MANOS, DICE EL SEÑOR. JEREMÍAS 18, 6.
LA
SOLEDAD DEL HOMBRE
A
continuación aparecen en el relato algunos pormenores curiosos y muy
interesantes. Dice que Dios colocó al hombre que había creado en un maravilloso
jardín lleno de árboles que le darían sombra y lo proveerían de sabrosas
frutas. El agua sobreabundaba en ese jardín, ya que estaba regada por un
inmenso río, con cuatro grandes brazos – afluentes.
Para
los lectores de aquella época, cuya vida transcurría en terrenos desérticos y
donde el agua resultaba difícil de conseguir, semejante descripción despertaba
perfecta imagen de la felicidad que él hubiera deseado gozar. Pero de repente
el relato se detiene. Algo parece haber salido mal. Dios mismo presiente que no
es bueno lo que ha hecho: NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO. Aun con todo el
derroche de creación que desplegó, su criatura esta solitaria y sin poder
colmar sus expectativas. Lo ha rodeado de lujos y bienestar, pero no tiene a
nadie con quien relacionarse.
Inmediatamente
Dios – dice Génesis – intenta corregir la falla mediante una nueva
intervención. Con gran generosidad crea todo tipo de animales, los del campo y
las aves del cielo, y se los presenta al hombre para que les pusiera a cada uno
un nombre y le sirvieran de compañía. Sin embargo para el hombre, Dios no
encontró un compañero adecuado. Tampoco los animales resultan una compañía para
él. ¿Dios se ha equivocado de nuevo? Luego de reflexionar, intentará subsanar
su segunda equivocación mediante una obra definitiva: ENTONCES YAHVÉ-DIOS HIZO
CAER UN PROFUNDO SUEÑO SOBRE EL HOMBRE, EL CUAL SE DURMIÓ. LE QUITO UNA DE LAS
COSTILLAS Y RELLENÓ EL VACÍO CON CARNE.
De
la costilla que Yahvé-Dios había tomado del hombre formo a la mujer y la llevó
ante el hombre. Entonces exclamó: ESTA SÍ SÉ QUE ES HUESO DE MIS HUESOS Y CARNE
DE MI CARNE. SERÁ LLAMADA VARONA PORQUE DEL VARÓN HA SIDO TOMADA.
Finalmente
Dios tiene éxito. Puede sonreír satisfecho porque ahora si ha conseguido un
buen resultado. El hombre encontró su felicidad completa con la presencia de la
mujer.
Pero
parece que la mujer definitiva fue al segundo intento, recordemos que el hombre
dice: ESTA SI SÉ…, pareciera que la primera que le presentó Dios al hombre no
le gustó.
LOS
TRES MENSAJES O ENSEÑANZAS
Estas
ingenuas escenas, que representan a Dios aparentemente equivocándose y sin
acabar de complacer los gustos del hombre, en realidad encierran tres profundas
enseñanzas:
-LA
PRIMERA ENSEÑANZA: Que la soledad del hombre no es buena. Que no ha sido creado
como un ser autónomo y autosuficiente sino necesitado de los demás, de otras
personas que lo complementen en su vida, sin lo cual el mismo hombre – NO ES
BUENO – Con aquel hipotético y solitario Adán, el autor quiso denunciar que la
primera y principal amargura del ser humano es su falta de compañía, su vida
aislada y sin ser compartida con nadie.
-LA
SEGUNDA ENSEÑANZA: Esta en la frase que dice que: en los animales Adán NO
ENCONTRÓ UNA AYUDA ADECUADA. Quiso con ella advertir que los animales no están
al mismo nivel que el hombre, que no tienen su misma naturaleza, y por tanto no
estaba bien que este se relacionara con ellos como lo hacía con las personas.
De este modo, con mucha finura y delicadeza, el autor condena el pecado de
BESTIALISMO, es decir, LAS POSIBLES PRÁCTICAS SEXUALES CON ANIMALES, que en
aquel entonces se había difundido en ciertos ambientes del Antiguo Oriente.
