Los clasifica y analiza
en su web MiracleHunter.com
Michael O Neill es el editor de la web Miracle Hunter, autor de varios
libros y un programa de radio y crítico con la religiosidad excesivamente
milagrera.
Próxima la fecha de su graduación
de la Universidad de Stanford, Michael O’Neill recibió algunos consejos de la
por entonces vicerrectora, Condoleezza Rice [que fue secretaria de Estado de
EEUU entre 2005 y 2009; nota de ReL]. “Ella
preguntó, ‘¿qué vas a hacer después de graduarte?’, y añadió, ‘hazte un experto en algún tema’”. Y
O’Neill no tardó mucho en averiguar qué tema sería: sería un experto en milagros.
La Virgen de Guadalupe en su familia
O’Neill, ahora con 40 años, lleva mucho tiempo fascinado con los milagros. Durante su infancia, su abuela se alejó de la fe católica y su madre —devota de las advocaciones marianas— rezó por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe para traerla de nuevo a la fe. “Mi madre hizo un trato con Dios y dijo: ‘Si traes de vuelta a mi madre, me haré maestra de escuela y enseñaré a todo estudiante que tenga la historia de Nuestra Señora de Guadalupe, el 12 de diciembre, y si me bendices con hijos, ellos también escucharán la historia, todos los años’”, cuenta O’Neill.
La Virgen de Guadalupe en su familia
O’Neill, ahora con 40 años, lleva mucho tiempo fascinado con los milagros. Durante su infancia, su abuela se alejó de la fe católica y su madre —devota de las advocaciones marianas— rezó por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe para traerla de nuevo a la fe. “Mi madre hizo un trato con Dios y dijo: ‘Si traes de vuelta a mi madre, me haré maestra de escuela y enseñaré a todo estudiante que tenga la historia de Nuestra Señora de Guadalupe, el 12 de diciembre, y si me bendices con hijos, ellos también escucharán la historia, todos los años’”, cuenta O’Neill.
Así las cosas, su abuela volvió a la fe y su madre se hizo
maestra de escuela y, efectivamente, enseñaba a sus estudiantes la
historia de la Virgen de Guadalupe, por supuesto también a sus propios hijos. “En definitiva, fue Nuestra Señora de Guadalupe quien me
puso en el camino de los milagros”, afirma O’Neill.
Ingeniería, arqueología... y la tilma milagrosa
Aunque O’Neill estudió ingeniería en Stanford, asistió a clases de arqueología y terminó dedicando una ingente cantidad de tiempo a una investigación sobre la tilma de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Pensé en lo fascinante que es todo esto, no podía creer que estos milagros no sólo fueran aclamados a través de la historia, sino que además la Iglesia católica aprobaba algunos de ellos”, recuerda. “Me parecía alucinante que la Iglesia arriesgara su credibilidad apoyando algunas de estas declaraciones disparatadas, y que asomara el cuello para decir que algunas de ellas son dignas de fe”.
La web del cazamilagros
Así que en 1998, O’Neill puso en marcha su sitio web, Miracle Hunter -miraclehunter.com-, [‘cazamilagros’].
“Me percaté de que no había mucha información sobre este tema en la Red —al menos nada desde una perspectiva crítica—, todo eran puntos de vista excesivamente piadosos, así que pensé que yo podría aportar un análisis más académico”.
Ingeniería, arqueología... y la tilma milagrosa
Aunque O’Neill estudió ingeniería en Stanford, asistió a clases de arqueología y terminó dedicando una ingente cantidad de tiempo a una investigación sobre la tilma de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Pensé en lo fascinante que es todo esto, no podía creer que estos milagros no sólo fueran aclamados a través de la historia, sino que además la Iglesia católica aprobaba algunos de ellos”, recuerda. “Me parecía alucinante que la Iglesia arriesgara su credibilidad apoyando algunas de estas declaraciones disparatadas, y que asomara el cuello para decir que algunas de ellas son dignas de fe”.
La web del cazamilagros
Así que en 1998, O’Neill puso en marcha su sitio web, Miracle Hunter -miraclehunter.com-, [‘cazamilagros’].
“Me percaté de que no había mucha información sobre este tema en la Red —al menos nada desde una perspectiva crítica—, todo eran puntos de vista excesivamente piadosos, así que pensé que yo podría aportar un análisis más académico”.
Desde entonces, han surgido
libros, un programa de radio,
artículos en periódicos y una página hermana llamada 365 Days with Mary [365 días con
María], donde O’Neill ha reunido todas las devociones marianas aprobadas y las
ha organizado según los días festivos.
O’Neill ha publicado dos libros en los dos últimos años y ha participado en el artículo de portada de la revista National Geographic de diciembre de 2015, How the Virgin Mary Became the World’s Most Powerful Woman [Cómo la Virgen María se convirtió en la mujer más poderosa del mundo].
