SANTIAGO DE CHILE, 02 Nov. 16 / 08:10 pm (ACI).- La doctora Rosario Rivadeneira es
madre de seis hijos, está especializada en ginecología y obstetricia y ante el
avance del proyecto del
aborto en Chile recuerda que “los médicos no hemos sido formados para matar”
y que “la práctica médica se rige por principios
éticos”.
Ante el proyecto del aborto
que está en la Comisión de Constitución de la Cámara del Senado, en su segunda
etapa de tramitación en Chile, Rivadeneira recuerda que el primer principio
ético sobre el que se funda su profesión “es
‘primum non nocere’, es decir, primero no dañar”.
“Yo elegí ser profesional de la salud para cuidar y
proteger la vida de todos. Para
practicar abortos, no cuenten conmigo”, dijo esta
ginecóloga en declaraciones a ACI Prensa,
“¿Por qué es importante recordar esto ahora que se
está planteando la despenalización del aborto? Porque finalmente seremos los médicos los encargados de
ejecutar el acto del aborto, seremos nosotros los que mataremos a un ser
humano que, sin nuestro actuar, seguiría vivo”, explicó.
Rivadeneira recordó que el aborto “produce
daño a la salud psíquica de la mujer” y que la tecnología permite poder
atender los casos más complejos que pueden presentarse en la práctica médica.
“Uno llega a la terrible conclusión de que lo que
está detrás del proyecto es la sobrevalorización
de los derechos de unos por sobre los derechos de otros y la creencia de
que una vida sólo merece ser vivida si es querida por el resto”, lamentó.
En su opinión, la despenalización del aborto “puede
conducir a que el derecho a la vida se disminuya o desvalorice. Es algo que no
tiene un impacto positivo en la salud de las personas pero que tiene un impacto tremendamente negativo en la
percepción que como sociedad tenemos del valor de la vida”.
Rivadeneira se refirió luego a las tres causales que se ha propuesto
para permitir el aborto en Chile. Sobre la causal por “inviabilidad
fetal”, la experta sostuvo que en este país “el
acceso a ecografía realizada por un médico especialista es bajo y además, son
pocas las malformaciones que se pueden diagnosticar con total certeza”.
La médico se refirió a su propia experiencia de tener “un hijo al que se le diagnosticó una malformación
cerebral prenatal. Al buscar en la literatura como evolucionaban esos casos a
futuro, nos dimos cuenta que prácticamente
no habían casos ya que todos eran abortados”.
“Fuimos evaluados por los mejores médicos, tuvimos
acceso a todos los exámenes que se solicitaron y finalmente después del
nacimiento se vio que la situación era mucho mejor de lo esperaba, se realizó una cirugía y no tiene ninguna
secuela”, sostuvo.
Sobre la causal de violación, la doctora dijo que la considera la “más injusta. Tanto la madre como su hijo son víctimas. A
la primera se le abandona y a la segunda se le mata. Y al verdadero culpable se le deja impune”.
Frente a la causal de aborto por riesgo de vida de la madre, la
profesional aclaró que “en Chile, todas las mujeres
embarazadas en riesgo vital reciben tratamiento. Si como consecuencia de ese
acto médico, el embrión o feto muere, no se considera un aborto ya que
la intención primaria del acto médico es tratar a la madre y no matar al hijo”.
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