Hace un tiempo, a los que habíamos cantado y bailado canciones del grupo español Jarabe de Palo, nos sorprendió la noticia de que su cantante, Pau Donés, estaba muy enfermo, ya que padecía un cáncer terminal.
Toda la alegría y frescura que
desbordaban sus canciones parecían desvanecerse ante esa noticia. Pau Donés
siempre fue alguien joven de espíritu y, a pesar de su enfermedad, mantuvo esa
buena actitud y buena mirada hacia la vida hasta el final.
Te quiero mostrar hoy vemos un
fragmento de la entrevista que le hizo el periodista Jordi Évole justo antes de
morir, tan solo dos semanas antes.
Vemos a un Pau Donés muy
humano, sincero y realista. Muy consciente de la verdad de su vida y que, en
este tramo final de ella, ha logrado darse cuenta de lo que de verdad importa.
PAU DONÉS NOS ENSEÑA A ACEPTAR LA REALIDAD QUE
TENEMOS
Empieza la conversación con el
periodista con unas palabras que ya te dejan helado por la dureza y verdad con
la que las trasmite: “Tengo cáncer, me estoy
muriendo”.
Aceptar la realidad que se
vive de frente es algo que a mí me costaría muchísimo. Su comentario puede
sonar a resignación. Sin embargo, lo veo más como una actitud de aceptación y
de abrazar la realidad que tiene.
Algo que es muy verdadero es
que las personas de a pie tendemos a idealizar a aquellos famosos que vemos en
la cima de la fama. En este caso, a aquel cantante que tanto nos hacía bailar y
cantar.
Él quiere conversar y dar esta
entrevista antes de morir porque quiere romper con eso, quiere que le vean como
lo que es. Una persona de carne y hueso, una persona normal, con su corazón, su
situación y sus anhelos como cualquier otra. Por ello, en la entrevista, Pau
Donés continua:
«Lo que quería es
acabar los días teniendo una conversación con alguien, intentando dar una
imagen nuestra, que a lo mejor las personas no tienen. Es la imagen de las
personas normales y corrientes».
En el fondo, no solo está
aceptando su realidad, sino que está tratando de poder dar al mundo algo bueno.
Algo que pueda construir a alguien con eso que él padece. Dar vida donde
aparentemente solo hay muerte.
SI ESTAMOS
ENAMORADOS, TODOS SIEMPRE QUEREMOS VIVIR MÁS Y VENCER LA MUERTE
Al cantante se le detectó el
cáncer el 1 de septiembre de 2015 y falleció el 9 de junio de 2020. Estuvo
cerca de 5 años luchando por vencer la enfermedad. Tras tantos años de lucha y
a tan solo unos días antes de su muerte, el entrevistador le pregunta: «¿cuánta prórroga pedirías?».
Él responde, sin parecer
cansado de luchar: «toda una vida, toda una vida,
pero si tengo que contarla… hasta los 70. Sí, quince o veinte años más. Pero no
pasa nada… lo que dure, vale… pero sí, me gustaría vivir más».
Estoy convencida de que su
respuesta se debe al hecho de que tiene un hijo con quien le gustaría poder
seguir compartiendo sus días y vivencias. Toda vida es vivible a pesar del dolor, si vivimos
enamorados de algo que está en ella.
Aun así, su actitud de acogida
ante la realidad es verdaderamente reveladora: «pero
no pasa nada… lo que dure». Parece que, en el fondo, su anhelo es el
mismo que el mío: vivir lo máximo que pueda, pero con el corazón sereno, aceptando lo que tenga que ser.
PAU DONÉS, EL «THINK POSITIVE» O VIVIR EN CLAVE DE
ESPERANZA
Terminando la entrevista, el
periodista le hace una de las preguntas que más vida pueden dar y que más
pueden hacer crecer a alguien que esté viviendo de forma despistada.
La pregunta es la siguiente: «¿Qué le dirías a alguien a quien recientemente le han
diagnosticado un cáncer como el tuyo, para que disfrute de la vida?». Desde
su sencillez, Pau Donés responde que no le diría nada, que no se preocupara,
que disfrute de la vida.
Qué sencillo parece, ¿verdad? No preocuparnos y disfrutar de la vida es
en el fondo confiar y acoger todo como lo que verdaderamente es: un don, un
regalo de Dios. Continúa con un «no tengas miedo». Me
recuerda a esas palabras pronunciadas por san Juan Pablo II en 1987: «¡no tengáis miedo de mirarle a Él!».
