VATICANO, 07 Sep. 16 / 03:47 am (ACI).- En la catequesis que el Papa
Francisco pronunció hoy en la Plaza de San Pedro, el Pontífice denunció los
tipos de Dios que algunos crean a su medida y que se alejan del verdadero.
"Nosotros los cristianos creemos en el Dios de
Jesús, el cristiano cree en el Dios de Jesucristo, su deseo es crecer en la
experiencia viva de su misterio de amor”.
El Santo Padre explicó que “también hoy el
hombre construye imágenes de Dios que le impiden gustar su presencia real”.
“Algunos se hacen una fe ‘hecha para sí’ que reduce
a Dios al espacio limitado de los propios deseos y de las propias convicciones,
pero esta fe no es conversión al Señor que se revela, más bien le impide
provocar nuestra vida
y nuestra conciencia”.
El Pontífice también denunció que “otros
reducen a Dios a un falso ídolo, usan su santo nombre para justificar los
propios intereses o incluso el odio y la violencia”.
“Para otros, Dios todavía es un solo refugio
psicológico en el que estar seguros en los momentos difíciles: se trata de una
fe replegada sobre sí misma, impermeable a la fuerza del amor misericordioso de
Jesús que empuja hacia los hermanos”.
Pero también están los que “consideran a
Cristo solo un buen maestro de enseñanzas éticas, uno entre tantos de la
historia”.
En definitiva, “hay quien sofoca la fe en
una relación puramente intimista con Jesús, anulando su entusiasmo misionero
capaz de transformar el mundo y la historia”.
En la celebración, se proclamó el Evangelio de San Mateo en el que San
Juan Bautista pregunta a Jesús si Él es el mesías o todavía tienen que esperar
a otro. Jesús responde entonces: “Los ciegos ven,
los cojos caminan, los leprosos son purificados, los sordos oyen, los muertos
resucitan y los pobres anuncian el Evangelio".
“Él responde que es el instrumento concreto de la
misericordia del Padre, que va al encuentro de todos llevando consuelo y
salvación, y de este modo manifiesta el juicio de Dios”.
Todas estas personas “recuperan su dignidad
y no son más excluidos por sus enfermedades”, dijo Francisco.
“El mensaje que la Iglesia recibe de este relato
de la vida de Cristo es muy claro: Dios no ha mandado a su Hijo al mundo para
castigar a los pecadores ni para aniquilar a los malvados”, agregó.
A ellos “en cambio les invita a la
conversión para que viendo los signos de la bondad divina puedan reencontrar el
camino de regreso”.
El Papa destacó que “si los obstáculos son
sobre todo sus acciones de misericordia, entonces significa que se tiene una
falsa imagen del Mesías”, en cambio, “los
beatos frente a los gestos y las palabras de Jesús dan gloria al Padre que está
en los cielos”.
Por Alvaro de Juana
No hay comentarios:
Publicar un comentario