sábado, 5 de noviembre de 2016

MENSAJE DE JESÚS DICE QUE ÉL VENDRÁ CUANDO NADA PUEDA PARAR LAS GUERRAS RELIGIOSAS


¿Y que tenemos ahora?
Los musulmanes fundamentalistas empujan la exacerbación de los conflictos religiosos. 
Los ataques contra los cristianos y la purga religiosa están a la orden del día en los territorios musulmanes.
Y los ataques terroristas se multiplican en Europa y EE.UU.
¿No es esto una guerra religiosa?
Y esto nos trae a un mensaje de Jesús dado en las apariciones en Kibeho, por los años ’80 del siglo XX.
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Donde Jesús habría dicho que su segunda venida será inminente cuando nada pueda parar las guerras de religión.
¿Querrá decir Jesús que en la medida que aumenta la belicosidad de los musulmanes contra los demás está más cerca su regreso?
Antes de hablar de esa profecía repasemos las enseñazas católicas sobre la segunda venida de Jesús.
ESTAS SON LAS ENSEÑANZAS CATÓLICAS SOBRE EL FINAL DE LOS TIEMPOS
Por estos días hay una ‘sed de la segunda venida del Señor’ porque los católicos ven que “esto no da para más”.
El avance del mal en el mundo, el descreimiento de Dios y pensar en un mundo maravilloso sólo con los recursos humanos, y la apostasía generalizándose en la Iglesia, llevan muchos católicos a pensar que la Segunda Venida del Señor está cercana.
Es buen momento para ver lo que dice formalmente la Iglesia al respecto en el Catecismo de la Iglesia Católica.
Estos 5 puntos que trataremos no son una escatología completa, sino sólo un esbozo de los principios básicos de la doctrina católica.
Si bien no podemos saber la hora exacta de su venida, hay señales que podemos ver si tenemos ojos para verlas.
Estas señales dan sólo indicaciones pero nos pueden permitir estar alertas porque Él vendrá “de repente” y muchos serán tomados por sorpresa.
Veamos 5 puntos centrales compartidos por todos a partir de lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica.
A partir de estos 5 puntos hay una serie de variantes que los teólogos han desarrollado, y se expresan en diferentes corrientes, que no trataremos aquí.
Leer también:
 RÁPIDO Y REPENTINO
Desde la Ascensión, el advenimiento de Cristo en la gloria es inminente aun cuando a nosotros no nos “toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad”.
Este acontecimiento escatológico se puede cumplir en cualquier momento, aunque tal acontecimiento y la prueba final que le ha de preceder estén “retenidos” en las manos de Dios. (CIC #673).
Este punto del Catecismo establece el tono del equilibrio que debe mantenerse.
Por un lado, Cristo dice que Él viene pronto y que su venida podría ser a la vez súbita y sin aviso.
Pero esta verdad debe ser mantenida en tensión con otras verdades que exponen ciertas cosas que se deben lograr y ciertos signos que deben aparecer antes de entonces.
Y estas cosas no son fácilmente o rápidamente logradas.
SUSPENDIDO HASTA QUE…
La venida del Mesías glorioso, en un momento determinado de la historia, se vincula al reconocimiento del Mesías por “todo Israel” del que “una parte está endurecida” en “la incredulidad” respecto a Jesús.
San Pedro dice a los judíos de Jerusalén después de Pentecostés:
“Arrepentíos, pues, y convertíos para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus profetas” (Hch 3, 19-21).
Y san Pablo le hace eco:
“si su reprobación ha sido la reconciliación del mundo ¿qué será su readmisión sino una resurrección de entre los muertos?” (Rm 11, 5).
La entrada de “la plenitud de los judíos” en la salvación mesiánica, a continuación de “la plenitud de los gentiles, hará al pueblo de Dios “llegar a la plenitud de Cristo”  en la cual “Dios será todo en nosotros”. (CIC # 674).
Esta mención del Evangelio a todas las naciones, y la aceptación de Cristo por los Judíos parecerían ser asuntos que tomarían algún tiempo.
¿El “endurecimiento” del pueblo de Israel ha cedido?
Esto es discutible.
A pesar de ciertos movimientos de “judíos mesiánicos” no parece que el endurecimiento que llegó a Israel se haya levantado en forma amplia o que Jesús haya sido reconocido por “todo Israel”.
¿Ha alcanzado realmente el Evangelio a todas las naciones? ¿Es suficiente el número de gentiles que están sirviendo a Dios y se arrepintieron?
Quizá sea así, se podría argumentar.
Hay muy pocos lugares en el mundo donde no hay presencia de los cristianos.
