“Donde surge la Cruz, se ve la señal de que ha llegado la Buena Noticia de la salvación del hombre mediante el amor. Dónde se levanta la cruz, está la señal de que se ha iniciado la evangelización”, decía el Papa San Juan Pablo II.
Meditando en el misterio del sufrimiento del Hijo de Dios, quien siendo
completamente inocente se entregó por nosotros, cada persona puede hacer más
llevadero su propio dolor o sufrimiento, sus propias penurias y problemas
cotidianos.
Cercanos a la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que la Iglesia
Católica celebra cada 14 de septiembre, te presentamos una novena que nos ayuda
a recordar el gran amor que Dios tiene por cada uno de nosotros.
PRIMER
DÍA DE LA NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz. De
nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
antes de la Novena
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque
con mis pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado
por tu divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de
pecado. Jesús mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para el primer
día
Te saludo, Cruz Santísima, con todos los nueve coros de Celestiales
Espíritus y doy al Señor con todos ellos, todas cuantas gracias puedo, porque
se dignó honrarte haciendo de Ti trono de la Majestad Divina, para
remedio del mundo, crédito de sus milagros y reparo de aquella primera caída,
porque seas alabada. Amén.
Cinco Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh! Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más
santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola
fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño,
dulces clavos, dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron
el remedio nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus
alabanzas.
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Oración para todos los
días
¡Oh Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos,
que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro
del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado,
crédito de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios,
palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia,
para que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para
servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma,
que es lo que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte,
y que por ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor
Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos
los siglos. Amén.
Tres Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la Virgen
Dolorosa
Soberana Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz
padeciste tan agudos dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en
Madre de todas las criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis
peticiones y socorrer las necesidades de mi alma, que yo te prometo no
apartarme ya de la Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus dolores,
sintiendo tantas penas por la ingratitud que te causaron mis pecados, para que
así consiga con tu amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz, los
frutos de la redención que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí se dicen las peticiones)
Oración final para
todos los días
Señor mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el
instrumento de la Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a
este sagrado leño, que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con
resignación y perseverancia y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan
lucido estandarte. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
SEGUNDO
DÍA DE LA NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz. De
nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
antes de la Novena
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque
con mis pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado
por tu divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de
pecado. Jesús mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para el segundo
día
Te saludo, Cruz Santísima, con todos los Santos Patriarcas, y doy al
Señor con ellos todas cuantas gracias puedo, porque se dignó honrarte queriendo
que fueses adorada de las gentes, y lo que es más de la Reina de los Angeles,
con aquella adoración que sólo se debe a su Majestad Santísima, que sea alabada
para siempre. Amén.
Cinco Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh! Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más
santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola
fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño,
dulces clavos, dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron
el remedio nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus
alabanzas.
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Oración para todos los
días
¡Oh Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos,
que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro
del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado,
crédito de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios,
palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia,
para que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para
servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma,
que es lo que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte,
y que por ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor
Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos
los siglos. Amén.
Tres Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la Virgen
Dolorosa
Soberana Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz
padeciste tan agudos dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en
Madre de todas las criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis
peticiones y socorrer las necesidades de mi alma, que yo te prometo no
apartarme ya de la Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus
dolores, sintiendo tantas penas por la ingratitud que te causaron mis pecados,
para que así consiga con tu amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz,
los frutos de la redención que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí se dicen las peticiones)
Oración final para
todos los días
Señor mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el
instrumento de la Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a
este sagrado leño, que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con
resignación y perseverancia y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan
lucido estandarte. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
TERCER
DÍA DE LA NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz. De
nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
antes de la Novena
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque
con mis pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado
por tu divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de
pecado. Jesús mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para el tercer
día
Te saludo, Cruz Santísima, con los Santos Profetas, y doy al Señor con
ellos, todas cuantas gracias puedo, porque se dignó honrarte poniendo en ti el
fundamento de la militante Iglesia, adornada de los siete sacramentos y
demás misterios que en virtud veneramos, porque seas alabada en los siglos de
los siglos. Amén.
Cinco Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh! Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más
santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola
fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño,
dulces clavos, dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron
el remedio nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus
alabanzas.
