jueves, 24 de abril de 2014

LA MUJER "DIVORCIADA" A LA QUE EL PAPA "AUTORIZÓ" RECIBIR LA COMUNIÓN


La noticia acerca de una llamada del Papa a una mujer argentina que convive con un hombre divorciado se ha convertido en eso que se suele denominar como viral. La particularidad que ha disparado la mundialización del suceso se debe a una supuesta autorización para que la mujer -de nombre Jacqueline Lisboa- pueda acceder al sacramento de la Eucaristía no obstante su situación personal. "El Papa me ha llamado y me ha dicho que un divorciado no hace mal si toma la comunión", dicen que dijo "el Papa" Francisco.

La supuesta llamada habría estado motivada por una carta que Jacqueline le habría escrito al Papa Francisco en 2013. El primero que contó algo sobre la supuesta llamada fue Julio Sabetta, el hombre con el que vive Jacqueline, desde su perfil de Facebook. Ahora la historia sobre lo supuestamente ocurrido circula por todas partes (dándola por cierta) como circula por muchos medios de comunicación Jacqueline contando su historia.

Evidentemente todo esto tiene los ingredientes para polemizar, entretener y -desde un punto de vista mediático- suscitar morbo. Curioso que hasta el momento a pocos se les haya ocurrido pensar en que lo contado sea más bien falso. Falso por varios motivos: dada la fama de las llamadas del Papa en Argentina proliferan los imitadores que para desgracia de quienes reciben las llamadas nunca saben si de verdad les llamaron desde Roma o desde el barrio vecino (lo reconoce la misma Jacqueline en esta entrevista que le hacen en Cadena 3: ella misma había contado que esperaba alguna llamada del Papa así que con ese aviso era más fácil jugarle una broma). Falso porque la Santa Sede no ha confirmado esto y por mucho que se quiera hacer pasar al Papa Francisco como un liberal-progresista ya ha dicho en repetidas ocasiones él mismo que es hijo de la Iglesia y sigue su doctrina. Visto que lo que refiere Jacqueline va contra esa doctrina de la Iglesia es más bien dudoso que el Papa Francisco se ponga a hacer llamadas para dispensar individualmente a personas de vivir las normas de fe a sabiendas de que esto luego puede terminar -como ha sucedido en este caso- en la prensa internacional.

Por último: para mayor precisión habría que decir que Jacqueline no está divorciada, el divorciado es la persona con la que está casada civilmente. Por una entrevista que el señor Sabetta a dado a LT3 AM680 se pueden advertir imprecisiones ("el Papa me ha dicho" y luego "el Papa ha dicho a mi mujer") que aumentan al 99.99% las posibilidades de que les han hecho una broma.

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