El Papa Francisco explicó cuál es la actitud que el
cristiano debe vivir ante la violencia y las adversidades, que consiste en la
esperanza, en el amor y en el perdón.
Así lo explicó el Santo Padre al reflexionar en el
Evangelio dominical de este 17 de noviembre antes del rezo del Ángelus, y
después de celebrar la Misa en la Basílica de San Pedro con motivo de la
tercera Jornada Mundial de los Pobres.
“¿Y cuál es la actitud del cristiano? Es la actitud
de la esperanza en Dios, que consiente en no dejarnos abatir por los trágicos
eventos. De hecho, son una ocasión para dar testimonio”, señaló el Papa quien
añadió que “los discípulos de Cristo no pueden seguir siendo esclavos de temores y
ansiedades; en cambio, están llamados a habitar la historia, a
detener la fuerza destructiva del mal, con la certeza de que su buena acción
siempre está acompañada por la ternura providente y tranquilizadora del Señor”.
En esta línea, el Pontífice destacó que el Señor “nos llama a colaborar en la construcción de la historia,
convirtiéndonos, junto a Él, en operadores de paz y testigos de la esperanza en
un futuro de salvación y de resurrección”.
“La fe nos hace caminar con Jesús
por los caminos, tan a menudo tortuosos, de este mundo, con la certeza de que
la fuerza de su Espíritu doblará las fuerzas del mal, sometiéndolas al poder
del Amor de Dios” porque “Dios
es Amor”, afirmó el Papa.
Por ello, el Santo Padre recordó el ejemplo de los mártires “nuestros mártires, los mártires cristianos de nuestro
tiempo, que son más que los mártires del principio, quienes, a pesar de las
persecuciones, son hombres y mujeres de paz” y agregó que los mártires “nos dan una herencia para preservar e imitar que es: el
Evangelio del amor y de la misericordia”.
“Este es el tesoro más valioso que nos ha sido
donado y el testimonio más eficaz que podemos dar a nuestros contemporáneos,
respondiendo al odio con amor, a la ofensa con el perdón. Incluso en la vida
cotidiana, cuando nosotros recibimos una ofensa, sentimos dolor, pero perdonar.
Cuando nosotros nos sentimos odiamos, rezar con amor por la persona que nos
odia”, exhortó.
De este modo, el Papa Francisco rezó a la Virgen María para que “sostenga, con su intercesión materna, nuestro viaje de fe
diario, en el seguimiento del Señor que guía la historia”.
Redacción ACI Prensa
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