Un hombre sacrificó una vaca grande, encendió la parrilla y le dijo a su hija:
"Hija,
llama a nuestros seres queridos y vecinos para que coman con Nosotros...
¡Démosle un festín!"
Su hija
salió a la calle y comenzó a gritar: "¡Por
favor, ayúdanos a apagar un incendio en la casa de mi papá!".
Después de unos momentos, salió un pequeño grupo de personas; y el resto hizo
como si no oyeran los gritos de auxilio.
Los que
vinieron comieron y bebieron hasta hincharse.
El padre
atónito se volvió hacia su hija y le dijo: "Hija,
no conozco a ninguna de las personas que vinieron, nunca las había visto antes.
¿Dónde están nuestros seres queridos, familiares y colegas?".
La hija
dijo,
"Estas personas salieron de sus hogares para ayudarnos a apagar un
incendio en nuestra casa, no para la fiesta. Estos son los que merecen nuestra
generosidad y hospitalidad".
Conclusión: Aquellos que no te ayuden durante tus luchas, no deberían comer contigo
en tu fiesta de la victoria.
No
todos los que se llaman tus AMIGOS lo son!!
¡¡No todos los que se
llaman tu FAMILIA lo son!!
Muchos están solo cuando tú
estás, pero deja de buscarlos y verás que nunca estuvieron
No hay comentarios:
Publicar un comentario