Haití, es el único país del
mundo consagrado al demonio. En 1791 Haití se consagró al demonio por 200 años
y fue el primer país americano en obtener la independencia. En el 2005, fue
nuevamente consagrado al demonio por otros 200 años.
Y un hecho reciente que
podemos conectar. El 12 de enero de 2010, a las 16:53 hora local, Haití sufrió
un devastador terremoto de 7,0 grados, con epicentro a 15 km de Puerto
Príncipe, su capital.
Este
hecho terrible del terremoto ocurrido en la antigua Isla de la Española,
(nombre dado por Cristóbal Colón a lo que actualmente corresponde a Haití y la
República Dominicana), nos habla de la desgraciada realidad de ese país.
LA TRAGEDIA DE HAITÍ
Pobreza,
esclavitud, hambre, plaga del Sida, (de allí partió el sida hacia los EEUU y resto
del mundo), azote de los 3 huracanes
acaecidos en 2008: Ike, Gustav y Hanna que dejaron a su paso un millar de
muertos, inundaciones y tormentas catastróficas.
Haití es un país que social y
políticamente, vive un gran desequilibrio, con un cumulo de golpes de estado
(alrededor de 30), dictadores asesinos y practicantes del vudú como fue Francoise
Duvalier y su hijo, corrupciones, analfabetismo, etc.
En el ámbito ecológico, sufre una gran deforestación con graves consecuencias en el
equilibrio medioambiental, fruto de la tala indiscriminada que sufren
los bosques, como último recurso de sus habitantes para utilizarlo como
combustible.
Socialmente,
Haití se parece a un enorme puzle, con piezas rotas, descoloridas, desgastadas, y
muchas que faltan simplemente porque no existen: son los grandes suburbios
Allí
las bandas armadas se enfrentan unas con otras, se compran armas fácilmente en cualquier mercado
a precios bajos, conviven codo con codo con los “niños de la calle” fruto de los huérfanos que nunca han conocido a
sus padres.
Se
reporta la existencia, solo en Puerto Príncipe de aproximadamente 5000 niños de
la calle,
muchos de ellos hijos de padres fallecidos de sida y contagiados de esta
terrible enfermedad, la desnutrición de
estos niños se detecta hasta un 3º grado, siendo ya una desnutrición
crónica.
La
malaria y la fiebre tifoidea, son otras plagas endémicas del país que se
ceban en estos inocentes. El 80% de los niños que nacen en Haití, no sabe quién
es su padre.
El
ingreso promedio apenas alcanza los 400€ anuales. Siete de cada 10 habitantes
son pobres.
Más del 70% de los haitianos viven con menos de 1,40€ al día, mientras que el
resto lo hace con menos de 0,70€.
Haití,
el país más pobre de toda América Latina, y uno de los países más pobres del
globo.
Todo
el mundo se pregunta a que se debe tanta desgracia, no podemos
echarle la culpa a los conquistadores españoles, ni a los colonos franceses, ni
tampoco a los EEUU, pues es la primera colonia europea en obtener la
independencia,
Pero desde entonces lleva los no pocos 200 años de una terrible maldición, que
subyace en las profundidades del satanismo y la magia negra como una
altamente probable causa primigenia.
Resulta poco ético la
comparación con otro país que comparte la misma isla, pero la historia se
escribe con los hechos; en la República Dominicana – país que comparte la misma
isla con Haití – , sin ser un país rico como los EEUU, Canadá, o la UE, se vive
digna y prósperamente, siendo sitio de frecuentes visitas turísticas de muchos
países del mundo.
LA TRISTE HISTORIA DE HAITÍ
La historia de Haití, es una
historia “interesante” desde el punto de vista religioso-antropológico,
porque poca gente sabe que es el único país del atlas que fue consagrado
explícitamente al Demonio, y donde se le sigue rindiendo culto a él y a sus
huestes satánica en las diversas modalidades del Vudú y la Santería.
