sábado, 10 de febrero de 2018

HOMBRES BIOLÓGICOS PODRÁN COMPETIR COMO MUJERES EN LAS PRÓXIMOS JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO


En Corea del Sur

Por primera vez, el Comité Olímpico Internacional ha dictaminado que los atletas «transgénero» pueden participar en los Juegos Olímpicos.
 (LifeSiteNews/InfoCatólica) Por primera vez en la historia olímpica, a los hombres que se identifiquen como «mujeres» se les permitirá competir contra las mujeres durante los Juegos de Invierno en Corea del Sur.
Por primera vez, el COI [Comité Olímpico Internacional] ha dictaminado que los atletas «transgénero» pueden participar en los Juegos Olímpicos. Los atletas de mujer a hombre pueden competir «sin restricción», mientras que los atletas de hombre a mujer deben someterse a terapia hormonal. Anteriormente, las directrices del COI exigían que los atletas tuvieran una cirugía de reasignación seguida de al menos dos años de terapia hormonal para ser elegibles. La única regulación que queda es que los atletas de hombre a mujer deben demostrar que sus niveles de testosterona han estado constantemente por debajo del punto de corte durante al menos un año completo antes de la competencia.
Todavía no está claro si hay, de hecho, algún atleta abiertamente transgénero que compita en los Juegos Olímpicos de Invierno 2018.
NO HARÁ FALTA CIRUGÍA DE «REASIGNACIÓN» DE SEXO
El Comité Olímpico Internacional no insiste en que los atletas «transgénero» se sometan a lo que algunos llaman cirugía de reasignación de sexo (cirugía de mutilación genital). Sin embargo, insiste en que los atletas que participan en deportes en categoría femenina no tengan más de 10 nanomoles de testosterona por litro de sangre en sus cuerpos durante un año antes de competir.
Se supone que este tipo de regulación intenta que la competencia sea «justa» aunque no es solo es la cantidad presente de testosterona la que hace la diferencia entre la capacidad atlética masculina y femenina: también es la presencia de esa testosterona cuando adolescente. Los efectos a largo plazo de tener niveles altos de testosterona y un cuerpo masculino no pueden descontarse.

Ante esta decisión surgen muchas preguntas: ¿Qué falta para detener a decenas de hombres cínicos, hambrientos de fama y contratos publicitarios ingresen a los deportes femeninos? Las perdedoras serán, por supuesto, las mujeres y los deportes femeninos, y, de hecho, todas las mujeres perderán.

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