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Oración para todos los
días
¡Oh Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos,
que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro
del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado,
crédito de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios,
palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia, para
que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para servirle,
bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma, que es lo
que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte, y que por
ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor Jesucristo, que
con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos. Amén.
Tres Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la Virgen
Dolorosa
Soberana Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz
padeciste tan agudos dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en
Madre de todas las criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis
peticiones y socorrer las necesidades de mi alma, que yo te prometo no
apartarme ya de la Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus
dolores, sintiendo tantas penas por la ingratitud que te causaron mis pecados,
para que así consiga con tu amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz,
los frutos de la redención que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí se dicen las peticiones)
Oración final para
todos los días
Señor mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el
instrumento de la Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a
este sagrado leño, que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con
resignación y perseverancia y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan
lucido estandarte. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
CUARTO
DÍA DE LA NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz. De
nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
antes de la Novena
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque
con mis pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado
por tu divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de
pecado. Jesús mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para el cuarto
día
Te saludo, Cruz Santísima, con todos los Santos Apóstoles, y doy
al Señor con ellos, todas cuantas gracias puedo, porque se dignó honrarte
haciendo que en tu virtud se convirtieran tantas almas, así de obstinados
pecadores como de apóstatas y gentiles, que alumbrados de tu indeficiente luz
abjuran de sus errores, confesando una fe, un bautismo, una Iglesia, una
verdadera ley y un Dios y Señor de todo, que ser adorado para siempre. Amén.
Cinco Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh! Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más
santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola
fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño,
dulces clavos, dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron
el remedio nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus
alabanzas.
V. Te
adoramos Cristo y te bendecimos.
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Oración para todos los días
¡Oh Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos,
que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro
del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado,
crédito de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios,
palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia,
para que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para
servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma,
que es lo que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte,
y que por ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor
Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos
los siglos. Amén.
Tres Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la Virgen
Dolorosa
Soberana Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz
padeciste tan agudos dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en
Madre de todas las criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis
peticiones y socorrer las necesidades de mi alma, que yo te prometo no
apartarme ya de la Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus
dolores, sintiendo tantas penas por la ingratitud que te causaron mis pecados,
para que así consiga con tu amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz,
los frutos de la redención que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí se dicen las peticiones)
Oración final para
todos los días
Señor mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el
instrumento de la Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a
este sagrado leño, que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con
resignación y perseverancia y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan
lucido estandarte. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
QUINTO
DÍA DE LA NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz. De
nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
antes de la Novena
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque
con mis pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado
por tu divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de
pecado. Jesús mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para el quinto
día
Te saludo, Cruz Santísima, con todos los Santos Evangelistas, y
doy al Señor con ellos, todas cuantas gracias puedo, porque se dignó honrarte
haciendo que en tu virtud se salven tanta infinidad de almas, siendo Tú la
llave maestra que a todos les franqueas el Paraíso para gozarte en la
gloria cantando a Dios alabanzas por toda la eternidad. Amén
Cinco Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh! Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más
santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola
fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño,
dulces clavos, dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron
el remedio nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus
alabanzas.
V. Te
adoramos Cristo y te bendecimos.
R. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Oración para todos los
días
¡Oh Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos,
que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro del
Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado, crédito
de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios, palma
encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia,
para que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para
servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma,
que es lo que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte,
y que por ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor
Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos
los siglos. Amén.
Tres Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la Virgen
Dolorosa
Soberana Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz
padeciste tan agudos dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en
Madre de todas las criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis
peticiones y socorrer las necesidades de mi alma, que yo te prometo no
apartarme ya de la Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus
dolores, sintiendo tantas penas por la ingratitud que te causaron mis pecados,
para que así consiga con tu amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz,
los frutos de la redención que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí se dicen las peticiones)
Oración final para
todos los días
Señor mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el
instrumento de la Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a
este sagrado leño, que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con
resignación y perseverancia y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan
lucido estandarte. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
SEXTO DÍA DE
NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de
la Santa Cruz. De nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de
Contrición antes de la Novena
Pésame
Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el
infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque
pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque con mis
pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús. Antes
querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado por tu
divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de pecado. Jesús
mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para
el sexto día
Te
saludo, Cruz Santísima, con todos los Santos Mártires, y doy al Señor con
ellos, todas cuantas gracias puedo, porque se dignó honrarte haciendo que en tu
invención milagrosa se halle el más precioso tesoro que venera nuestra fe,
suscitando en él sus antiguas maravillas con destrucción de los ídolos,
confusión de los gentiles y crédito de su loable providencia, que sea
alabada por siempre. Amén.
