martes, 20 de mayo de 2014

SEÑALES PRECURSORAS


SEÑALES PRECURSORAS

Cuando ustedes tengan noticias de que hay guerras aquí o allá, no se asusten. Así tiene que ocurrir, sin embargo no será el fin. Porque una Nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro, y habrá terremotos en muchos lugares y habrá hambres. Eso apenas será el comienzo de los dolores.

Antes del fin, el Mensaje de la Salvación tiene que anunciarse a todas las Naciones. (Marcos 13,7,8-10)

EL PRECURSOR

Yo os enviaré mi mensajero antes de que llegue el día grande y terrible del Señor. El hará volver el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a los padres, para que cuando yo venga no tenga que exterminar la tierra.

(Malaquías 3,23,24)

MARÍA LA DIVINA PASTORA, NOS DA UNA ESTRATEGIA DE SALVACIÓN:

"Después de la SANTA MISA, la Sagrada Comunión, la frecuencia en los Santos Sacramentos, especialmente en la Divina Eucaristía, leer y practicar la Santa Palabra de Dios, de cubrirse con la Preciosa Sangre de mi hijo Jesús y de guardarse en sus Santas Llagas, y del cumplimiento fiel de los Santos y Divinos Mandamientos..., el único camino para llegar a la SALVACION es la fe y la oración y sobre todo, el rezo del Santo Viacrucis y del Santo Rosario"

ARMADURA ESPIRITUAL DE TODO CRISTIANO PARA ESTOS TIEMPOS DE PURIFICACION

LLAMADO A LA HUMANIDAD - OCTUBRE 24 DE 2005 9:55 AM.

Hijos míos, hijos de mi grey: Estáis en tiempo de tribulación y escasez, apenas están comenzando los dolores para la humanidad. Cada día se acortara más y más, hasta llegar al límite; es allí donde comenzara el tiempo de mi justicia, la cual será tormento para uno y esperanza para otros.

¡Ya no hay marcha atrás! Cada día que pasa, se acerca más mi próxima venida, alegraos ovejas de mi redil; porque después de tanta ignominia y dolor por la que pasareis, al final brillara el sol de la esperanza; el sol de una nueva vida, que traerá la paz y la armonía en todos los confines de la tierra.

Oren, oren, oren por la humanidad, es tiempo de oración y ayuno; es tiempo de suplicas y es tiempo de implorar misericordia al Padre Celestial, para que estos días de dolor y llanto, pasen lo más pronto posible. Que vuestras oraciones, suplicas, ayunos y sacrificios dependerá que se acorten o se alarguen.

Acordaos que mi Padre no se complace con vuestros sufrimientos, sois vosotros habitantes de la Tierra que con vuestro pecado, soberbia y adulterio espiritual, traeréis las guerras y la muerte, de vuestra oración dependerá la vida.

“Todo aquel que se aparte de mí perecerá. Ya el hacha está en la raíz del árbol, y todo
árbol que no de fruto, será cortado, talado y tirado al fuego”.

Ya sonaron las primeras trompetas anunciando que la batalla espiritual ha comenzado, recogeos y agrupaos y formad fortines de oración, para que os integréis a mis ejércitos Celestiales. El amor, la oración, unidos a la fe, serán las armas que destruyan toda fuerza del mal; debéis de repeler todo ataque que mi adversario os plantee; acordaos que vuestra mente y vuestra carne son presas fáciles de argucia de mi adversario, mortificar la carne y los sentidos con oración y ayuno, orad a todo instante para que ninguna fuerza del mal, pueda apartarlos de mi amor, reprendan espiritualmente espíritus de aire, envidia, venganza y Jezabel.

Todo grupo de oración y todo aquel que camine en mis caminos debe fortalecerse con la Armadura Espiritual de Efesios 6,10-18 y reforzarla con el salmo 91.

La protección espiritual de mi Salmo 91 os protegerá, el será el pasaporte para salir a La calle, acordaos que no sabéis en qué lugar os sorprenderán las catástrofes, estáis
avisados, esta Armadura que os doy hacedla también en fe por vuestros hijos y familiares a ellos también alcanzara mi protección espiritual. La hora de la justicia Divina ha comenzado y todos aquellos que son de la luz deben tener sus lámparas encendidas para que alumbren la oscuridad que se aproxima, y cieguen toda maldad y todo ataque del adversario.

Hijos míos, ovejas de mi grey, estas son las armas para el combate: Armadura espiritual (Efesios 6. 10-18)

Rezo del Santo Rosario unidos espiritualmente a mi Madre.

