LA GALAXIA COMO PARÁBOLA DIVINA
¿Cuál es la medida del respeto y
amor que se tiene Dios a sí mismo? El respeto y amor que se tiene es infinito,
supone la más perfecta adoración. Dios conociéndose se adora. No puede ser de
otra manera. La adoración es la única postura razonable ante Dios.
Por eso, en el Evangelio, Jesús
llama Dios al Padre. Podría llamarle siempre Padre, pero muchas veces le llama
Dios. Para así dejar claro que el Hijo (siendo Dios) adora al Padre. La
adoración del Hijo hacia al Padre está fuera de toda duda. A Dios sólo se le
puede adorar.
No sólo el Hijo adora al Padre.
Dios se adora a sí mismo, y nos enseña a nosotros a adorarle. Cualquier otra
medida de amor o respeto resultaría insuficiente.
Dios se ama a sí mismo. ¿En qué medida? Infinitamente. Esto no es
soberbia egoísta. Sólo Dios puede ser objeto digno del obrar de Dios. Los demás
podemos entretenernos con objetos inferiores. Dios conoce todas sus criaturas
conociéndose a sí mismo.
P.
FORTEA
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