-LA
TERCERA ENSEÑANZA: Pretende explicar que está bien para el hombre dejar a su
padre y a su madre, afectos tan sólidos y estables en aquella época, para unirse
a una mujer. Porque esa misteriosa tendencia que todo hombre siente hacia ella
la puso Dios y solo con ella el hombre encuentra plenitud. ES EL PRIMER CANTO
DE LA BIBLIA AL AMOR CONYUGAL.
También
la escena en que desfilan todas las especies de animales frente a Adán mientras
este pasa lista, los individualiza, les hace su ficha y les da nombres propio,
tenía sentido profundo para los lectores de aquella época: PONER NOMBRE, en la
Biblia quiere decir SER DUEÑO DE.
En
efecto, en el Antiguo Oriente EL NOMBRE NO ES UN MERO TÍTULO, sino que
representa al ser mismo de la cosa. Y conocer el nombre de alguien para poder
nombrarlo equivalía A TENER PODER SOBRE ÉL.
Por
eso dice la Biblia que al crear Dios el mundo en seis días fue poniendo un
nombre a cada cosa: DÍA, NOCHE, CIELO, TIERRA. Asimismo en la familia eran los
padres quienes debían poner nombre a sus hijos, como señal de propiedad. Y
entre los Diez Mandamientos, había uno que mandaba precisamente NO TOMAR EL
NOMBRE DE DIOS EN VANO, para evitar emplearlo como señal de dominación. Aun hoy
los judíos no se atreven a mencionarlo para no mostrar supremacía y poder sobre
Dios. Pintar pues a Adán poniendo nombres a todos los animales, es lo mismo que
decir que él es el dueño de ellos, que está por encima de todos, que les
pertenecen y que están a su servicio. Es un modo de confesar que el hombre es
REY y por tanto responsable de la creación.
Otro
detalle fascinante, es el profundo sueño que Dios hizo caer sobre Adán antes de
crear a la mujer. Muchos lo interpretan como una especie de anestesia
preparatoria, ya que Dios está por intervenir quirúrgicamente a Adán para
extraerle una costilla, y quiere primero volverlo insensible.
Pero
nuestro autor entendía muy poco de medicina, y sería un desatino imaginarlo
aquí anticipándose en tantos siglos a esta práctica de la cirugía moderna. Más
bien el sueño de Adán tiene que ver con la concepción que el autor tenia DE LA
ACCIÓN CREADORA. CREAR ES EL SECRETO DE DIOS. Solo Dios lo conoce y solo Él
sabe hacerlo. El hombre no puede presenciarlo. Por eso duerme cuando Dios crea.
Al despertar, no sabe nada de lo que ha pasado. La mujer recién creada tampoco,
porque cuando se da cuenta de que existe ya ha sido formada. Con esta escena
advierte que la actuación de Dios en el mundo es invisible a los ojos humanos.
Solo quien tiene Fe puede descubrirla. Nadie logra contemplar a Dios que pasa
por su vida, si es que está dormido y no despierta a la Fe.
EVA
Y LA COSTILLA
Pero
el momento culminante de la narración y de alguna manera el centro de todo el
relato, lo constituye el detalle de la mujer formada de la costilla de Adán.
Nuestro
autor emplea aquí una bellísima imagen para dejar a los lectores una lección
grandiosa. PARA CREAR A LA MUJER, DIOS NO TOMÓ UN HUESO DE LA CABEZA DEL
HOMBRE, PUES ELLA NO ESTABA DESTINADA A MANDAR EN EL HOGAR, PERO TAMPOCO LA
HIZO DEL HUESO DE UN PIE, PORQUE NO ESTABA LLAMADA A SER SERVIDORA DEL HOMBRE,
AL DECIR QUE LA CREA DE LA COSTILLA, ES DECIR DE SU COSTADO, LA COLOCA A LA
MISMA ALTURA QUE EL VARÓN, A SU MISMO NIVEL Y CON IDÉNTICA DIGNIDAD.