Salmo 91

Tú que vives bajo la protección del Dios Altísimo y moras a la sombra del Dios Omnipotente, di al Señor: “Eres mí fortaleza y mí refugio, eres mi Dios en quien confió”. Pues Él te librará de la red del cazador, de la peste mortal; te cobijará bajo sus alas y tú te refugiarás bajo sus plumas. Su lealtad será para ti escudo y armadura.
No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela en el día, ni a la peste que avanza en las tinieblas, ni al azote que asola el mediodía. Aunque a tu lado caigan mil y diez mil a tu diestra; a ti no te alcanzarán. Te bastará abrir los ojos, y verás que los malvados reciben su merecido, ya que has puesto tu refugio en el Señor y tu cobijo en el Altísimo. A ti no te alcanzará la desgracia Ni la plaga llegará a tu tienda, pues Él ordenó a sus santos ángeles que te guardarán en todos tus caminos, que te llevarán en sus brazos para que tu pie no tropiece con piedra alguna, andarás sobre el león y la serpiente, pisarás al tigre y al dragón. Porque Él se ha unido a mí yo lo libraré, Lo protegeré pues conoce mí nombre; si me llama, yo le responderé, estaré con Él en la desgracia. Lo libraré y lo llenaré de honores, le daré una larga vida, le haré gozar de mí salvación.

Cumplimiento de mis preceptos - Mandamientos de la Ley de Dios.

Estar en Gracia de Dios (Confesión y Comunión, ojalá mis guerreros reciban la Comunión Diaria)

Comunión Espiritual para los tiempos de la gran prueba, donde no vais a poder recibir mí cuerpo y mi Sangre.

Fe, confianza, esperanza, caridad, amor con vuestros hermanos, porque vais a ser probados en esto y ante todo en el amor.

Oración constante y vigilante para que no os sorprenda los ataques del adversario.

Todo soldado debe estar listo y preparado, para que no lo sorprenda el enemigo sin protección. Estad pues atentos, andad despiertos para que no los coja la noche y no lo lamentéis. Delante que la victoria es de vuestro Dios. Defended mi doctrina y mi verdad aun con vuestra vida, no os dejéis engañar, el arma sutil de las mentiras apartara a muchos de mí, haciéndolos perder la fe; sed mansos como ovejas y astutos como serpientes, no os dejéis confundir.

Uníos espiritualmente con la fuerza de la oración, unida al Corazón Inmaculado de María vuestra Madre y a los ejércitos celestiales de Ángeles y Arcángeles os darán la victoria.
Toda oración que hagáis hacedla en unión espiritual con mi Madre y mis Ángeles. Decid: Me uno en oración al Corazón Inmaculado de María y a los ejércitos Celestiales para repeles toda maldad de los demonios. Hago extensiva esta oración a mi familia, hermanos y parientes y en general al mundo entero. Jesús, María y José sálvanos de todo mal.

Que mi paz os acompañe. Que mi Madre y mis Ángeles os asistan. La Fuerza de mi Espíritu os guie.

Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los tiempos. Soy vuestro pastor: Jesús Salvador de su pueblo.

SALMO 91

Tú que vives bajo la protección del Dios Altísimo y moras a la sombra del Dios Omnipotente, di al Señor: “Eres mí fortaleza y mí refugio, eres mi Dios en quien confió”. Pues Él te librará de la red del cazador, de la peste mortal; te cobijará bajo sus alas y tú te refugiarás bajo sus plumas. Su lealtad será para ti escudo y armadura.
No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela en el día, ni a la peste que avanza en las tinieblas, ni al azote que asola el mediodía. Aunque a tu lado caigan mil y diez mil a tu diestra; a ti no te alcanzarán. Te bastará abrir los ojos, y verás que los malvados reciben su merecido, ya que has puesto tu refugio en el Señor y tu cobijo en el Altísimo. A ti no te alcanzará la desgracia Ni la plaga llegará a tu tienda, pues Él ordenó a sus santos ángeles que te guardarán en todos tus caminos, que te llevarán en sus brazos para que tu pie no tropiece con piedra alguna, andarás sobre el león y la serpiente, pisarás al tigre y al dragón. Porque Él se ha unido a mí yo lo libraré, Lo protegeré pues conoce mí nombre; si me llama, yo le responderé, estaré con Él en la desgracia. Lo libraré y lo llenaré de honores, le daré una larga vida, le haré gozar de mí salvación.

Salmo 91: Escudo Espiritual, para los tiempos de la purificación.

ROSARIO DE SAN MIGUEL

Se empieza con un Credo y un Padrenuestro; luego se dice: “Mi alma alaba y glorifica a Yahvé”. (3 veces).

Luego se dice: “San Miguel, San Gabriel, San Rafael, rogad a Dios por mí y por mí familia”. (3 veces).

