viernes, 17 de diciembre de 2010

TESTIMONIO - 17 DE DICIEMBRE 2010


MI ÁNGEL DE LA GUARDA SIEMPRE ESTÁ ATENTO

Salí a hacer unas compras para mi nacimiento y arbolito de navidad. Llegué a una esquina, sin semáforo pero con señalización, donde los carros deben parar antes de cruzar.

Venían carros por la avenida principal y un automóvil paró fuera de señalización impidiéndome cruzar... el chofer miraba solamente a los carros que venían por la avenida y se olvido de los transeúntes del otro lado.

Como venían carros pensé que él esperaría para pasar e iba iniciar el cruce, cuando este individuo aceleró y casi me lleva de encuentro. Al grito que di unido a la palmoteada que le di en el techo del auto, él paró. Me acerqué por atrás y le increpé su distracción que podía haber causado un accidente. El hombre me contestó airado que no aceptaba que nadie palmoteara su carro y se apresuró a bajar con intenciones de agredirme... yo retrocedí unos pasos.

Cuando, no sé de adonde se escuchó una voz fuerte. Era la de un joven alto y fornido que se acercaba corriendo diciendo:
-“¡Hey! ¡Qué le sucede! ¡No se da cuenta que el señor puede ser su padre!”

El joven le increpó al chofer que reconoció que hubiera sido un abuso si me agredía, pero no dejó de decir una tontería, que en mí no hizo mella:
-Tiene razón... me di cuenta que le iba a pegar a un viejo... por eso me aguanté

La verdad es que se aguantó por la llamada de este muchacho que corrió gritando desde el otro lado de la pista en el momento preciso... ¡Gracias Ángel! Te agradezco una vez más... porque ya son varias las veces que me salvas.... en dos oportunidades hasta me hizo invisible cuando estaba con dos personas de mi grupo... ya les conté sobre eso en post pasados.

¡ESTE FUE UN REGALO DE NAVIDAD!

José Miguel Pajares Clausen

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