Es tiempo que comprendas completamente que eres
digno de vivir y permanecer bajo la bendición de Dios en todas las áreas de tu
vida.
Es tiempo que comprendas
completamente que eres digno de vivir y permanecer bajo la bendición de Dios en
todas las áreas de tu vida y familia. Vivir en la bendición de Dios es posible
si permanecemos conectados a la fuente que es Jesús mismo en nosotros.
Algunos se sienten poco
merecedores de ser felices y vivir bajo la bendición de Dios en forma
constante. Mucha gente no comprenden esto, y ellos mismos cierran las puertas
de grandes bendiciones de Dios, solo por creerse, de forma consciente o
inconsciente, que no merecen estar bien, ser felices y prósperos en todo.
Pueden decir con sus palabras que creen y que quieren recibir las bendiciones
de Dios, pero en el fondo de su corazón, su creencia es que son pecadores,
imperfectos y poco merecedores de las cosas buenas.
Para vivir en forma constante
bajo el favor y bendición de Dios tenemos que entender el significado de la
gracia. Gracia es favor inmerecido, significa que no somos dignos por nuestros
propios méritos, pero si somos dignos por la gracia de Dios, por el amor que
nos tiene nuestro Padre celestial. Él se encargó de que seamos dignos, y lo
hizo porque le interesa que seamos bendecidos en todo, de lo contrario nunca
hubiera enviado a Su hijo Jesús a que derrame su sangre y sufra para que
nosotros no tengamos que hacerlo.
Quiero revelarte cosas de Dios el
Padre, Él, el Padre de Jesús, y nuestro Padre celestial, nos ama tan
profundamente como Cristo mismo lo hizo en la tierra. Algunos tienen la idea de
Él es más severo, más estricto para que seamos santos. Pero en verdad la biblia
dice lo siguiente (nueva traducción viviente):
“Ese día pedirán en mi nombre. No
digo que pediré al Padre de parte de ustedes, ya que el Padre mismo los ama
profundamente, porque ustedes me aman a mí y han creído que vine de Dios”. Juan
16:26-27 (NTV)
¡Miren cuanto nos ama el Padre!
Jesús está revelando el corazón del Padre diciendo que Él mismo nos ama
profundamente, y Jesús ya no tendrá que pedir todo por nosotros, sino que ahora
tenemos el mismo acceso al Padre que Jesús mismo, pidiéndole en su nombre.
·
- Somos dignos porque aun siendo pecadores hemos sido lavados y
limpiados por la sangre preciosa de Cristo. Efesios 2:13
·
- Somos dignos porque esa sangre tiene el valor más alto del
universo, y es precio fue pagado por ti y por mí.
·
- Somos dignos porque tenemos un origen divino, porque fuimos
creados por un Dios bueno y perfecto.
·
- Somos dignos porque tenemos el inefable privilegio que estamos
hechos a imagen y semejanza de Dios.
·
- Somos dignos porque todo lo que Dios creo es bueno y fuimos
planeados para que ser felices junto a Él por siempre.
·
- Somos dignos porque al creer en Jesús nuestro nombre quedó
inscripto en el libro de la vida.
·
- Somos dignos porque tenemos la
potestad de ser llamados “Hijos de Dios”. 1 Juan 3:1
- Somos dignos porque si nos equivocamos, tenemos un abogado para con el Padre que nos vuelve a dar su perdón cuando hay un verdadero arrepentimiento.
- Somos dignos porque si nos equivocamos, tenemos un abogado para con el Padre que nos vuelve a dar su perdón cuando hay un verdadero arrepentimiento.
·
- Somos dignos porque las misericordias de Dios se renuevan cada
mañana para con nosotros. Lamentaciones 3:22-23
·
- Somos dignos porque el Espíritu Santo vive en nosotros y nos fue
dado para consolarnos, ayudarnos y perfeccionar nuestra santidad.
·
- Somos dignos porque la palabra de Dios es viva y eficaz y nos
ayuda a alcanzar las promesas de Dios lavándonos de malos pensamientos e
intenciones.
Cada vez sientas que no mereces
las cosas, culpable o desanimado, lee y relee la lista anterior hasta que
comprendas que eres digno de vivir bajo la bendición constante, por lo que
Cristo hizo en la cruz por nosotros.
No te sientas culpable por ser
feliz, ese es un pensamiento religioso inventado por los hombres. Tú y tu
familia son dignos de vivir felices, en paz y prósperos en todas las cosas, por
siempre.
Recuerda cada vez que pides, que
deseas, que necesitas cosas bajo el plan de Dios, las puertas están abiertas
para ti, día y noche, el Padre está en su trono para escucharte, el trono de
misericordia. Sus ángeles están al servicio nuestro, y la sangre de Jesús nos
limpia de todo pecado. ¡Amén!
“Así que acerquémonos con toda
confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su
misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la
necesitemos”. Hebreos 4:16
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