En
aquella sociedad marcadamente MACHISTA, donde la mujer carecía de derechos y
tenía casi EL RANGO DE ANIMAL, al servicio exclusivo de su marido y un
instrumento para su placer, el autor quiere expresar la igualdad absoluta de
los dos sexos. Al señalar que los dos tienen el mismo origen – LAS MANOS DE
DIOS - , y que ella era SU AYUDA ADECUADA, deja asentado el más grande y
autentico PRINCIPIO FEMINISTA de la historia. Tal atrevimiento de declarar a la
mujer semejante al varón, debió haber irritado enormemente a sus
contemporáneos, y sin duda constituyo una idea revolucionaria en su época.
El
relato termina con otro detalle sugestivo: LOS DOS ESTABAN DESNUDOS, EL HOMBRE
Y SU MUJER, PERO NO SE AVERGONZABAN EL UNO DEL OTRO. Más adelante, cuando se
desata el drama del PECADO ORIGINAL sobre Adán y Eva, dirá: ENTONCES SE LES
ABRIERON LOS OJOS Y SE DIERON CUENTA QUE ESTABAN DESNUDOS. Esta ilusión
alimentó la imaginación de millones de lectores a lo largo de los siglos, y
llevó a pensar que el pecado original tenía que ver con el sexo.
Dios
no había creado una colección de seres vivientes destinados a reproducirse
siempre idénticos. Dios estaba creando la VIDA, y la VIDA se desarrollaba. No
era solamente la lucha por sobrevivir la que hacia desaparecer a los más
débiles y permanecer a los mejores armados. No era solamente la casualidad la
que hacia brotar en cada especie seres con caracteres distintos de sus
antepasados. En la materia viviente actuaban FUERZAS ESPIRITUALES, creando en
cada especie órganos nuevos, tratando de solucionar de mil maneras distintas
cada problema: órganos para ver, oír, sentir, correr, nadar, volar.
Siendo
la VIDA obra de un Dios libre e inteligente, esta fuerza incontenible buscaba
la HERRAMIENTA que permitirían al animal ser más libre y más inteligente. La herramienta más eficaz fue el CEREBRO. Los
seres más primitivos solamente tenían algunos núcleos de nervios, pero en
algunas de sus familias se formó un verdadero centro de mando: el CEREBRO. A lo
largo de 500 millones de años el cerebro ya creado se fue perfeccionando.
Aparecieron nuevas especies que tenían el cerebro más grande y mejor
organizado. Después de los reptiles aparecieron los mamíferos y dentro de estos
los ANTROPOMORFOS, o sea, animales de forma humana, algunos de los cuales existen todavía y forman el
grupo más destacado entre los monos. Y
estos antropomorfos, llevados por las fuerzas creadoras al servicio del plan
divino progresaron en tal forma que su cerebro
y su cuerpo ya pudieron ser los de un ser libre e inteligente.
Hace
unos 3 millones de años atrás, apareció una raza ya bien parecida al hombre
actual: estos ya sabían tallar las piedras en forma muy rudimentaria. Luego, como un millón de años atrás, el
famoso PITECÁNTROPO, había vencido el temor al fuego propio de los animales, y
lo usaba. ¿ERA ESTE HOMBRE VERDADERO, O SEA, DOTADO DE RAZÓN Y LIBERTAD?, no lo sabemos con certeza.
