Francisco ha hecho un llamamiento
en la audiencia de del miércoles 19 de febrero para el cese de la violencia que
estos días está sufriendo Ucrania.
"Con preocupación sigo lo que está sucediendo estos días en Kiev. Aseguro mi cercanía al pueblo ucraniano y rezo por las víctimas de la violencia, por sus familiares y por los heridos. Invito a todas las partes a cesar toda acción violenta y a buscar la concordia y la paz del país".
Con estas palabras el Santo Padre ha transmitido su preocupación por el conflicto y las dificultades que se están viviendo desde que a mediados de noviembre comenzaron las protestas ciudadanas tras la decisión del Gobierno de no firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. El martes 18 de febrero fue especialmente trágico tras un enfrentamiento entre manifestantes y agentes que dejó un balance de 25 muertos y cientos de heridos.
Durante los 20 minutos de recorrido por la plaza previo a la audiencia, Francisco ha saludado y bendecido a los peregrinos venidos de todo el mundo, más de 20.000; con una atención especial, como ya es habitual, a los más pequeños. El fuerte viento que soplaba hoy en la Plaza, no ha impedido que el entusiasmo, los cánticos de ´viva el Papa´, y las muestras de cariño, decayeran durante esos minutos de encuentro entre el Pontífice y los fieles. Un viento que, por otro lado, sí ha provocado que parte de la audiencia Francisco estuviera sin solideo.
En la audiencia de esta mañana, el Santo Padre ha continuado la serie de catequesis sobre los sacramentos, tratando en este día el tema de la confesión.
En el resumen de la catequesis que Francisco hace en español ha dicho a los presentes:
»La catequesis de hoy está centrada en el sacramento de la Reconciliación. Este sacramento brota directamente del Misterio Pascual. Jesús Resucitado se apareció a sus apóstoles y les dijo: ´Reciban el Espíritu Santo, a quienes perdonen los pecados, quedarán perdonados´. Así pues, el perdón de los pecados no es fruto de nuestro esfuerzo personal, sino es un regalo, un don del Espíritu Santo que nos purifica con la misericordia y la gracia del Padre.
»La Confesión, que se realiza de forma personal y privada, no debe hacernos olvidar su carácter eclesial. En la comunidad cristiana es donde se hace presente el Espíritu Santo, que renueva los corazones en el amor de Dios y une a todos los hermanos en un solo corazón, en Jesucristo. Por eso, no basta pedir perdón al Señor interiormente; es necesario confesar con humildad los propios pecados ante el sacerdote, que es nuestro hermano y representa a Dios y a la Iglesia. Nos puede hacer bien pensar hoy a cada uno, ¿cuánto tiempo hace que no me confieso? Cada uno responde, le puede hacer bien.
»El ministerio de la Reconciliación es un auténtico tesoro, que en ocasiones corremos el peligro de olvidar, por pereza o por vergüenza, pero sobre todo por haber perdido el sentido del pecado, que en el fondo es la pérdida del sentido de Dios. Cuando nos dejamos reconciliar por Jesús encontramos una paz verdadera".
A continuación ha saludado a los peregrinos de lengua española, "en particular a los participantes en el Curso Internacional de Animación Misionera, así como a los grupos provenientes de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a acercarse con frecuencia al sacramento de la Penitencia, a confesarse y recibir así el abrazo de la infinita misericordia del Padre, que nos está esperando, para darnos un fuerte abrazo".
Al finalizar el resumen de la catequesis y los saludos en todas las lenguas, el Santo Padre ha saludo también a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. "La Virgen María os ayude a vosotros, queridos jóvenes a comprender cada vez más el valor del sacrificio, en vuestra formación humana y cristiana; os sostenga a vosotros, queridos enfermos, en el afrontar el dolor y la enfermedad con serenidad y fortaleza; y os guíe a vosotros, queridos recién casados, a construir vuestra familia sobre las bases sólidas de la fidelidad a la voluntad de Dios".
Esta mañana, el Santo Padre se ha reunido con 19 presos - acompañados por dos capellanes, dos religiosas y magistrados de supervisión - de las cárceles de Pisa y Pianosa en Santa Marta. El encuentro, que no estaba programado, ha durado tres cuartos de hora en los que Francisco ha saludado y bendecido uno a uno a los detenidos.
Este grupo de presos participa en un recorrido espiritual y por ello los respectivos capellanes les han acompañado hoy a la audiencia general en peregrinación a Roma. Por la mañana han celebrado misa en las Grutas vaticanas y en torno a las 9 de la mañana el Papa, informado de su presencia, ha decidido reunirse con ellos en privado antes de la audiencia general.
"Un encuentro bellísimo, conmovedor. El Papa ha querido saludarles y bendecirles uno a uno, les ha animado mucho, su signo ha sido de gran paternidad espiritual en lo relacionado con personas que están profundamente comprometidas en un recorrido espiritual", ha dicho monseñor Baldisseri, secetario del sínodo de los obispos; según ha publicado el diario italiano Avvenire.