Y sin embargo en un planeta de siete mil millones de personas menos de un tercio son cristianos nominalmente y aún menos cristianos en la realidad.
¿Y qué se quiere decir con “la totalidad” de los gentiles?
Ese número está oculto para nosotros y sin duda puede ser objeto de debate.
SUFRIMIENTO Y SEDICIÓN
Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes.
La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra desvelará el “misterio de iniquidad” bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad.
La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne. (CIC # 675).
Es evidente que muchos de estos problemas han afectado a la Iglesia en todos los tiempos.
Siempre ha habido persecución. Muchos se han alejado; algunos por el cisma y algunos por incredulidad.
También ha habido momentos en los que el amor de muchos se ha enfriado.
Es evidente que estos son problemas graves y que han crecido hasta involucrar a la mayor parte del mundo hoy en día.
Sólo Dios sabe cuándo estos síntomas estarán presentes en su totalidad o sea hasta donde va llegar la prueba y la apostasía.
RECHAZO DE LA UTOPÍA SECULAR
Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico.
Incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo, sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, “intrínsecamente perverso” (CIC # 676).
Muchos en la historia humana, y especialmente en los tiempos modernos, han avanzado sobre la idea de que puede presentarse una utopía secular basada en el esfuerzo humano.
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Y operada bajo la acción de un gobierno o poder terrenal o una figura carismática.
Regímenes y movimientos represivos (a menudo dirigidas por líderes poderosos o carismáticos) del siglo pasado demandaban el poder para usarlo en la construcción de esa utopía; mencionemos sólo dos: el nazismo y el comunismo.
El triste legado del siglo XX muestra cuan trágicos y sangrientos han sido tales intentos.
También hay formas religiosas de esta utopía.
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La Iglesia rechaza las formas religiosas de esta idea, que sostienen que antes de la segunda venida de Cristo habrá un período de mil años durante el cual Cristo reinará en la tierra.
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O durante el cual la Iglesia logrará de alguna manera una victoria total antes de su Segunda venida.
Sin embargo este punto da para mucha discusión y muchos matices.
UN ÚLTIMO DESENCADENAMIENTO DEL MAL
La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección.
El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal que hará descender desde el cielo a su Esposa.
El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio Final después de la última sacudida cósmica de este mundo que pasa. (CIC # 677).
Se prevé por la Escritura y la Iglesia un último desencadenamiento intenso del mal, y este conflicto cósmico marcará el comienzo del gran triunfo y el juicio final.
Este desencadenamiento en toda la potencia del diablo en el final es misterioso y difícil de entender.
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Pero está claramente establecido en la Escritura, tal vez como una prueba final para la Iglesia, tal vez como una demostración definitiva del poder de Dios.
MANTENER EL EQUILIBRIO
Cada uno de los cinco puntos debe estar sujeto a equilibrio, porque todos estos signos han estado presentes en la historia de la Iglesia, pero no en el sentido definitivo y final.
Podemos y debemos estar atentos a estos signos, pero exactamente cuándo y cómo llegarán a un nivel definitivo no puede ser conocido por nosotros.
Cristo dijo que vendrá a la hora que no esperamos (Mat. 24:44) y que nadie sabe el día ni la hora (Mt 24:36).
El punto clave es que debemos mantener el equilibrio en estos cinco principios que marca el Catecismo, y debemos aceptar la tensión de conocer los signos pero no el calendario definitivo.
La mayoría de los errores en la escatología proceden de una falta de equilibrio.
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Y una falta de apreciación de que la época final en el que vivimos está llena de misterios y significados conocidos solamente por Dios.
El tiempo mismo es misterioso como son los significados más profundos de los acontecimientos y la historia humana.
El Señor, mientras que nos da un marco que nos recuerda de su venida de manera misericordiosa, ha insistido en que no está en nosotros saber el tiempo fijado por el Padre, y mucho menos el día y la hora.
La humildad, la vigilancia en oración, la disposición a la obediencia, el don de la santidad, y un anhelo ardiente del Reino en todo su esplendor, representan nuestra mejor postura.
Dice el que da testimonio de todo esto: “Sí, vengo pronto.” ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! (Ap. 22: 20).
EL MENSAJES DE JESÚS SOBRE SU SEGUNDA VENIDA
Supuestos mensajes de Jesús a uno de los videntes de la aparición de Kibeho dicen que antes de su venida habrá una guerra religiosa que nada será capaz de sofocar.
Ver sobre las apariciones de Kibeho aquíaquí y aquí.
En Kibeho en Ruanda un supuesto vidente afirmó que los grandes acontecimientos que habrían de venir sobre el mundo serían las interminables “guerras de religión”.