El
Vudú, religión animista fue oficialmente reconocida por el Gobierno como
elemento propio de su idiosincrasia nacional.
Fué en abril de 2003 cuando el
entonces presidente Jean-Bertrand Aristide (ex-sacerdote católico que llegó al
poder como el primer presidente de la democracia), autorizó la práctica del
VUDÚ para que fuera reconocida oficialmente en paralelo a la Católica.
Era
el 5 de Diciembre de 1492 cuando las tropas españolas al mando de Cristóbal
Colón, desembarcaron en la Isla a la que llamaron “La española” y acamparon en
el fuerte “Navidad”, se quedan allí las tropas y Colón parte para continuar con
sus descubrimientos; dos años más tarde llega pero encuentra a todos sus
marinos muertos, habían sido asesinados por los indígenas (Caribes, Arawaks,
Ciboneys, y Tainos).
Prosigue la colonización, pero los grandes
descubrimientos y conquistas en el continente, especialmente de México y Perú,
hacen que la Corona española se
desentienda de la Isla siendo prácticamente abandonada.
En este acto aprovecharon los piratas franceses, denominados filibusteros y
bucaneros, haciendo presa fácil de su territorio y asentando allí sus bases
piratas. Una vez conquistada la Isla, los
franceses continúan la colonización a la vez que reclaman su pertenencia.
En
1697 bajo el tratado de Ryswick, la Corona española cede formalmente la parte
Occidental de la Isla a Francia.
La
población mayoritariamente es negra: esclavos: traídos por cientos; hombres y
mujeres desde las costas occidentales de África, (Togo, Benin, Ghana y Nigeria)
comprende una proporción de más de 20 a 1, principalmente trabajaba en las plantaciones
Luego están los grandes blancos: funcionarios franceses y colonos de grandes
plantaciones; los pequeños blancos:
comerciantes y artesanos; los mulatos negros y libres.
El único
afán de estos era imitar la vida y costumbres de los ciudadanos franceses, era tanto su
interés en exaltar esa similitud que se establecieron hasta 32 niveles sociales en razón al porcentaje de sangre blanca que
corría por sus venas: cuanta más sangre negra, menos nivel social y
viceversa.
Los
negros cimarrones o salvajes, huían de sus amos y se escondían en las montañas, viviendo solos
o formando pequeños grupos, que irrumpían en las plantaciones para alentar al
resto de esclavos a rebelarse.
Por otra parte la población autóctona, indios caribes, tainos, ciboneys y arawakcs que
vivían una cultura propia del paleolítico, fueron prácticamente
diezmados en 1540.
La Isla se transformó en la
principal colonia francesa y posiblemente la más rica colonia europea, debido
al cultivo y comercio de azúcar, café, maderas, tabaco, etc.
Como dato característico, hay
que resaltar qué toda esta población africana, trajo además de sus costumbres
étnicas algo sumamente importante para su desgracia, su religión: el
Vudú o Voodoo y sus variantes: Candomblé, Lukumbi, Umbanda, culto Shangó,
Palo Mayombé, Obeah o la Santería.
Esta
última fusionada con la religión católica, enmascara las prohibiciones que en
siglos pasados tenían al no poder practicar sus sangrientos ritos, ante la
religión católica, autorizada y practicada por sus amos.
¿QUÉ ES EL VUDÚ?
Vudú
es la deformación de la palabra “vadoux”, referida a un ídolo en forma de
serpiente (zoolatría) adorado en África como un oráculo, dentro de su jaula, no
como una divinidad en sí, sino como una representación de un principio de
carácter divino.
En
la religión Vudú, se cree en la vida después de la muerte, y en la existencia
de una serie de jerarquías espirituales malignas o benignas llamadas
“Loas”,(demonios) que interfieren en el mundo terrenal
Estos son
conectados gracias a la mediación de un hierofante (sacerdote de ritos
ocultos y misteriosos) llamado houngan, quien puede conseguir curaciones,
obtener ciertos secretos y tener poder sobre la naturaleza, esto en el caso del
hombre, pues si la mujer es apta también puede representar este papel, y se la
llama mambo.