También hay un programa de televisión nuevo, Miracles [Milagros] cuyo estreno está previsto para este otoño/invierno en la cadena EWTN, gran parte del cual será rodado en los mismos lugares de interés.
El interés morboso y el deber de evangelizar
Pero O’Neill no siempre ha estado tan dispuesto a compartir con los demás su pasión por los milagros. “Hubo un tiempo que lo mantuve en silencio, porque el interés por los milagros a menudo despierta las mismas reacciones que el ir a la caza de ovnis o del bigfoot “, confiesa. Pero en última instancia, para él es una cuestión de evangelización.
O’Neill ha publicado dos libros en los dos últimos años y ha participado en el artículo de portada de la revista National Geographic de diciembre de 2015, How the Virgin Mary Became the World’s Most Powerful Woman [Cómo la Virgen María se convirtió en la mujer más poderosa del mundo].
También hay un programa de televisión nuevo, Miracles [Milagros] cuyo estreno está previsto para este otoño/invierno en la cadena EWTN, gran parte del cual será rodado en los mismos lugares de interés.
El interés morboso y el deber de evangelizar
Pero O’Neill no siempre ha estado tan dispuesto a compartir con los demás su pasión por los milagros. “Hubo un tiempo que lo mantuve en silencio, porque el interés por los milagros a menudo despierta las mismas reacciones que el ir a la caza de ovnis o del bigfoot “, confiesa. Pero en última instancia, para él es una cuestión de evangelización.
“Los milagros pueden ayudar mucho a
apuntalar la fe de las personas”, afirma. “No deberían ser el centro de nuestra fe. Hay personas
—todos las conocemos— que se aferran a estas
cosas. Soy el ‘cazamilagros’, así que suena extraño que lo diga yo, pero si los milagros suponen el total de tu
fe, tienes un problema. Sin embargo, es un fantástico punto de entrada y
un elemento emocionante para que muchas personas hagan de su fe algo activo y
que vuelvan su rostro hacia Cristo; es lo que pasa cuando ven estos grandes
momentos con los que Dios bendice el mundo".
"Para las personas que han perdido su fe, los milagros son una fantástica forma de recuperar el camino, y para los jóvenes que adoran a los personajes y las historias sobrenaturales de sus películas y videojuegos… bueno, de esto tenemos en abundancia en la fe católica, así que es una buena forma también de interesarlos en la fe”.
La Iglesia no lo fomenta, más bien al contrario...
O’Neill añade que el mayor malentendido en relación a las apariciones y, más en general, a los milagros, es la presunción de que la Iglesia católica aprueba y da promoción a estas cosas para “atraer a la gente de vuelta a las iglesias o vender rosarios en el santuario local”. Pero en realidad, la Iglesia no tiene ningún interés en estas cosas.
"Para las personas que han perdido su fe, los milagros son una fantástica forma de recuperar el camino, y para los jóvenes que adoran a los personajes y las historias sobrenaturales de sus películas y videojuegos… bueno, de esto tenemos en abundancia en la fe católica, así que es una buena forma también de interesarlos en la fe”.
La Iglesia no lo fomenta, más bien al contrario...
O’Neill añade que el mayor malentendido en relación a las apariciones y, más en general, a los milagros, es la presunción de que la Iglesia católica aprueba y da promoción a estas cosas para “atraer a la gente de vuelta a las iglesias o vender rosarios en el santuario local”. Pero en realidad, la Iglesia no tiene ningún interés en estas cosas.
“Es decir, claro
que quiere evangelizar y tener todos los creyentes que sea posible, pero cuando la Iglesia investiga una aparición o
un milagro, quiere cerrar el caso para que la gente vuelva a una práctica más
‘normal’ de la fe, centrada en Cristo y en sus palabras y obras según el
Evangelio, dado a través de la Iglesia”, explica
O’Neill.
“Así que cuando la
gente busca alocadamente estas aseveraciones, cuando hacen cola para ver
estatuas sangrantes, por supuesto que pueden servir como maravillosos
recordatorios del amor de Dios por nosotros, pero también pueden ser distracciones. Cuando la Iglesia
investiga algo, en realidad es para demostrar que no hay nada sobrenatural. Así
que cuando hay un hecho que es
declarado digno de fe, cuando se determina como sobrenatural, entonces es
motivo de celebración porque lo que la Iglesia intentaba todo el tiempo
era rebatirlo”.
O’Neill asegura que la forma en que la Iglesia trata los milagros
es “absolutamente perfecta e indiscutible”.
Señala que cuando la Iglesia declara fidedigno un hecho milagroso, los fieles no tienen por qué creer en ello. “Si nos ayuda en nuestra fe y tiene la aprobación de la Iglesia, entonces podemos incorporarlo a nuestra vida de fe. Pero si es algo que nos parece extraño o innecesario o que distrae, entonces no tenemos por qué prestarle ninguna atención”.