“Hoy en día el mundo está lleno de odio, y tú sabrás que el momento de mi regreso está cerca, que yo estoy en mi camino, cuando se oiga hablar y ver las guerras de religión”.
Este supuesto vidente afirmó que Jesús le dijo durante una aparición,
“Entiende que yo vendré, porque nada será capaz de poner fin a estas guerras”.
Es digno de mención porque el vidente Emmanuel Segatashya, era un muchacho pagano que nunca había oído hablar de Jesús.
Y se convirtió en el famoso lugar de apariciones que logró aprobación de la Iglesia completa el 29 de junio 2001 (cuando el obispo Augustin Misago de Gikongoro publicó una declaración relativa a la “sentencia firme”, anunciándola desde el Vaticano).
Esto es digno de mención en un momento en que vemos el conflicto sin fin en Tierra Santa – en realidad una guerra santa –, así como la persecución de cristianos en todo el mundo.
Segastashya – que murió en el genocidio de Ruanda de 1994 (que se predijo, en 1982, en Kibeho) – fue uno de los siete principales videntes.
Aunque no de los tres considerados oficialmente por el Obispo como auténticos (sentencia que ha retenido por el momento a los otros cuatro).
Sus afirmaciones, sin duda, fueron radicales y apocalípticas (en el verdadero sentido de la palabra).
Pero los sacerdotes, teólogos y obispos por igual encontraron que este joven de Ruanda – en su entendimiento repentino y profundo de la fe católica – era humilde, sincero, e inexplicable.
Su experiencia presuntamente comenzó el 2 de julio de 1982, cuando Emmanuel estaba trabajando en los campos de frijol de su padre chequeando los campos de frijol de su padre, esperando que la cosecha no hubiera sucumbido al tiempo seco como en años anteriores.
Fue ocho meses después de las apariciones iniciales de Kibeho, donde la Santísima Virgen apareció por primera vez a una estudiante del internado católico femenino en esta parte del mundo que alberga a los más pobres de los pobres.
Jóvenes que no están familiarizados con las posesiones materiales, que llevan la misma camiseta un año y ven en nuestra tecnología – por ejemplo, las cámaras automáticas – como una especie de magia.
En aquella cálida mañana de sol, después de atender a las cabras, Segatashya se había propuesto ver los campos.
Se arrodilló e hizo la inspección de los granos, se dio cuenta en su desconcierto, que no sólo no estaban marchitos, sino que parecían más hermosos y de alguna manera diferente a los frijoles que había visto antes.
Después de mostrar los frijoles a un vecino – que no se percató de nada único en ellos – el joven se dirigió hacia el río para tomar agua y estaba descansando bajo un árbol cuando (en relato de su hermana) experimentó
“la más hermosa voz que había oído en su vida”.
Oyó una segunda vez.
“!Tú, mi hijo!” , dijo.
Segatashya describió la voz como la música que se reproduce en su corazón.
“Tú, hijo, ¿si te es dado un mensaje para entregar al mundo, lo entregarías?”
Jesús se le apareció como un hombre de unos treinta años con una tez de piel oscura, pero no tan oscura como un ruandés.
Iba vestido con una túnica tradicional africana y el material, le relató a su hermana, “era brillante como si hubiera sido cosida con hilos de plata y oro”.
El Señor, dijo Segatashya que fuera a una casa y dijera que:
“Jesucristo me envió aquí hoy para decirte, y a todos los hombres, de renovar sus corazones.
Pronto viene el día cuando realmente las cosas se pondrán difíciles para la humanidad. Así que ahora tú no puedes decir de mí que yo no te lo he advertido”.
“Esos tiempos venideros, serán tiempos de pruebas, tiempos en que cada persona tendrá que llevar su propia cruz. ¡No temas, sino ten fe! afirmó Segatashya que Jesús le dijo.
“El que hace lo bueno vendrá conmigo al Cielo. Aquel que hace lo malo, será recibido por el fuego.
Por lo tanto, apresúrate a hacer el bien, porque satanás un día desaparecerá de este mundo y entonces tú nunca vas a ser tentado de nuevo.
Pero date prisa, porque hay poco tiempo”.
Un reclamo dramático.
Y este muchacho pagano no sólo fue ridiculizado por sus afirmaciones, sino que lo golpearon repetidas veces, incluso su padre; cientos pronto pululaban alrededor de su choza.
Inexplicablemente, cuando fue a la tierra de su vecino, de repente se encontró desnudo – como también fue desnudado y humillado Jesús durante sus diversas torturas.
Una mujer envolvió en una manta a Emmanuel y fue en este punto, que más tarde le dijo a su hermana, Christine, que
“Miré hacia arriba, y de repente el cielo azul por encima de mi cabeza estaba partido con raya al medio como un pedazo de tela que se rasgó en dos.