Este misterioso culto tiene como objeto de adoración a los loas que en realidad son
deidades que rigen el destino humano.
En
la actualidad el vudú es una mezcolanza de ceremonias rituales propias del vudú
africano y ritos cristianos.
En las creencias vudú, se
estima la existencia de los zombies (o personas que creen que lo son), y son el
resultado de un sortilegio provocado por el brujo bokor, transformándolo en su
esclavo particular.
El
zombi (muerto viviente) pierde su voluntad y realiza todos los actos que le
ordena el brujo. Se dice que el bokor puede transformar a su zombie en un
animal y vender su carne en el mercado.
En un principio si lo que se
quiere obtener es “benéfico” como las curaciones por ejemplo, es el houngan
quien interviene, pero cuando se desea obtener resultados maléficos, (práctica
de magia negra) al sacerdote se le llama bokor.
Úna
de sus actividades es “resucitar a los muertos” y convertirlos en sus esclavos:
son los famosos zombies.
Los bokor, también pueden
producir la muerte a distancia, la enfermedad o la desgracia mediante la
utilización de un muñeco clavado de alfileres y otras técnicas; practicar la
adivinación; la interpretación de sueños; realización de hechizos,
conjuraciones de protección; utilización de pociones mágicas que pueden tener
doble dirección: pociones que conjuran hechizos de amor, y pociones para
producir la muerte.
Los
rituales vudú por lo general son muy complejos: hay varias deidades, ocurren
multitudinarias posesiones demoniacas, brutales orgías sexuales, sacrificios
rituales con derramamiento de sangre de gallinas o cabras, danzas frenéticas
acompañadas de fuertes ruidos de tambores, bajo el consumo de ron y tabaco que
terminan en varios “éxtasis”.
Se cree que los muertos
caminan y danzan al mismo tiempo que ellos. Los posesos, entran en éxtasis
cuando uno o varios Loas los “cabalgan” produciendo extrañas contorsiones y los
ojos en blanco, es cuando el Loa habla a través del danzante (posesión
diabólica).
Es
habitual que en la práctica del vudú se consagre a los niños a estas deidades
(Demonios), los niños a pesar de ser inocentes de los actos de los adultos,
quedan esclavos de los espíritus malignos y debiendo obedecer todo lo que ellos
les digan o de lo contrario los espíritus los asesinan.
También
se ofrecen bebes a los demonios, quemándolos vivos, esto en los
siglos precedentes, en la actualidad no se reportan, pero puede que
clandestinamente se realicen.
Es
muy difícil salir de esta religión, así cuando un miembro de la familia se arrepiente
porque llega a conocer el mensaje del evangelio, la familia llega a ser un blanco perfecto como víctima de satanás:
enfermedades, ruina, muerte inexplicable de algún miembro, ropa destrozada
antes de ir a la iglesia, accidentes, etc.
Esta táctica
del terror y del miedo que el demonio utiliza surte sus efectos, la
persona cede y vuelve atrás ante el temor de sufrir más maldiciones.
En
agosto de 1850, el periódico New Orleans Times publicó un reportaje sobre una ceremonia vudú en
la que danzaron desnudas alrededor de cincuenta mujeres negras y blancas.
En 1855 el diario de Nueva Orleans Daily Crescent
publicó una entrevista hecha a una sacerdotisa vuduista (una mambó) y a sus
seguidores, exponiendo lo siguiente: “Se
sabe que no solo negros, sino también mujeres blancas, algunas de ellas jóvenes
y hermosas, pertenecen a esta infernal secta”.
