miércoles, 3 de agosto de 2022

SE CANCELAN LAS MISAS Y CONFESIONES EN UNA CAPILLA EN CHICAGO DEL INSTITUTO DE CRISTO REY SUMO SACERDOTE

 Sus sacerdotes no aceptaron las condiciones impuestas por el cardenal Cupich

Los responsables de la Capilla de Cristo Rey en Chicago, a cargo del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote, confirmaron el domingo que las misas y confesiones públicas de sus sacerdotes han sido canceladas. Un cartel oficial del Instituto fue colocado en diferentes lugares, diciendo: «A partir del 1 de agosto, se suspende la celebración de misas públicas. Se suspenden los horarios de confesión. La capilla permanece abierta para la oración».

(LSN/InfoCatólica) Se confirma así la primicia informativa que dio LifeSite del pasado 18 de julio. En la misma se daban los antecedentes de esta suspensión, basados en el conocimiento interno de Keith Armato, un prominente laico católico de Chicago involucrado con el Instituto.

Armato, que había podido leer la carta del cardenal Cupich en la que se anunciaba la suspensión de los sacerdotes del Instituto a partir del 1 de agosto, explicó entonces a LifeSite que el motivo de esta suspensión es que el Instituto no podía, en conciencia, firmar el documento que les había presentado Cupich.

En ese documento, que contiene varios puntos, se pedía a los sacerdotes del Instituto que firmaran que la Misa del Novus Ordo es la única expresión verdadera del rito romano, rechazando así el rito romano tradicional. Entre otras cosas, también se pidió a los sacerdotes que aceptaran que tendrían que pedir permiso al arzobispo para celebrar la misa tradicional en latín, y que este permiso estaría limitado a dos años y podría ser revocado en cualquier momento. Armato había dicho a LifeSite que el Instituto no podía firmar este documento porque va «contra su carisma».

La capilla está dedicada al rito romano tradicional y ha atendido a unos 400-500 fieles cada domingo que ahora se verán privados de la misa y los sacramentos tradicionales. El Instituto está situado en el South Side de Chicago, por lo que atiende a una comunidad diversa con diferentes grupos y algunos de ellos bastante pobres. Ahora se verán privados de gran parte de la atención pastoral de sus sacerdotes.

Según ha podido saber LifeSite, aparte de los carteles colocados en diferentes lugares del Instituto, los propios sacerdotes no hablaron del asunto este domingo en la misa. Se limitaron a pedir oraciones. Muchos observadores no entienden su silencio, también a la luz del hecho de que muchos feligreses les han hecho grandes donaciones para la restauración de su iglesia en Chicago, que se incendió hace unos años y necesita ser restaurada.

Después de la Misa, el Instituto realizó ayer una procesión eucarística. Se vio a los asistentes llorar.

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