Unos 40
católicos, entre ellos varias monjas y algún sacerdote, fueron detenidos este martes en Washington en una concentración cerca del
Capitolio en la que pedían a los legisladores que ayudasen a los “dreamers”, jóvenes
indocumentados que llegaron a EEUU como niños y de los cuales algunos podrían
ser expulsados del país.
Esta medida ha generado una gran controversia en Estados Unidos y las comunidades católicas que ayudan a los latinos católicos y otros grupos decidieron dar la cara y darles voz. Iban con imágenes de la Virgen de Guadalupe, rezando y cantando canciones religiosas.
"NUNCA HABÍA SIDO ARRESTADA"
Una de las monjas que participó fue la dominica Elise García, que aseguró que “nunca he sido arrestada en mi vida, pero con la bendición de mi comunidad, me uno a otras docenas de hermanas católicas para arriesgarme a ser arrestada hoy como un acto de solidaridad con los maravillosos y hermosos ‘dreamers’ de nuestra nación”.
Entre los detenidos hubo varias monjas y algún sacerdote
“Arresten a una monja, no a un ‘dreamer’”, dijo a los legisladores del Congreso de EEUU, tal y como recoge Catholic News Service. Además, se preguntaba: “¿qué les estamos haciendo al cuerpo de Cristo cuando se está haciendo daño a las familias?”.
"SON NUESTROS ESTUDIANTES Y FELIGRESES"
Otro de los presentes era el jesuita Thomas Reese, que dijo que representaba a los miembros de su orden de la costa oeste de EEUU. Afirmaba que ellos conocen bien a estos jóvenes: “Son nuestros estudiantes que están sentados en nuestras aulas, son nuestros feligreses que están arrodillados en nuestras iglesias, son nuestros amigos, nuestros colegas que nos han invitado a sus casas”.
El obispo de Lexington estuvo presente también en la protesta
También estuvo presente el obispo de Lexington, el franciscano John Stowe, que en su intervención dijo: “Estamos con los ‘dreamers’ (soñadores), somos uno con ellos. Y ahora pido la bendición de Dios para aquellos que están actuando en desobediencia civil, como parte de una larga tradición de no apoyar leyes injustas”.
PUESTOS EN LIBERTAD HORAS DESPUÉS
Mientras cantaban y rezaban, la Policía del Capitolio les advirtió repetidamente de que disolvieran la concentración o serían arrestados. Finalmente hubo 40 detenidos, entre ellos ocho hermanas de la Misericordia.
Los agentes pidieron a los arrestados que pusieran sus manos en la espalda, fueron esposados y se los llevaron a dependencias policiales mientras se iban rezando y cantando. Horas después eran liberados tras haber sido acusados de conducta desordenada y obstrucción.
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