Según la Biblia hay 3 maneras fundamentales de conocer la
voluntad de Dios:
La primera es la misma Biblia: “Tu palabra es una lámpara a
mis pies; es una luz en mi sendero.” (Salmo 119.105) Si bien no todo lo que
concierne a nuestra vida lo podemos encontrar específicamente en la Biblia, en
ella hay principios que nos ayudan a saber lo que Dios piensa en cada
circunstancia. Además, es bueno tener
en claro que Dios nunca se contradice a sí mismo, por lo que su voluntad
actual es exactamente la misma que fue siempre.
La segunda es la oración: “Si mi pueblo, que lleva mi nombre,
se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde
el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.” (2 Crónicas 7.14). En la
oración podemos tener un panorama de la situación vista desde arriba. Nos
acercamos al corazón de Dios.
Se cuenta que cuando un estudiante de doctorado en Princeton
preguntó: “¿Qué queda en el mundo para que podamos basar en ello una tesis
original? “, Albert Einstein respondió: “Investiga acerca de la oración. Hay
algo increíble allí que todavía no sabemos.” Y es que en la oración genuina y
profunda se nos revela el corazón de Dios.
La tercera es buscando el consejo de personas cristianas
sabias: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Más en la multitud de
consejeros hay seguridad.” (Proverbios 11.14). Consulta a tus pastores.
Escúchalos. Acércate a tus líderes jóvenes. Escucha a tus padres y discute los
temas importantes con tus amigos. No te quedes con una sola opinión, sino se
dócil en buscar consejo de muchos.
Extraído del libro: 101 preguntas difíciles, 101
respuestas directas. Por Lucas Leys
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