jueves, 18 de diciembre de 2014

EL BUEN PASTOR

¡PUEBLO MÍO, TODO HA COMENZADO A AGITARSE; ID ACOSTUMBRÁNDOOS DESDE AHORA A CONVIVIR CON LOS MOVIMIENTOS TELÚRICOS, PORQUE MI TIERRA COMENZARÁ A TAMBALEARSE EN TODOS SUS CONTINENTES!
Diciembre 17 de 2014 – 8:35 A.M.
 
LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A SU HEREDAD
 
Paz a vosotros, pueblo mío, heredad mía.
 
El año que está por comenzar será de gran agitación, ya que mi creación entrará en la etapa de la gran transformación. La duración del tiempo se acortará más debido a la rotación acelerada que sufrirá mi tierra, por todos los cambios que se darán en el universo y en su interior. La duración del tiempo será de 14 horas; preparaos pueblo mío, para que podáis sobrellevar estos días que se aproximan que serán de gran movimiento y agitación en vuestras vidas y en mi creación. No entréis en pánico, sabed que todo hace parte de mi voluntad para que mañana mi resto fiel pueda habitar mis nuevos cielos y mi nueva tierra.
 
¡Pueblo mío, todo ha comenzado a agitarse; id acostumbrándoos desde ahora a los movimientos telúricos, porque mi tierra comenzará a tambalearse en todos sus continentes!. Los dolores de parto de mi creación comenzarán a sentirse; guardad la calma, orad, alabad y haced penitencia; no desfallezcáis, ni perdáis la fe, porque todo esto que está por suceder os lo vengo anunciando con mucha anticipación, para que os preparéis y nada os coja por sorpresa.
 
El agua va a escasear por todos estos cambios que sufrirá mi creación; aprovisionaos desde ahora de este bien natural, porque llegará el momento en que no la vais a poder beber por la contaminación que del cielo caerá y por los cambios bruscos que se darán en el clima. Habrá escasez de alimentos para que os proveáis desde ahora; tened reserva de granos y alimentos no perecederos; no dejéis todo para última hora, porque de seguro cuando lleguen estos días ya no encontraréis nada. Escuchad mis palabras y ponedlas en práctica, para que podáis sobrevivir en los días de escasez y angustia que se aproximan.

Entonad cánticos de alabanza a vuestro Padre en aquellos días, así como lo hicieron mis tres jóvenes cuando fueron tirados al horno, por el rey Nabucodonosor. (Daniel 3. 51) La alabanza que hagáis a vuestro Padre os hará más llevaderas las pruebas que se acercan y ninguno de los que me alaben morirán. Acordaos que seréis probados como se prueba el oro en el fuego para que mañana podáis brillar como crisoles y ser dignos de ser mi Pueblo Elegido.
 
La oración, la alabanza, el ayuno y la penitencia, debe ser vuestra fortaleza espiritual en aquellos días; no lo olvidéis, porque muchos se van a perder por la falta de oración y su débil fe. Os digo que nunca antes se había visto tribulación alguna en la tierra como la que está por comenzar; por eso os pido que atendáis a mis instrucciones que como Padre os hago, para que mañana no os perdáis al paso de mi Justicia Divina.
Quedad en mi paz, pueblo mío, heredad mía.
 
Vuestro Padre, Yhavé, Señor de las Naciones.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.

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