"Con preocupación sigo lo que está sucediendo estos días en Kiev. Aseguro mi cercanía al pueblo ucraniano y rezo por las víctimas de la violencia, por sus familiares y por los heridos. Invito a todas las partes a cesar toda acción violenta y a buscar la concordia y la paz del país".
Con estas palabras el Santo Padre ha transmitido su preocupación por el conflicto y las dificultades que se están viviendo desde que a mediados de noviembre comenzaron las protestas ciudadanas tras la decisión del Gobierno de no firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. El martes 18 de febrero fue especialmente trágico tras un enfrentamiento entre manifestantes y agentes que dejó un balance de 25 muertos y cientos de heridos.
Durante los 20 minutos de recorrido por la plaza previo a la audiencia, Francisco ha saludado y bendecido a los peregrinos venidos de todo el mundo, más de 20.000; con una atención especial, como ya es habitual, a los más pequeños. El fuerte viento que soplaba hoy en la Plaza, no ha impedido que el entusiasmo, los cánticos de ´viva el Papa´, y las muestras de cariño, decayeran durante esos minutos de encuentro entre el Pontífice y los fieles. Un viento que, por otro lado, sí ha provocado que parte de la audiencia Francisco estuviera sin solideo.
En la audiencia de esta mañana, el Santo Padre ha continuado la serie de catequesis sobre los sacramentos, tratando en este día el tema de la confesión.
En el resumen de la catequesis que Francisco hace en español ha dicho a los presentes:
»La catequesis de hoy está centrada en el sacramento de la Reconciliación. Este sacramento brota directamente del Misterio Pascual. Jesús Resucitado se apareció a sus apóstoles y les dijo: ´Reciban el Espíritu Santo, a quienes perdonen los pecados, quedarán perdonados´. Así pues, el perdón de los pecados no es fruto de nuestro esfuerzo personal, sino es un regalo, un don del Espíritu Santo que nos purifica con la misericordia y la gracia del Padre.
»La Confesión, que se realiza de forma personal y privada, no debe hacernos olvidar su carácter eclesial. En la comunidad cristiana es donde se hace presente el Espíritu Santo, que renueva los corazones en el amor de Dios y une a todos los hermanos en un solo corazón, en Jesucristo. Por eso, no basta pedir perdón al Señor interiormente; es necesario confesar con humildad los propios pecados ante el sacerdote, que es nuestro hermano y representa a Dios y a la Iglesia. Nos puede hacer bien pensar hoy a cada uno, ¿cuánto tiempo hace que no me confieso? Cada uno responde, le puede hacer bien.
»El ministerio de la Reconciliación es un auténtico tesoro, que en ocasiones corremos el peligro de olvidar, por pereza o por vergüenza, pero sobre todo por haber perdido el sentido del pecado, que en el fondo es la pérdida del sentido de Dios. Cuando nos dejamos reconciliar por Jesús encontramos una paz verdadera".
A continuación ha saludado a los peregrinos de lengua española, "en particular a los participantes en el Curso Internacional de Animación Misionera, así como a los grupos provenientes de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a acercarse con frecuencia al sacramento de la Penitencia, a confesarse y recibir así el abrazo de la infinita misericordia del Padre, que nos está esperando, para darnos un fuerte abrazo".
Al finalizar el resumen de la catequesis y los saludos en todas las lenguas, el Santo Padre ha saludo también a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. "La Virgen María os ayude a vosotros, queridos jóvenes a comprender cada vez más el valor del sacrificio, en vuestra formación humana y cristiana; os sostenga a vosotros, queridos enfermos, en el afrontar el dolor y la enfermedad con serenidad y fortaleza; y os guíe a vosotros, queridos recién casados, a construir vuestra familia sobre las bases sólidas de la fidelidad a la voluntad de Dios".
Esta mañana, el Santo Padre se ha reunido con 19 presos - acompañados por dos capellanes, dos religiosas y magistrados de supervisión - de las cárceles de Pisa y Pianosa en Santa Marta. El encuentro, que no estaba programado, ha durado tres cuartos de hora en los que Francisco ha saludado y bendecido uno a uno a los detenidos.
Este grupo de presos participa en un recorrido espiritual y por ello los respectivos capellanes les han acompañado hoy a la audiencia general en peregrinación a Roma. Por la mañana han celebrado misa en las Grutas vaticanas y en torno a las 9 de la mañana el Papa, informado de su presencia, ha decidido reunirse con ellos en privado antes de la audiencia general.
"Un encuentro bellísimo, conmovedor. El Papa ha querido saludarles y bendecirles uno a uno, les ha animado mucho, su signo ha sido de gran paternidad espiritual en lo relacionado con personas que están profundamente comprometidas en un recorrido espiritual", ha dicho monseñor Baldisseri, secetario del sínodo de los obispos; según ha publicado el diario italiano Avvenire.
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