MENSAJE A LOS APÓSTOLES DE LA INMACULADA

Con María a la batalla.

María es la Capitana del ejército de Dios, que está formado por los Ángeles, los Santos, las almas del Purgatorio y los militantes que estamos sobre la tierra.

Si Ella va adelante y nos comanda, entonces no hay nada que temer, porque ante María tiembla el Infierno.

No tengamos miedo, porque si confiamos en la Virgen, nada ni nadie nos podrá hacer algún daño, y María sólo permitirá que nos suceda lo que sea para mayor gloria de Dios y salvación de las almas.

Donde está María no se debe tener miedo, puesto que Ella es la Omnipotencia Suplicante y Dios no le niega nada a su amada Hija.

Los tiempos se ponen cada vez más difíciles porque ya el demonio y sus satélites no se pueden ocultar, sino que ya muestran su rostro y sus trampas para hundir a la humanidad en el abismo del mal.

Es tiempo de refugiarnos bajo el manto de María, y desde allí iniciar la contraofensiva para la salvación del mundo.

¡Ave María Purísima!
¡Sin pecado concebida!