domingo, 31 de marzo de 2013

MUNILLA DENUNCIA DOS IMÁGENES NEW AGE, EL VASO Y EL AGUA Y EL ELEFANTE, POR CONTRARIAS A LA FE


Relativismo anticatólico.

El obispo donostiarra recuerda que el pluralismo religioso no es nada nuevo: ya fue rebatido por San Ambrosio a Simanco en el siglo IV.

Si en su predicación del Viernes Santo el obispo de San Sebastián calificó el aborto (que ha crecido un 22% en el País Vasco) como "masacre de inocentes" y "holocausto silencioso", y anunció el programa de la diócesis para ayudar a las madres en dificultades, este Domingo de Pascua ha difundido un artículo titulado El vaso, el agua y el elefante donde refuta el relativismo religioso de corte New Age [Nueva Era] que difunden dos imágenes poderosas, "claramente incompatibles con nuestra fe católica".

Una es la del vaso y el agua: "Las religiones serían como el vaso (hay muchos vasos); mientras que la espiritualidad sería como el agua. Se puede beber agua en diversos tipos de vasos o sin necesidad de ellos".

Otra es la del elefante: "Se representa a un elefante rodeado de una serie de personajes vestidos con los atuendos típicos de diferentes religiones; todos ellos con los ojos totalmente vendados", que tocan diversas partes del animal. Bajo la viñeta, un lema: Dios es mayor que lo que las religiones dicen sobre Él. "Es obvio", concluye el prelado vasco, "que la conclusión a la que pretende hacernos llegar esta imagen del elefante es que todas las religiones se reducen a un intento infructuoso del hombre de alcanzar a Dios".

Ambas remiten al “pluralismo religioso -es decir, la presentación de todas las religiones como igualmente verdaderas", que "no es sino la lectura del hecho religioso a la luz del relativismo". Y "la Nueva Era ha resultado ser una aliada inestimable para la penetración del relativismo en el campo religioso. Lo que hoy en día se lleva es el sincretismo y el esoterismo, como distintivo de una espiritualidad que está abierta a todo, sin necesidad de creer en nada en concreto".

No es nada nuevo, advierte monseñor Munilla, porque ya en el siglo IV el senador romano Simanco quiso que todas las religiones quemasen incienso a la divinidad en el altar de la Victoria, porque "a tan gran Misterio es imposible que se pueda llegar por un solo camino”.

Los cristianos se negaron, y San Ambrosio, obispo de Milán, le explicó por qué: "San Ambrosio mantiene que el politeísmo es irracional, y que Dios nos ha librado de él gracias a la Revelación. A diferencia de otras religiones, la religión cristiana no es una gnosis, una salvación por el conocimiento, sino que nace del hecho histórico de la Encarnación, Muerte y Resurrección de Cristo, gracias a las cuales Dios nos ha abierto el camino de acceso a su Misterio de vida. Aquí reside la originalidad del cristianismo: el acontecimiento central de la historia humana ha sido la venida de Dios, quien en Cristo, ha salido al encuentro del hombre. La teoría del pluralismo religioso es totalmente incompatible con nuestra fe en la Encarnación".

Y en ello ha querido insistir el José Ignacio Munilla por una razón sustancial: "Los obispos hemos recibido el ministerio de guardar la integridad de la fe. Se trata de una encomienda que abarca tres niveles: Tener una fe coherente, predicar con pedagogía y rebatir los errores contrarios".

ReL

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