El autor Henry C. Castellanos, en su libro New
Orleans as it Was, cuenta lo ocurrido en 1895: “Personas blancas y negras se hallaban danzando con gran bullicio y
algazara, efectuando extrañas contorsiones musculares, resollando presas del
delirio y echando espumarajos por la boca. Pero lo más degradante e
increíble de esta escena era la presencia de un gran número de mujeres
acaudaladas de la alta sociedad y, por consiguiente, consideradas como
respetables…”
Hay ritos y secretos vudúes
que son estrictamente secretos, pero se sabe que hoy día hay ceremonias
secretas donde se utilizan pollos, cabritos y otros animales vivos para
utilizarlos en los sacrificios sangrientos.
El
sacerdote bokor o la sacerdotisa mambó o los participantes en la ceremonia
despedazan con sus dientes una cabra, un pollo, una paloma o un gato negro
(generalmente los animales tienen que ser negros).
Después, la
sangre aún caliente es paladeada por cada uno de los participantes,
mientras las invocaciones brotan de los labios de los asistentes. Durante este
rito todos los presentes se quitan la ropa, quedando completamente desnudos.
Todo queda en el más íntimo secreto, y cada uno de los participantes rinde adoración
a uno o más de las deidades vudúes. A menudo la sensualidad, se apodera
de ellos y se tienden por parejas en el suelo, dando paso a una orgía desenfrenada. Otros abandonan el recinto
sagrado, en parejas o grupos, para entregarse a placeres sexuales más íntimos
LA CONSAGRACIÓN DE HAITÍ AL
DIABLO
Los
primitiva población negra traída como esclavos desde África, sufrió toda
clase de avatares propia de una acción deleznable e inhumana, me refiero a la
esclavitud, esclavitud que fue propiciando un gran sufrimiento a este colectivo
racial.
Abrumados
ante la desesperanza y el dolor, deseando ser libres de sus
opresores los amos blancos, de ver libre a su pueblo e independizarse como una
nación libre y autónoma, recurrieron al
pacto con Satanás, utilizando para ello los conocimientos ocultistas de la
religión Vudú.
Corría
el año del Señor de 1791, un 20 de agosto, cuando el poderoso sacerdote vudú
(bokor) Boukman encabezó un alzamiento general para poner fin a la esclavitud
de su pueblo en una ceremonia vudú en la población de Bois-Cayman,
Era esta una ceremonia “de
pacto” con el demonio, donde en nombre de todo el pueblo haitiano, consagraba
su país Haití y sus moradores al diablo con un pacto de compromiso por 200 años
(consagración temporal) ofreciéndole adoración, a cambio pedían la liberación
de los lazos opresores de sus amos los blancos franceses.
Habría
una señal que
daría comienzo a la revolución, sería el fuego prendido a centenares de
plantaciones de caña de azúcar y de molinos.
Se
iniciaba así un proceso revolucionario, cuyo principal líder fue Toussaint
Louverture, esclavo
negro que detuvo las masacres e hizo pactos entre negros y blancos, pero
posteriormente fue capturado y deportado a Francia donde murió en 1803.
El
brujo o bokor Boukman, falleció en circunstancias extrañas el mismo año de 1791.
La
revolución continuó bajo el liderazgo del también esclavo negro Jean Jacques
Dessalines,
(nombre perteneciente a su amo y que adoptó como propio) escapó de su amo a las
montañas, reclutó otros esclavos sumados a su causa, y que escondidos en las recónditas montañas
selváticas continuaban practicando sus ritos Vudú.
Un
año después el 1º de Enero de 1804, J.J. Dessalines proclamó la independencia
diciendo que el Acta de la Constitución debía de haberse escrito sobre el
pergamino de la piel de un blanco, su calavera como tintero, y la bayoneta usada como
pluma entintada con la sangre de los hacendados que se lucraron con la sangre
de los suyos.
Nacía
así la 1ª República negra independiente donde se había logrado abolir la
esclavitud.
Jean Jacques Dessalines falleció 2 años mas tarde de la proclamación de
independencia.
LAS DESGRACIADAS CONSECUENCIAS
DE LA “CONSAGRACIÓN” HASTA NUESTROS DÍAS
Curioso es para el observador
de la historia, que al mismo tiempo que Haití obtenía la anhelada libertad,
conseguida mediante la ayuda del demonio y su consagración en el año de 1804,
comenzaba también una larga cadena de desgracias.