Cinco
Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh!
Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más santa que los
santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola fuiste digna
de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño, dulces clavos,
dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron el remedio
nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus alabanzas.
V. Te adoramos Cristo y te
bendecimos.
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Oración para
todos los días
¡Oh
Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos, que
hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro del
Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado, crédito
de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios, palma
encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia,
para que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para servirle,
bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma, que es lo
que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte, y que por
ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor Jesucristo, que
con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos. Amén.
Tres
Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la
Virgen Dolorosa
Soberana
Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz padeciste tan agudos
dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en Madre de todas las
criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis peticiones y socorrer
las necesidades de mi alma, que yo te prometo no apartarme ya de la
Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus dolores, sintiendo tantas penas
por la ingratitud que te causaron mis pecados, para que así consiga con tu
amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz, los frutos de la redención
que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí
se dicen las peticiones)
Oración final
para todos los días
Señor
mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el instrumento de la
Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a este sagrado leño,
que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con resignación y perseverancia
y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan lucido estandarte. Amén.
En el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
SÉPTIMO
DÍA DE LA NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz. De
nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
antes de la Novena
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque
con mis pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado
por tu divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de
pecado. Jesús mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para el séptimo
día
Te saludo, Cruz Santísima, con todos los Santos Confesores, y doy
al Señor con ellos, todas cuantas gracias puedo, porque se dignó honrarte
obrando en tu virtud, aquel admirable triunfo que en las Navas de Tolosa hizo
cantar a los fieles la victoria con la vista rubicunda de su Santísima Imagen,
y sobre todo por el triunfo que consiguió del demonio, quedando éste confundido
y adorada la Majestad verdadera que sea ahora y siempre venerada en la
Santísima Cruz. Amén
Cinco Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh! Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más
santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola
fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño,
dulces clavos, dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron
el remedio nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus
alabanzas.
V. Te
adoramos Cristo y te bendecimos.
R. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Oración para todos los
días
¡Oh Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos,
que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro
del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado,
crédito de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios,
palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia,
para que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para
servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma, que
es lo que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte, y
que por ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor
Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos
los siglos. Amén.
Tres Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la Virgen
Dolorosa
Soberana Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz
padeciste tan agudos dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en
Madre de todas las criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis
peticiones y socorrer las necesidades de mi alma, que yo te prometo no
apartarme ya de la Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus
dolores, sintiendo tantas penas por la ingratitud que te causaron mis pecados,
para que así consiga con tu amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz,
los frutos de la redención que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí se dicen las peticiones)
Oración final para
todos los días
Señor mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el
instrumento de la Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a
este sagrado leño, que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con
resignación y perseverancia y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan
lucido estandarte. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
OCTAVO
DÍA DE LA NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz. De
nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
antes de la Novena
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque
con mis pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado
por tu divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de
pecado. Jesús mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para el octavo
día
Te saludo, Cruz Santísima, con todas las Santas Vírgenes y muy en
particular con la primacía de ellas y doy al Señor con ellas, todas
cuantas gracias puedo, porque se dignó honrarte permitiendo el que fueses
restituida con gloriosa exaltación al mismo lugar en que antes te habías visto
exaltada por el autor de la vida, con el aplauso que ahora hace venerarte como
preciosa reliquia; llenando al mundo de admiración y milagros, para que así
confesemos lo que debemos a Dios en la Santísima Cruz y que sea adorada para
siempre. Amén.
Cinco Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh! Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más
santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola
fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño,
dulces clavos, dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron
el remedio nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus
alabanzas.
V. Te
adoramos Cristo y te bendecimos.
R. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Oración para todos los
días
¡Oh Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos,
que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro
del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado,
crédito de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios,
palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia,
para que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para
servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma,
que es lo que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte,
y que por ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor
Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos
los siglos. Amén.
Tres Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la Virgen
Dolorosa
Soberana Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz
padeciste tan agudos dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en
Madre de todas las criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis peticiones
y socorrer las necesidades de mi alma, que yo te prometo no apartarme ya
de la Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus dolores, sintiendo
tantas penas por la ingratitud que te causaron mis pecados, para que así
consiga con tu amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz, los frutos de
la redención que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí se dicen las peticiones)
Oración final para
todos los días
Señor mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el
instrumento de la Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a
este sagrado leño, que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con
resignación y perseverancia y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan
lucido estandarte. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
NOVENO
DÍA DE LA NOVENA POR LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz. De
nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
antes de la Novena
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me
pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan amable como Vos y porque
con mis pecados, he sido causa de la pasión y muerte de mi Redentor Jesús.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente ayudado
por tu divina gracia, no pecar más y apartarme de todas las ocasiones de
pecado. Jesús mío, misericordia, misericordia y perdón.
Oración para el noveno
día
Te saludo, Cruz Santísima, con todos los justos de la tierra y
cortesanos del cielo; y doy al Señor con ellos, todas cuantas gracias puedo,
porque se dignó honrarte proveyendo en tu virtud muchos frutos, que redunda a
la Católica Iglesia, en la expulsión de demonios, extirpación de herejías,
dilatación de la fe, exaltación de su Santísimo nombre y demás misterios que
confesamos, para honra y gloria de Jesús que en la Cruz y con la Cruz sea
alabado eternamente. Amén.
Cinco Padrenuestros y cinco Gloria
Antífona
¡Oh! Cruz Santísima, más resplandeciente que todos los astros y más
santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable; que sola
fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño,
dulces clavos, dulces penas que toleradas en ti por mi Señor Jesucristo, fueron
el remedio nuestro. Salva a todos los cristianos que en este día repiten tus
alabanzas.
V. Te
adoramos Cristo y te bendecimos.
R. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Oración para todos los
días
¡Oh Cruz Santísima! Nobilísima entre todos los árboles frondosos,
que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia; reina del Padre, astro
del Hijo, sello del Espíritu Santo; honra y gloria del mismo Crucificado,
crédito de las maravillas de Dios, oliva frondosa, cedro escogido de Dios,
palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del
Omnipotente Rey, árbol de la vida y fuente de la bienaventuranza, te adoro y
humildemente te alabo, y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus
misteriosos brazos mi necesidad presente con todas las de la Iglesia, para
que por tu virtud se digne el Señor remediarlas, si ha de ser para servirle,
bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de ti misma, que es lo
que yo más deseo y sobre esto, una acertada, feliz y dichosa muerte, y que por
ti me reciba el que por ti se dignó redimirme, que es mi Señor Jesucristo, que
con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos. Amén.
Tres Ave María a Nuestra Señora de los dolores
Oración a la Virgen
Dolorosa
Soberana Emperatriz de los cielos, que al pie de la Santísima Cruz
padeciste tan agudos dolores, y por dignación suprema quedaste constituida en
Madre de todas las criaturas, dígnate afligidísima Señora de patrocinar mis
peticiones y socorrer las necesidades de mi alma, que yo te prometo no
apartarme ya de la Santísima Cruz y acompañarte siempre en tus
dolores, sintiendo tantas penas por la ingratitud que te causaron mis pecados,
para que así consiga con tu amparo y por el santo madero de la Santísima Cruz,
los frutos de la redención que en ella nos otorgó vuestro Hijo Jesús. Amén.
(Aquí se dicen las peticiones)
Oración final para
todos los días
Señor mío Jesucristo, que te dignaste redimir al mundo eligiendo el
instrumento de la Santa Cruz, concédenos por la virtud que comunicaste a
este sagrado leño, que merezcamos cargar la Cruz de nuestro estado con
resignación y perseverancia y que merezcamos ver gloriosamente en el cielo tan
lucido estandarte. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Redacción ACI Prensa
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