La ciencia y los milagros eucarísticos
O’Neill ha explorado e investigado muchos tipos de milagros y los analiza en su libro, Exploring the Miraculous [Explorando lo milagroso], pero personalmente, los milagros eucarísticos son los que le parecen más fascinantes, debido a que la ciencia puede validarlos.
Señala que cuando la Iglesia declara fidedigno un hecho milagroso, los fieles no tienen por qué creer en ello. “Si nos ayuda en nuestra fe y tiene la aprobación de la Iglesia, entonces podemos incorporarlo a nuestra vida de fe. Pero si es algo que nos parece extraño o innecesario o que distrae, entonces no tenemos por qué prestarle ninguna atención”.
La ciencia y los milagros eucarísticos
O’Neill ha explorado e investigado muchos tipos de milagros y los analiza en su libro, Exploring the Miraculous [Explorando lo milagroso], pero personalmente, los milagros eucarísticos son los que le parecen más fascinantes, debido a que la ciencia puede validarlos.
“En algunos casos
peculiares, se ha demostrado que una hostia consagrada contiene verdadera carne
y verdadera sangre; por ejemplo, hubo un caso reciente en Polonia en
el que se descubrió músculo estriado cardiaco en una
hostia. A menudo, la Iglesia elige a científicos ateos para que
examinen estos casos y dicen: ‘Sí, tenemos pan, pero aquí también hay carne de
verdad y sangre de verdad’. Así que estos
son mis tipos de casos favoritos, en los que la ciencia de hecho puede
intervenir y demostrar que está sucediendo un milagro de verdad”.
¿Milagros en otras religiones?
Este ‘cazamilagros’ recibe correos electrónicos de todo el mundo que, a veces, desafían su punto de vista cristocéntrico de los milagros. “Tengo que admitir que hay reivindicaciones que llegan de otras culturas y otras religiones, pero mi objetivo principal es mostrar cómo los milagros pueden ayudar a los cristianos a fortalecer su fe”, manifiesta.
¿Milagros en otras religiones?
Este ‘cazamilagros’ recibe correos electrónicos de todo el mundo que, a veces, desafían su punto de vista cristocéntrico de los milagros. “Tengo que admitir que hay reivindicaciones que llegan de otras culturas y otras religiones, pero mi objetivo principal es mostrar cómo los milagros pueden ayudar a los cristianos a fortalecer su fe”, manifiesta.
Aunque reside en el área de
Chicago y trabaja sobre todo en Estados Unidos, O’Neill viaja por todo el mundo
cuando puede para investigar reivindicaciones. (Recientemente ha estado en
Filipinas examinando los detalles de una controvertida aparición mariana).
“Ahora tenemos muchas más historias de estatuas llorando, más de las que puedo recordar, y estoy encantado de ir a comprobar los casos cuando surgen, pero casi siempre es una fraude o hay una explicación natural. Es muy raro que alguno de estos casos sea realmente milagroso. Y a menudo, si espero un poco antes de salir escopetado a investigar, la Iglesia ya habrá llegado al fondo de la cuestión”.
“Ahora tenemos muchas más historias de estatuas llorando, más de las que puedo recordar, y estoy encantado de ir a comprobar los casos cuando surgen, pero casi siempre es una fraude o hay una explicación natural. Es muy raro que alguno de estos casos sea realmente milagroso. Y a menudo, si espero un poco antes de salir escopetado a investigar, la Iglesia ya habrá llegado al fondo de la cuestión”.
Las apariciones marianas son una
especialidad de O’Neill y cuando le preguntan sobre por qué cree que es
precisamente la Virgen María la que suele aparecer, en vez de otros santos o el
mismo Jesús, O’Neill responde que cree que la razón es que María, como madre, tiene un papel especial en
la historia de la salvación. “Ella está ahí
para ayudarnos en nuestros momentos de necesidad. Cuando caemos, está ahí para
levantarnos. En tiempos de guerra, de hambruna, de plagas, María viene a
nosotros como una madre”.
O’Neill también especula que si
Jesús se estuviera apareciendo —y hay apariciones de Cristo aprobadas
(por santa Faustina y santa Margarita María Alacoque, por ejemplo)—, “que se nos
aparezca Dios mismo ante nosotros podría ser algo abrumador, mientras
que si es Su madre y nuestra madre la que acude, para nosotros es reconfortante
y nos resulta más fácil de aceptar”.
Los
planes en progreso para O’Neill pasan por escribir un libro nuevo sobre
milagros modernos y confía en estrenar pronto “Tours
Cazamilagros”, en los que guiará
a grupos de interesados por los mayores lugares de milagros aprobados por la
Iglesia: el primero será un peregrinaje a Fátima en su
inminente centenario el año que viene.
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