El Papa
Francisco ha explicado en la misa matinal en la residencia Santa Marta este
jueves 18 de diciembre que Dios acompaña al hombre a lo largo de la historia,
incluso en sus momentos más oscuros.
“Dios ha querido salvarnos en la historia", dijo el Papa. La salvación "no es un laboratorio aséptico. ¡No! Es histórica. Él ha hecho camino en la historia con su pueblo”.
Por lo tanto, añadió, "no hay salvación sin historia. Y para llegar hasta el punto de hoy hubo una larga historia, una larga historia".
"Dios hace la historia, también nosotros hacemos la historia, y cuando fallamos, Dios corrige la historia y nos lleva adelante, adelante, siempre caminando con nosotros. Si no tenemos esto claro, nunca entenderemos la Navidad. Nunca entenderemos la Encarnación de la Palabra! ¡Nunca! Es todo una historia que camina. ´Padre, ¿ya acabó esta historia de la Navidad?´; ´¡No! Ahora sí, el Señor nos salva en la historia. Y camina con su pueblo. ´"
En esta historia - dijo Francisco - somos los elegidos de Dios, esa gente que elige "para ayudar a su pueblo a salir adelante", como Abraham, Moisés, Elías. Para ellos "hay algunos momentos malos", "momentos oscuros, momentos difíciles, momentos que molestan".
Mucha gente quiere vivir tranquila pero "el Señor es incómodo. Nos hace ir a menudo por sendas que no querríamos".
Tanto es así que Moisés y Elías en algún momento habrían querido morirse, pero al final sí confían en el Señor.
El Evangelio del día narra cómo José descubre que su prometida, María, está embarazada.
"Él sufre. Ve a las mujeres del pueblo que chismorreaban en el mercado. Sufre. ´Pero si ella es buena, si yo las conozco, es una mujer de Dios. No puede ser.”
Si la acusan, la lapidarán. Él no quiere, pero tampoco entiende. Sabe que María "es incapaz de infidelidad."
"En estos momentos difíciles" - dijo el Papa - "estos elegidos de Dios, para la historia, deben echarse a los hombros el problema en los hombros, sin comprender." Así, "el Señor hace la historia."
"Lo mismo sucede con José, el hombre que en el peor momento de su vida, el más oscuro, toma sobre sí el problema. Y él se acusa a los ojos de los demás para proteger a su esposa. Tal vez un psicoanalista dirá que este sueño [el que se ha leído en el Evangelio del día; nota de ReL] es fruto de su ansiedad condensada, que busca una salida. Pueden decir lo que quieran. Pero ¿que hizo José? Después del sueño lleva consigo a su esposa. "Yo no entiendo nada, pero el Señor me dijo esto, y así será mi hijo! ´".
"Hacer historia con su pueblo significa para Dios caminar y poner a prueba a sus escogidos." Pero al final los salva.
"Recordemos siempre, con confianza, incluso en los peores momentos, incluso en momentos de enfermedad, cuando nos damos cuenta que tenemos que pedir la extremaunción, porque no hay salida, diciendo: "Pero, Señor, la historia no se ha iniciado conmigo y no va a terminar conmigo! Adelante, estoy dispuesto". Y nos ponemos en las manos del Señor".
¿Qué nos enseñan entonces los elegidos de Dios? "Que Dios camina con nosotros, que Dios hace la historia, que Dios nos pone a prueba y que Dios nos salva en los peores momentos, que Él es nuestro Padre. Y como decía San Pablo, es nuestro papá. Que el Señor nos haga comprender este misterio de su caminar con su pueblo en la historia, su prueba a sus elegidos, y la grandeza del corazón de sus elegidos, que toman sobre ellos los dolores, problemas, incluso la apariencia de pecadores -pensemos en Jesús- para avanzar en la historia".
“Dios ha querido salvarnos en la historia", dijo el Papa. La salvación "no es un laboratorio aséptico. ¡No! Es histórica. Él ha hecho camino en la historia con su pueblo”.
Por lo tanto, añadió, "no hay salvación sin historia. Y para llegar hasta el punto de hoy hubo una larga historia, una larga historia".
"Dios hace la historia, también nosotros hacemos la historia, y cuando fallamos, Dios corrige la historia y nos lleva adelante, adelante, siempre caminando con nosotros. Si no tenemos esto claro, nunca entenderemos la Navidad. Nunca entenderemos la Encarnación de la Palabra! ¡Nunca! Es todo una historia que camina. ´Padre, ¿ya acabó esta historia de la Navidad?´; ´¡No! Ahora sí, el Señor nos salva en la historia. Y camina con su pueblo. ´"
En esta historia - dijo Francisco - somos los elegidos de Dios, esa gente que elige "para ayudar a su pueblo a salir adelante", como Abraham, Moisés, Elías. Para ellos "hay algunos momentos malos", "momentos oscuros, momentos difíciles, momentos que molestan".
Mucha gente quiere vivir tranquila pero "el Señor es incómodo. Nos hace ir a menudo por sendas que no querríamos".
Tanto es así que Moisés y Elías en algún momento habrían querido morirse, pero al final sí confían en el Señor.
El Evangelio del día narra cómo José descubre que su prometida, María, está embarazada.
"Él sufre. Ve a las mujeres del pueblo que chismorreaban en el mercado. Sufre. ´Pero si ella es buena, si yo las conozco, es una mujer de Dios. No puede ser.”
Si la acusan, la lapidarán. Él no quiere, pero tampoco entiende. Sabe que María "es incapaz de infidelidad."
"En estos momentos difíciles" - dijo el Papa - "estos elegidos de Dios, para la historia, deben echarse a los hombros el problema en los hombros, sin comprender." Así, "el Señor hace la historia."
"Lo mismo sucede con José, el hombre que en el peor momento de su vida, el más oscuro, toma sobre sí el problema. Y él se acusa a los ojos de los demás para proteger a su esposa. Tal vez un psicoanalista dirá que este sueño [el que se ha leído en el Evangelio del día; nota de ReL] es fruto de su ansiedad condensada, que busca una salida. Pueden decir lo que quieran. Pero ¿que hizo José? Después del sueño lleva consigo a su esposa. "Yo no entiendo nada, pero el Señor me dijo esto, y así será mi hijo! ´".
"Hacer historia con su pueblo significa para Dios caminar y poner a prueba a sus escogidos." Pero al final los salva.
"Recordemos siempre, con confianza, incluso en los peores momentos, incluso en momentos de enfermedad, cuando nos damos cuenta que tenemos que pedir la extremaunción, porque no hay salida, diciendo: "Pero, Señor, la historia no se ha iniciado conmigo y no va a terminar conmigo! Adelante, estoy dispuesto". Y nos ponemos en las manos del Señor".
¿Qué nos enseñan entonces los elegidos de Dios? "Que Dios camina con nosotros, que Dios hace la historia, que Dios nos pone a prueba y que Dios nos salva en los peores momentos, que Él es nuestro Padre. Y como decía San Pablo, es nuestro papá. Que el Señor nos haga comprender este misterio de su caminar con su pueblo en la historia, su prueba a sus elegidos, y la grandeza del corazón de sus elegidos, que toman sobre ellos los dolores, problemas, incluso la apariencia de pecadores -pensemos en Jesús- para avanzar en la historia".
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