Jean
Jacques Dessalines se nombra Gobernador General y más tarde se autoproclama
Emperador: Jacques I, pero solo pudo vivir unos pocos meses al caer asesinado
violentamente.
Nace
entonces paralelamente, una era de calamidades naturales, sociales, políticas y económicas que no
han tenido descanso hasta estos momentos en que ha ocurrido el terrible
terremoto.
Al
caer asesinado el “prócer independentista”, sufre el país la invasión
norteamericana en 1915; posteriormente suben al poder 23 gobernantes desalmados
y corruptos
a cual más; quizás sea la saga sanguinaria de Francois Duvalier la más larga y
la más sangrienta, duró desde 1957 hasta 1986, 30 largos años de grandes
desajustes sociales.
Es
claramente notorio que Duvalier se autoproclamara practicante del Vudú.
Ya
en 1954 con la colaboración de Lorimer Denis, publicó una obra escrita
denominada L’Evolution graduelle du vaudou (La evolución gradual del Vudú), libro de
conocimientos y práctica de esta religión y que utilizó inteligentemente
durante su mandato político, se llegan a contabilizar como víctimas de este
sangriento dictador hasta 200.000 muertos.
Nada
más tomar el poder, Francoise Duvalier (Papá Doc) nombró como Comandante en
Jefe de su Milicia, al temido brujo bokor Zacharie Delva, reivindicando la
religión Vudú como la religión oficial
Funda una especie de policía
esotérica de tientes parecidos a las SS hitlerianas, eran los llamados
Voluntarios de la Seguridad Nacional (les Tontons Macoutes) que sembraron de
terror al país.
Entre el terror, el temor y la reverencia casi
idolátrica que se le tenía a Duvalier, se llegaba a decir por sus calles: “El hombre habla pero no actúa, Dios actúa
pero no habla, Duvalier es un Dios”.
En
1971, muere F. Duvalier y le sucede su hijo Jean Claude Duvalier, llevando al
país a una decadencia más trágica aún que la de su padre, y permanece en el poder 29
años, hasta que es obligado a exiliarse en Francia.
Surgen
en 1988 las primeras elecciones semi-democráticas, tras haberse
promulgado la nueva Constitución, y resultando vencedor Leslie Manigat que
luego es derrocado por un golpe de estado por el General Henry Namphy.
Dos
meses después toma el poder otro general, Proper Avril que se autoproclama presidente. Pocos
meses después a raíz de fuertes protestas populares, Avril renuncia a su cargo,
relevándole en él la magistrada de la Corte Suprema Ertha Pascal-Trouillot.
A finales de 1990 y tras las
primeras elecciones auténticamente democráticas resulta elegido Jean Bertrand
Aristide, un sacerdote católico.
En
Febrero de 1991, toma posesión Aristide pero es derrocado por un nuevo golpe de
estado
propiciado por el General Raoul Cedras en el mes de septiembre.
La
OEA interviene tomando la determinación de congelar todos los bienes del país
en el exterior y declara un embargo comercial para obligar al gobierno a reinstalar a Aristide,
al tiempo que la Cámara de diputados y el Senado ratifica como primer ministro
a Jean Jacques Honoret.
En
enero de 1992, Aristide
en el exilio norteamericano acepta a René Theodore como primer ministro.
Finalmente en julio se llega a un acuerdo con la ONU, de cumplir las
resoluciones dictadas y se promueve la
posesión del cargo al presidente legítimo Jean Bertrand Aristide que culmina su
mandato en Febrero de 1996.
En
febrero de 1994, la comisión de derechos humanos de la ONU, estima que alrededor
de 3000 personas han sido asesinadas a partir del golpe militar que había
derrocado a Aristide al comienzo de su toma de posesión en 1991.
