Aunque estoy en Arizona (EE.UU.) dando conferencias, todos los días conecto con RADIO MARÍA de España para oír a Mons. Munilla, obispo de San Sebastián, en sus
maravillosas explicaciones del CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.
Pues el domingo, 5 de febrero, le oí una frase que me gustó y me ha sugerido el
artículo de hoy.
Decía él que algunos llaman fanáticos a los católicos que son coherentes con su fe. Pero fanático es el que tiene una fe desviada, no el que tiene mucha fe. María Santísima tenía mucha fe, y llamarla fanática sería una blasfemia. Nadie tiene demasiada fe.
Recuerdo que en una entrevista que me hicieron en una televisión la presentadora me dijo:
- Padre, es que Vd. es demasiado recto.
Y yo le contesté:
- No soy demasiado recto, soy recto. Punto.
Puedes ser poco torcido o demasiado torcido, pero nunca demasiado recto. Lo mismo pasa con la fe. Tener mucha fe no es ser fanático, es ser coherente. Fanático es el islamista que mata católicos por ser católicos, y el idólatra del sexo.
Hoy nos meten el sexo hasta en la sopa. En casi todas las películas y telenovelas hay escenas de cama, fornicaciones, adulterios, etc., como si esto fuera lo más natural.
Hablaba yo de esto en una conferencia a jóvenes, y al día siguiente me traen una revista de motos. En la portada una moto de gran cilindrada y encima una joven desnuda. Tenía una sola prenda: unas botas.
Yo suelo decir que el MAL nunca ha tenido un arma tan poderosa para corromper como
hoy: INTERNET y la televisión.
Las pornografía se mete en todos los hogares y está al alcance detonas las edades.
Aunque también hay jóvenes que valoran la pureza como la MILICIA DE CRISTO de
Phoenix (EE.UU.), los 20.000 jóvenes de LAZOS DE AMOR MARIANO de Colombia, y
las muchas asociaciones de jóvenes que se comprometen a permanecer vírgenes
hasta el matrimonio.
Y éstos no son fanáticos. Son coherentes con su fe. Punto.
JORGE LORING, S.I.
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