Una deslumbrante luz era tan cegadora que todo lo demás a mi alrededor desapareció en un instante – la gente, la granja, las colinas y los árboles, todo se desvaneció”.
El cielo se llena entonces con lo que parecía un “millón” flores que brillaban como estrellas y en medio de una gran luminosidad estaba Jesús.
Después de su encuentro con Jesús, cuando Emmanuel hablaba, dijeron aquellos que lo entrevistaron, que era como escuchar a un erudito o a un apóstol.
Fue descrito como teniendo una cualidad “milagrosa” en su voz, y una sabiduría mucho más allá de su educación y años.
Por otra parte, en el momento de la primera voz, Segatashya ni siquiera estaba tan familiarizado con quién exactamente era “Jesucristo” y nunca había oído hablar de la Biblia.
Christine, una vez citando a su hermano sobre de Jesús dijo:
“Él es un ser mucho mejor que cualquier ser humano que he conocido.
Su poder es maravilloso y aterrador, pero también lo es el poder de su amor.
Él ama a cada persona en el mundo con una fuerza mayor que el calor del sol o la fuerza de mil cascadas.
Él creó este mundo y todo lo que hay en él, incluyendo a todas las personas en todas partes.
Él me dijo que el mundo terminará en fuego y que Él vendrá de nuevo al mundo y llevará a todos los que viven con un corazón puro y que lo aman hasta el paraíso para estar con Él para siempre.
Pero nuestro corazón debe ser puro cuando él regrese, debemos vivir como Él vivió, cuando estuvo en la tierra hace mucho tiempo.
Él es el hombre más honorable y el espíritu más puro del universo”.
Amar a Dios y a los demás es lo que El va a buscar. Él desdeña el materialismo.
El sol se pondrá muy caliente, Segatashya dijo que le dijeron, y habrá sequías y guerras y hambre.
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El diablo aparecerá como un falso líder que alivie este malestar en ciertos lugares.
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Sabremos que el “fin” está cerca cuando estallen las guerras de religión.

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Habrá terremotos en todos los rincones del globo y vientos implacables.
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Las tribulaciones serán operadas por siete arcángeles.
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El mayor incendio vendrá de la tierra.
“Dile a todos aquellos que quieran escuchar que preparen sus corazones para el Día del Juicio, para los últimos días cercanos de la tierra”, Emmanuel afirmó que le ha dicho la aparición.
“Satanás es el autor de todas las mentiras y no es de fiar, y ha estado tratando de separar a la humanidad del amor de Dios desde Adán y Eva.
No tengas miedo, pero ten fe. Órame a Mí y confía en mí, y yo te encontraré donde quiera que estés.
Si estás en una cima de la montaña, yo te buscaré ahí, y si estás bajo un puente, te encontraré.
Clámame a mí por fuerza y coraje cuando los oscuros días vengan, y yo te daré fuerza”.
¿El “fin”, o un desenlace? Según Segatashya, en el “último día”, un arco iris de colores atravesará el cielo y formará una nube blanca.
“En ese momento, me veréis surgir de la nube llevando Mi Cruz”, citó al Señor como entonando.
HOY HAY VIOLENCIA EXTREMA POR PARTE DE ALGUNAS RELIGIONES
En en nuestro tiempo actual (sea cual sea nuestra creencia en este mensaje en particular), debemos reconocer que estamos de hecho en una intersección única de la historia – sobre todo cuando se trata de violencia en nombre de la religión.
Hay batallas espirituales que se precipitan en batallas militares reales, en cohetes reales. Esto ocurre en Gaza. Nadie sabe cómo va a terminar.
Son asesinados miles de cristianos por los musulmanes fundamentalistas de manera regular desde el Medio Oriente pasando por África y Oceanía.
Miles de cristianos son martirizados cada año. Estas muertes se han producido en treinta y seis países.
Como el Papa Francisco señaló recientemente, la cifra es más alta que durante la época de los emperadores romanos.
Los militantes del Estado Islámico han tomado monasterio por monasterio, iglesia por iglesia cristiana en Irak y Siria, y los han destruido o puesto al servicio de otro fin.
¿Es a esto lo que Jesús estaba aludiendo, en la supuesta aparición?
Cristianos – incluyendo sacerdotes y monjas – son secuestrados o asesinados y las iglesias destruidas o dañadas de forma regular en Nigeria, Indonesia, India, Filipinas, Pakistán, Irak, Siria…
Mientras en Europa y EE.UU. se multiplican los atentados de terroristas islámicos de topos islámicos.
Es para abrir los ojos y discernir.
Fuentes:

Foros de la Virgen María

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