El 21 de julio de 1981 Ali Agca fue condenado a cadena perpetua por el Tribunal de Primera Instancia de Roma, luego de intentar asesinar al Papa San Juan Pablo II el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, ese mismo año.
La pena contra Agca incluyó el intento de homicidio contra las dos
turistas que resultaron heridas junto con el Papa peregrino. La condena también
contaba 10 años por otros delitos como llevar armas sin permiso o la
falsificación de documentos.
Como pena adicional, el turco debía estar durante
un año en total aislamiento.
Según el diario
español El País, “la sentencia fue
emitida después de siete horas de deliberaciones” por parte de un
tribunal que “estaba formado por tres jueces
oficiales y diez jueces populares elegidos por sorteo entre los ciudadanos.
Entre ellos figuraban dos amas de casa, dos maestros jubilados y un criador de
conejos”.
Aunque en diversas oportunidades expresó públicamente su perdón al
turco, San Juan Pablo II visitó a Alí Agca el 27 de diciembre de 1983, en un
encuentro en el que lo perdonó.
La reunión se realizó en la cárcel de Rebibbia en Roma, donde Agca
cumplía su condena. Sin embargo, tal como reveló en 2011 el entonces vocero
vaticano, Joaquín Navarro Valls, de parte del turco no hubo “ninguna palabra de perdón”.
“Estaba (Agca) obsesionado con lo que había leído
en los diarios. Solo le preguntó por el tercer secreto de la Virgen de Fátima”,
dijo entonces Navarro Valls.
En el año 2000, Ali Agca fue indultado por el presidente italiano. Sin
embargo, al llegar a Turquía fue nuevamente encarcelado por varios delitos
pendientes con la justicia de su país.
En 2010 fue puesto en libertad y llevado a un hospital militar para ser
revisado y ver si podía servir en el ejército turco. Sin embargo, uno de sus
abogados, Yilmaz Abosoglu, reveló que Agca fue encontrado mentalmente inestable
y fue eximido.
En 2013 Agca publicó el libro “Me
prometieron el paraíso. Mi vida y la verdad sobre el atentado al Papa”,
donde culpó al ayatolá Jomeini de Irán de haber ordenado el ataque. Esta
afirmación fue desmentida por el P. Federico Lombardi, en ese momento vocero
vaticano, al advertir que el turco reinventó la conversación con San Juan Pablo
II.
“¿Tenemos que creer esta vez a Agca? Yo creo que
no”, escribió el P. Lombardi en un texto difundido el 1
de febrero de 2013.
En mayo de este 2021, el Cardenal
Stanislaw Dziwisz, Arzobispo Emérito de Cracovia (Polonia) y
quien fuera durante décadas secretario personal del Papa San Juan Pablo II, explicó
por qué intentaron matar al Papa peregrino.
“El atentado contra Juan Pablo II fue la
consecuencia de su firme exigencia de respeto a los derechos humanos,
especialmente en el contexto de la esclavitud del totalitarismo. En aquella
época, un Papa así era incómodo para muchos”, dijo el
Cardenal polaco.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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