Palabras que nos animan a
vivir en la libertad verdadera de sabernos Hijos amados de Dios, para afrontar
cualquier situación venidera. Ese «think positive» que
dice Pau Donés solo es posible si tenemos la mirada clavada en la promesa que
Dios nos hace. En la certeza de que nuestra esperanza se funda en el convencimiento que tenemos
por Cristo de que todo está en vías de triunfo.
TENER PACIENCIA CON NOSOTROS MISMOS, BUSCAR HACER
LA VIDA AMABLE Y BONITA
«La vida es
cuatro días y tres pasaron ya», defiende el cantante en la entrevista. Lo cierto es que no le falta
razón. El tiempo pasa y pasa rápido si no vivimos atentos al presente.
Por ello, ante la conciencia
de lo fugaz que es el tiempo, Pau aconseja que no pasemos por esta vida estando
«de mala leche». «Estemos aquí de buenas», haciendo
la vida más amable y bonita a los demás. Es así como nos la hacemos más amable
y bonita a nosotros mismos.
Dejar de dar tanta importancia
a los sentimientos o sensaciones negativas que nos vienen y van. Incluso sobre
nosotros mismos:
«hay días que yo
también me odio a mí mismo y la música que hago ese día. Y ese día me dejo,
porque hay días que me quiero mucho. En general no nos odiemos, no lleva a
ninguna parte».
ESTAR ATENTOS, CONFIAR Y DISFRUTAR DE LAS PEQUEÑAS
COSAS
«¿De qué estás
feliz, Pau?» es la última
pregunta y probablemente la más reveladora que le lanza el entrevistador. Su
respuesta no nos deja indiferentes porque da con una de las que creo que son
las claves de la vida: estar atentos.
Su respuesta dice así: «Estoy feliz de estar aquí». El cantante de Jarabe
de Palo se ha dado cuenta de que, cuando sabes que tu tiempo es corto, eres
necesariamente más consciente de todo. Vives más atento y te hace mucho más
feliz todo. Vives en clave de gozo, reconoces de forma más fácil cuando estás a
gusto y agradeces con mayor facilidad.
En el fondo, todas esas
pequeñas cosas maravillosas que tenemos en nuestra vida y nos alegran el alma
son reflejos directos, signos, destellos de todo ese gozo que viene de arriba.
Cuando
estamos atentos y descubrimos esas maravillas sencillas y terrenales vemos que
son demasiado maravillosas. Nos alegran demasiado como para que sean temporales. Aun así, nos seducen tanto que queremos que duren para siempre.
Custodiarlas y gozarlas todo el tiempo que podamos.
En este tramo final de la
entrevista, Pau Donés saca a la luz su gran sensibilidad, acentuada por su
conciencia de que se le termina la vida pronto. Contempla de forma muy lúcida
el milagro de las estaciones del año, anhelando poder ver las hojas caer y los
árboles florecer una vez más.
QUE SE ME ENCUENTRE DONDE SE ME ESPERA
Esta entrevista y todo lo
bueno que sacamos de las palabras de Pau Donés me ha recordado mucho a una
anécdota que cuentan de San Carlos Borromeo.
San Carlos Borromeo
estaba jugando una partida de ajedrez. Junto a él, un grupo de religiosos y
seglares discutían respecto a lo que cada uno de ellos haría si de pronto les
notificasen que el mundo se acabaría en el espacio de una hora. San Carlos se
dirigió a ellos y dijo: «Yo seguiría jugando mi partida de ajedrez».
Si en algún momento nos diese
miedo que Dios nos encontrase donde estamos, sería porque estamos en mal sitio.
Fuera de lugar o viviendo con una disposición de corazón que no sería la
adecuada… quizá estaríamos despistados.
Una de las claves de la
felicidad es tratar de hacer en cada momento lo que creemos que el Señor espera
de nosotros en ese momento. Viviendo en mayúsculas y sacando a la luz los dones
que me ha regalado.
Entonces, en lugar de querer cambiar de sitio, me alegrará que me
encuentre donde me espera… ya sea
jugando al ajedrez, cantando o viendo los árboles a través de una ventana.
Artículo elaborado por Carla Restoy
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