Pero
luego se presentaron razas semejantes a las nuestras. A partir de unos 70,000 años
antes de Cristo se multiplicaron los signos de una creatividad continua:
progreso en las técnicas, preocupación por enterrar a los muertos, comienzo del
arte. ¿CÓMO HABÍA SURGIDO EL HOMBRE
VERDADERO, O SEA, COMO HABÍA EMPEZADO A SER UNA PERSONA LIBRE, ANIMADA POR UN
ESPÍRITU A IMAGEN DE DIOS Y POR TANTO INMORTAL COMO ES ÉL?, nadie puede
decirlo. Este hombre era la obra de Dios en forma muy directa, cualesquiera que
fueran sus antepasados, puesto que su alma inmortal que le daba inteligencia,
libertad y poder, la recibía del Espíritu Divino.
LOS
PRIMEROS PASOS DEL HOMBRE
Durante
siglos el hombre no cambió mucho la faz del mundo. Su espíritu llevaba la imagen de Dios, pero
su cuerpo y su manera de vivir apenas lo diferenciaban de esos ANTROPOMORFOS de
los que había salido, no digamos – HABÍA NACIDO -, pues realmente - SU
PERSONALIDAD NACE DE DIOS -. Familias, grupos humanos, vivían en estado
primitivo, se alojaban en cavernas, cazaban en la selva, semejantes a unas
tribus que permanecen hasta hoy.
Lentamente
el hombre inventaba su lenguaje, hacia armas y herramientas. No se interesaba
solamente por lo útil y lo visible. Era un
artista. En las cavernas y grutas,
debajo de la tierra donde celebraba sus ritos mágicos, pintaba en la pared,
lejos de la luz del día, los animales que deseaba cazar, hoy todavía nos
admiramos de su género artístico. El
hombre era un ser religioso, enterraba a sus difuntos con ritos destinados a asegurarle
una vida feliz en otro mundo. Siendo
creado a la imagen de Dios su inteligencia pensaba instintivamente que
continuaría viviendo después de la muerte. Por primitivo que fuera este hombre tenía
una conciencia, ´podía amar, y descubría algo de Dios de acuerdo con su
capacidad.
Pero
en realidad el autor, con esta observación, solo buscaba transmitir un último
mensaje a sus lectores, basado en la experiencia cotidiana. En ella veía como los niños pequeños andaban
desnudos sin avergonzarse. En cambio al entrar en la pubertad, lo percibían y
se cubrían. Ahora bien, esa época coincidía
con la edad que todos toman conciencia del bien y del mal y son responsables de
sus actos.
El
YAHVISTA quiso decir que toda persona, al entrar en la edad de la adultez es
pecadora, y por tanto responsable de las desgracias que existen en la sociedad.
Nadie puede considerarse inocente frente al mal y son responsables de sus
actos.
El
autor buscó de esta manera establecer un vínculo entre la condición de pecador
de todo hombre, y el fenómeno universalmente percibido de la desnudez –
frecuente, además en aquella época por el tipo de túnicas cortas que usaban los
hombres -. Esta vergüenza les debía servir como recordatorio de sus pecados.
UN
HOMBRE Y UNA MUJER
La
Biblia no enseña como fue el origen real del hombre y de la mujer, porque el
escritor sagrado no lo sabía. Pero, como vimos, tampoco interesaba contar CÓMO
APARECIÓ el hombre sobre la tierra, sino DE DÓNDE APARECIÓ. Y la respuesta es
DE LAS MANOS DE DIOS.
El
CÓMO deben explicarlo los científicos. El DE DÓNDE lo responderá la Biblia. Y a
medida que pase el tiempo, los científicos podrán ir cambiando sus respuestas
sobre CÓMO fue la aparición del hombre – si existió desde siempre como hoy – si
evoluciono de seres primitivos – si sus primeras partículas provienen de otras
galaxias, etc. -.
La
Biblia en cambio nunca cambiará su DE DÓNDE: DE LAS MANOS DE DIOS, QUE ESTUVO
DIRIGIENDO TODO ESTE PROCESO. Por eso no debemos temer que aparezcan nuevas
versiones científicas porque la Biblia mantendrá siempre su mensaje: EL HOMBRE,
FRAGIL CRIATURA DE BARRO, ES LA OBRA MAESTRA DE DIOS. Todo hombre es sagrado e
irrepetible porque tiene UN SOPLO DE DIOS. Él es el Rey y el responsable de la
creación, y la mujer participa de la misma grandeza, jerarquía y dignidad que
él.