Luego se reza un Padrenuestro y se dice: “Quién como Dios”. Y los demás contestan:
“Nadie como Dios”. (10 veces).

Al terminar de decir las 10 veces se vuelve a comenzar como al principio.

Al terminar el Rosario se dice: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad. Por tu inmenso amor, etc.

Al terminar esta oración se dice (7 veces): “Dad Gloria al Dios de los cielos”. Y los demás contestan: “Porque es eterna su misericordia”.

ORACION DE COMBATE DE SAN MIGUEL

Se llama primero a San Miguel, pidiéndole permiso al Padre celestial con el rezo de un Padrenuestro. Luego se dice la oración que se enseñó para estos tiempos.

San Miguel Arcángel: Defiéndenos en la pelea contra satanás y sus demonios; sed nuestro amparo y protección; que el Altísimo os dé el poder y el permiso para que nos asistáis y que Dios haga oír su voz imperiosa para que expulse a satanás y sus demonios que quieren hacer perder la humanidad. Que tu grito: “Quién como Dios, someta a satanás y sus demonios bajo nuestros pies. Amén”.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

¡Oh sangre de Jesucristo, yo te adoro en tu Eucarística presencia en el altar!
Yo creo en tu poder y dulzura. Penetra en mi alma y purifícala en mí corazón, inflámalo. Preciosa sangre de Jesús, realmente presente en la sagrada Hostia, alumbra mi inteligencia, toma posesión de mi mente, circula siempre por mis venas, que todos mis sentidos sean marcados con tu divina unción, que mí corazón palpite sólo por tu gloria y que mis labios te exulten por siempre.

(La Comunión Espiritual, hecha 3 veces, servirá de alimento espiritual para los días de la purificación, cuando no se pueda recibir la Hostia consagrada).

PROMESAS DEL BUEN PASTOR

Para todos aquellos que den a conocer mis mensajes de salvación:

1. Bendeciré y colmaré de gracias, a todos aquellos que den a conocer mis mensajes; lo mismo a sus familias.

2. Todo aquel que me ayude a propagar mis mensajes será llamado “Hijo del Altísimo y heredero del reino de la nueva y celestial Jerusalén”.

3. Perdonaré los pecados de todos aquellos que den a conocer mis mensajes y por amor a mis instrumentos, no castigaré a sus familias.

4. Los libraré del mal, lo mismo que a sus familias.

5. En la prueba de la purificación serán preservados de todo mal, no sólo ellos, sino también sus familias.

6. Ocuparán un lugar especial en mí nueva creación.

7. Me buscarán en la tribulación y no los desampararé.

Hijos míos: Estos son los mensajes que quiero den a conocer primero:

a) El primer mensaje como bienvenida.

b) La nueva Jerusalén, donde os doy a conocer la “Armadura Espiritual para estos tiempos que se avecinan”.

c) El mensaje de mi Madre: “Yo soy la llama de Amor”.

d) El mensaje: “Yo soy el Cristo de todos los tiempos”.

e) El mensaje: “La Boda del Cordero”, o El mensaje: “La Gloria de Dios”.

g) El mensaje “Sed mansos y humildes como vuestro maestro”

h) El mensaje: “En la aurora de un nuevo amanecer”.

i) El mensaje: “Caridad con vuestro hermano”.

j) De este en adelante, recalcando en el mensaje:

“Que la caridad comience por casa”.

¡Animo, pues mis pequeños! ¡Qué comience Mi Empresa de salvación! Soy vuestro
Pastor. “Jesús de la Buena Esperanza”.

ROSARIO DEL BUEN PASTOR
Dado para los tiempos de la tribulación.

Se empieza con un Credo y un Padrenuestro. En cada decena se dice: “Oh buen Pastor”, y los demás contestan: “Sé nuestro amparo y nuestro refugio”.

Al terminar cada decena se dice: “Yo soy el Buen Pastor y el Buen Pastor da la vida por sus ovejas”. Se reza un Padrenuestro y vuelve y a empezarse como al principio.

Al terminar el Rosario se reza el salmo 23.


SALMO 23

El Señor es mi pastor, nada me falta.

En prados de hierba fresca me hace reposar, me conduce junto a fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.

Me guía por el camino justo, haciendo honor a su Nombre.

Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré, porque Tú estás conmigo.

Tu vara y tu cayado me dan seguridad.

Me preparas un banquete en frente de mis enemigos, perfumas con ungüento mi cabeza y mi copa rebosa.

Tu amor y tu bondad me acompañan todos los días de mi vida; y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

Recopilado por el Grupo Católico de Oración por los Enfermos – Si Señor.

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