REDACCIÓN CENTRAL, 04 Oct. 16 / 04:43 pm (ACI).- El P. Ángel Espinosa de los Monteros,
conocido sacerdote mexicano experto en temas de familia y conocido por su
pastoral matrimonial, hizo una reflexión sobre la pregunta que se hacen algunos
sobre "¿si es posible tener un divorcio
amigable sin que los hijos sufran?”.
En entrevista concedida a ACI Prensa, el sacerdote explicó que el "divorcio amigable" en realidad “es
una mentira” y que “los niños van a sufrir” cuando
hay una ruptura entre los padres.
El sacerdote comentó que “existen divorcios
amables en donde incluso el papá y la mamá podrían seguir siendo amigos,
conozco alguno. Pero por supuesto que no tiene nada que ver con lo que
realmente es una familia natural”.
“Todo niño
necesita papá y mamá y no a distancia porque yo puedo seguir diciendo
‘voy a ser tu papá y no te va a faltar nada y me voy a hacer presente en los
momentos importantes de tu vida’,
mentira”.
El sacerdote indicó que los adolescentes necesitan con mayor urgencia la
presencia del padre y de la madre porque en esa etapa está más propenso a caer
en el alcoholismo, las pandillas, las drogas y en otras
problemáticas.
El presbítero dijo que en ocasiones algunas personas llegaron al estilo
de vida homosexual porque sufrieron la carencia de un modelo o figura en casa.
Algunos pueden decir: "no tuve madre, no tuve
padre y entonces, ahora, me refugio en una persona que lo confundo más o menos
con mi padre o con mi madre”, explicó.
Asimismo, el sacerdote resaltó que los padres tienen un papel crucial en
la formación espiritual e intelectual de los hijos y que por esa razón su presencia es vital.
Sobre las formas para consolidar el matrimonio y hacer que
cada día se mejore, el experto en familia explicó que se debe tener en cuenta
dos cosas importantes:
“Conocer
muy bien a la persona y casarse sabiendo que es algo para siempre. Y
después ya casados tratar a la persona con la mayor bondad. Allí entra todo el
tema del perdón, las salidas frecuentes, el darle prioridad al marido o a la
mujer por encima de los hijos y todo lo demás¨, aseguró
el presbítero a ACI Prensa.
“Si escogiste a la persona bien y si te casas
‘quemando las naves’, sabiendo que no hay vuelta para atrás, eso te hará saber
que estás en casa propia y una casa propia se cuida¨, precisó.
Cuando una persona se casa, dijo el sacerdote de los legionarios de
Cristo, ya “no estás en ‘una casa de renta’ donde
el día que ya no quieras te vas y por tanto no hay nada que arreglarle, ‘yo ya
no le voy a meter dinero a algo que no es mío’”.
“Cuando uno se casa sabiendo que el matrimonio es
para siempre, ‘esta es mi casa, este es mi hogar, estos son mis hijos, es la
persona que me ama, esto es para siempre’”, entonces “invierto, la arreglo y la
cuido”, concluyó.
Por: María Ximena
Rondón y Abel Camasca
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