Concluido
su período presidencial, se convocan elecciones y sale elegido René García
Preval (7 de febrero de 1996 – 7 de febrero de 2001)
En
el 2001, se presenta de nuevo a las elecciones Jean Bertrand Aristide y es
nuevamente constituido presidente, hasta el año 2004 cuando nuevamente es
forzado a exiliarse y deponer su cargo a favor de un gobierno interino, siendo presidente
provisional Boniface Alexandre hasta el 14 de mayo de 2006.
En 2006 es elegido René Préval, luego Michel
Martelly y actualmente Jocelerme
Privert que fue elegido como presidente interino de Haití el 14 de febrero de
2016, a la espera de la realización del balotaje presidencial que se encuentra
pendiente desde 2015.
LA OFICIALIZACIÓN DEL VUDÚ
Es obligatorio reseñar en cuanto al tema que nos
atañe, que después de la retirada de las tropas estadounidenses en 1935, el gobierno haitiano luchara para erradicar
estas prácticas, imponiendo penas de prisión y multas dinerarias, pero
todo ello consecuencia de la poderosa influencia que tenía EEUU en los años de
intervención de sus marines.
La
práctica del Vudú permaneció así inalterada hasta 1987, que con la caída de
J.C. Duvalier se redactó una nueva Constitución donde se reconocía el derecho a
practicar cualquier religión, entendiéndose implícitamente que la práctica del
vudú quedaba incluida en dicha libertad de culto, recogida en la SECCIÓN D, de
la CONSTITUCION HAITIANA DE 1987, en su artículo 30: De la libertad de
conciencia.
Sin
embargo el Status legal como religión propiamente dicha, y expresamente firmado
bajo declaración de ley, se obtuvo bajo la presidencia del ex-sacerdote
católico Jean Bertrand Aristide el 7 de mayo de 2003.
“Siempre fuimos la mayoría en
Haití y nunca fue ilegal la práctica del vudú. Lo que el presidente Aristide
hizo por nosotros, y por ello estamos agradecidos, fue hacer más fácil la
obtención del status necesario para que las ceremonias religiosas tengan valor
legal”, dijo la sacerdotisa Mambu
Racine Sumbu, en entrevista concedida a la BBC.
Mambu es una sacerdotisa americana que está en
Haití desde hace 15 años. Según ella, más del 90 por ciento de la población
haitiana practica el vudú. Una
definición popular dice que el 70% de los haitianos son católicos, 30% son
protestantes, y 100% son seguidores del vudú.
En la práctica del vudú, se celebra dos veces al año, la llamada “fiesta de
acción de gracias a sus ídolos, es decir a satanás y los demonios.
RENOVACIÓN DE LA CONSAGRACIÓN
INICIAL A SATANÁS
Transcurridos
los 200 años concedidos por el demonio al sacerdote bokor Baukman y sus seguidores
revolucionarios, en el “pacto de sangre” donde el Ángel caído prometió su
pronta liberación e independencia de las cadenas opresoras de los franceses, era de suma importancia para los sacerdotes
del vudú, volver a consagrar al país a satanás, tal y como lo hicieron sus
predecesores en 1803.
Fue el 14 de agosto de 2004,
cuando miles de cristianos haitianos se unieron en oración para reparar y
desagraviar a Dios Nuestro Señor, a la vez que tratar de contrarrestar en el
día nacional de la oración, la pronta ceremonia de pacto vudú que se iba a
realizar bajo el respaldo del presidente Jean Bertrand Aristide.
Este
día los sacerdotes brujos vudú, guiarían a Haití a una re-consagración del
pacto de sangre hecho con el demonio hacía 206 años atrás.
Jean
Bertrand Aristide, hizo todo lo que pudo en cuanto a su ámbito de autoridad
máxima del país, para sostener dicho pacto satánico
Ya en abril de 2003, emitió
una ley en la que se reconocía el vudú, como la religión oficial de Haití.
Además pagó e hizo viajar a 400 practicantes de dicha religión desde el África
occidental hasta la isla.
