Dejé de insistir donde no había lo que buscaba.
Dejé
de pedir con las manos cerradas.
Dejé
de esperar en sillas ocupadas.
Dejé
de intentar en un cuerpo ajeno.
Dejé
de pretender que el otro entendiera.
Dejé
de poner los ojos y la esperanza en corazones que no querían latir al lado mío.
Y entonces, sentí la magia.
Volví a mí, como único destino posible.
Volví a mí, como único camino disponible.
Volví a mí, como el único reencuentro pendiente.
Y me recibí.
Me acaricié.
Me perdoné.
Me recosté sobre mi hombro.
Me nombré con mi propia voz.
Me encontré.
Me tuve otra vez.
Me tengo otra vez.
Y entonces, sucedió la magia.
Y la magia volvió a mí, porque nunca se fue, porque siempre estuvo en mí pero yo mismo no me permitía verla, ¡jamás volveré a rechazarme!
Bajé a mis sombras y resucité, me abracé y me acepté.
Ahora tengo las llaves de las puertas que quiero abrir.
Ahora soy libre. Escojo mi destino, escojo mi libertad interna.
Namasté
NO SE TRATA DE BUSCAR FUERA… SE TRATA DE BUSCAR DENTRO TU MAGIA Y
PODER
ARNAU DE TERA
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