…
un trato de alta tecnología, no lo habría expresado mejor que este cuento
infantil.
Autor:
Ariel Álvarez Valdés - Comunidad que anuncia No. 10.
VERSIÓN BIBLICA
Ahora,
para reforzar lo antes dicho por su autor muy bien informado, nos vamos a la
BIBLIA CATÓLICA LATINOAMERICANA: Para entender bien la Biblia, no podemos
fiarnos de cualquier predicador que la tira por su lado. Debemos recibirla tal
como la entiende la IGLESIA CATÓLICA, que fundaron los apóstoles y que siempre
se fijó en sus normas.
¿QUÉ
HUBO EN EL MUNDO ANTES DE LA BIBLIA?: Para no extendernos demasiado con lo que
se sabe sobre el Cosmos, vamos a tomar la parte que más nos interesa referente
a la evolución del hombre: LA SUBIDA DE LOS SERES VIVIENTES.
Hace
mil o dos mil millones de años, cuando la Tierra estaba todavía caliente,
envuelta en espesas nubes de donde caían sin cesar aguaceros hirvientes, los
primeros seres vivientes aparecieron en los mares. Eran seres minúsculos, como
microbios, y que apenas hubieron aparecido, se multiplicaron y se
transformaron.
Pero
sus comienzos habían sido marcados profundamente por la violencia y los
instintos egoístas comunes a todos los seres vivientes: EL PECADO ESTABA EN ÉL.
VEAMOS
AHORA EL ANTIGUO TESTAMENTO
¿QUIÉN
ESCRIBIÓ EL GÉNESIS?
No
hubo un autor sino varios. En el tiempo del Rey Salomón – siglo X antes de
Cristo -, un escritor desconocido, al que se acostumbra llamar YAHVISTA,
compuso una primera historia del Pueblo de Dios que empezaba con el relato del
PARAÍSO. Posiblemente este hombre es el mismo que redactó la mayor parte de
David en los Libros de Samuel.
Para
hablar de Abraham, disponía de recuerdos y leyenda que los Israelitas
transmitían de padres a hijos. Para la primera parte del Génesis, en que no se
trataba propiamente de historia, utilizó la literatura de los Babilonios. Estos
tenían, desde ya siglos, poemas referentes a la PRIMERA PAREJA, el PARAÍSO
PERDIDO, el DILUVIO…. Él utilizó en parte, pero también los transformó
profundamente, para que estas historias expresaran, a modo de comparaciones,
los designios de Dios sobre su creación. En el siglo IX Antes de Cristo, otro
autor al que se acostumbraba llamar EL ELOISTA, redactó varios recuerdos de los
Patriarcas y de Moisés, repitiendo a veces lo que ya el YAHVISTA había contado
en forma algo diferente. Luego de estos dos relatos, se hizo uno solo,
mesclando a veces frases de ambos cuando contaban el mismo suceso.
Mucho
más tarde, cuando los judíos volvieron del DESIERTO DE BABILONIA – siglo V
Antes de Cristo -, sus sacerdotes añadieron muchos párrafos. Fueron ellos los
que compusieron el poema de LA CREACIÓN EN SIETE DÍAS, conque inicia el Libro y
toda la Biblia.
LA
BIBLIA NO ES UN ADORNO.
ES
EL MÁS NUTRITIVO ALIMENTO PARA EL ALMA LUEGO DE LA EUCARISTÍA.
PRIMERO
LA EUCARISTÍA – LUEGO LA PALABRA –
¡ALIMÉNTATE
MIENTRAS PUEDAS
Grupo
Católico de Oración por los Enfermos – Sí Señor.
Publicado
por: José Miguel Pajares Clausen
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