Esta
noticia, que los grandes periódicos y cadenas de TV o de radio no difundieron,
se ha conocido porque hubo cristianos que fueron enviados como espías al lugar
donde se iba a celebrar el nuevo pacto de sangre por los brujos vudú en el
mismo sitio del PACTO ORIGINAL de 1803, donde se intercambió el alma de Haití
por la victoria sobre los franceses.
Los espías reportaron que se
habían traído multitud de animales (cerdos, cabritos y pollos) para hacer los
sacrificios, pero (y esto se atribuye a la fuerza de la oración) de pronto
surgió mucha confusión, discutían las personas y al final la gente se desbandó
sin que se realizara el sacrificio sangriento.
No obstante el fracaso
anterior, no fue óbice para que se renovara este pacto satánico el 1º de enero
de 2005, día nacional de la Independencia de Haití, y ¡¡ también por otros 200
años!!.
Un
dato curioso que no dejamos escapar del tintero: una de las zonas más
devastadas por el terremoto ha sido el suburbio en Puerto Príncipe llamado
“Carrefour”, que
nadie piense que se trata de un barrio edificado con las ayudas de la gran
cadena internacional francesa de supermercados, ojalá fuera así.
Carrefour
es el nombre de un demonio del vudú, se le considera el señor del inframundo,
del lugar inferior de los muertos, la representación de la sombra y las
tinieblas.
Por
cierto, el logotipo de los almacenes Carrefour, dicen algunos entendidos en misterios esotéricos
que guarda curiosa analogía cuando se le representa girado 90º, con otro
correspondiente a una sociedad secreta francesa, (El Priorato de Sión, secta
aludida en la Obra masónica “El Código Da Vincci”).
Sin embargo no olvidemos que la destrucción del barrio Carrefour, está
evaluada en un ¡90%!… Sin palabras…
CONCLUSIONES
Una vez conocida la trágica historia de Haiti, a
nadie con sentido común, se le escapa la idea de que este país abandonó hace mas de dos siglos la gracia que Dios inherentemente
regala a todos sus hijos que le reconocen como tal, y guardan sus
mandamientos.
El
pueblo en masa, cambió la adoración de su Creador por la adoración a Satanás,
echaron a Dios de sus corazones, no es que Dios los haya abandonado, sino que ellos
abandonaron a Dios, para dejarse seducir por las atracciones de las artes
maléficas del vudú, invocación de espíritus, práctica de magia negra,
asesinatos, orgías sexuales y demás ritos sangrientos.
Está escrito: “Ved, Yo os pongo hoy delante bendición y maldición; la bendición,
si cumplís los mandamientos de Yavé, vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy; la
maldición, si no cumplís los mandamientos de Yavé, vuestro Dios, y, apartándoos
del camino que Yo os prescribo hoy, os vais tras otros dioses que no habéis
conocido”. (Dt. 11, 26-28).
También está escrito: “Todo hombre o mujer que evoque a los muertos y se dé a la adivinación,
será muerto, lapidado; caiga sobre ellos su sangre”.
Lo que ha ocurrido en Haití como consecuencia de la desobediencia a las leyes
de Dios, se ha repetido a lo largo de la historia desde el principio de
los tiempos. Recordemos los casos de
El
Diluvio Universal: murió toda carne viviente, solo se salvó Noé y su
familia.
Sodoma
y Gomorra:
la homosexualidad, la lujuria, la soberbia, la inmoralidad, la embriaguez, la
ociosidad hicieron que el fuego descendido del cielo terminara con sus días.
Mucha
gente dijo en aquellos días en relación al desastre de Haití: “¿Cómo
puede existir un Dios que permita tanto mal, tanta muerte y tanta
destrucción?”.
Esta gente no analiza
donde radica el verdadero mal, y la causa de sus desastres y errores que
conducirían irremediablemente -si Dios no interviene-, a la autodestrucción
total.
Foros de la
Virgen María
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